El director de Aflicción (1997), Paul Schrader, es de hacer películas muy personales y osadas, de las que apuestan por la
autoría y por la diversión cinéfila, fuera de que su filmografía sea bastante irregular.
Su última película tiene a tres criminales buscándose la mala vida, tratando de
hacer dinero a toda costa, mientras se van con putas y se drogan, mientras
tratan de deshacerse de los cadáveres que van generando. El tipo más extremo,
medio psicópata, es como su apodo lo dice, Mad Dog (el genial Willem Dafoe), un
sujeto que es en buena parte insoportable, que parece gentil y termina
provocando mucha violencia. Es un tipo fracasado y solitario, por lo que su
criminalidad es una extensión natural de su existencia. Lo acompañan Troy (un buen
Nicolas Cage) que es en cierta forma extravagante, tiene su edad, pero mantiene
su estado juvenil, relajado. Por último tenemos a un actor desconocido y novel,
Christopher Matthew Cook, como Diesel, el tipo grandulón y supuestamente bruto pero que lucha por ser coherente,
no obstante termina temperamental. Los tres se meten en trabajos sucios de
robos y secuestros, no temen a la policía y son unos criminales de la peor
calaña, aunque tienen personalidades llamativas, si se quiere, propio de la
invención de personajes distintivos.
El filme de Schrader es ver cómo se comportan y desenvuelven
estos criminales. Existe una cualidad de novedad, de no ir por el lugar
ordinario, amable y fácil en una buena cuota, hay tiempos muertos y algarabía, vagabundeo,
pero fallan muchas cosas en la película, hay momentos que sobran y abruman,
mucha audacia tiene un feo efecto y hablan mucho, sobre todo tonterías, pero no
se oyen como los hampones de Quentin Tarantino, a los que uno les presta
atención y generan placer, sino todo lo contrario, molestan, aburren, agotan. El
filme quiere ser rocambolesco, pero carece de cierta magia, el guion y las
aventuras, la forma de narrar no son tan efectivos, desgraciadamente el filme no
entusiasma, por más que se esfuerza.
Puede que ver la criminalidad de estos tipos en toda gloria y
maldad sea “atípico” y provoque curiosidad, el cine es muy tolerante, hay mucha
libertad y aguantas mucho más de lo normal, pero en la práctica, en los hechos
en sí no funciona del todo bien. No es que Cage, Dafoe y Cook lo hagan mal,
pero el guion no les ayuda. Suben un cadáver y de pronto una compuerta se abre
y caen a un basurero con el cuerpo, ¿qué
pasa después?, Mad Dog intenta justo ahí ser comprendido y escuchado. Se genera
mucha incongruencia. Mad Dog mata sin contemplación. Troy es medio poético y
rebelde, en el tono de un viejo Elvis. Diesel está como aburrido de su vida. Lo
malo es que luego se comportan como personajes planos y estúpidos, y la acción
no es lo suficientemente buena. En un momento Troy secuestra a una pareja de
ancianos afroamericanos, y como en un sueño empieza una balacera, al poco rato
de volver de la muerte esposado y arrastrado por una patrulla. La incorrección
política es muy insípida y desagradable, y así se siente la película en
general. Una cabeza explota de un disparo inesperado, los amigos juegan a
echarse mostaza y kétchup tomando a la ligera la relación criminal entre ellos,
arranca el filme con un desenlace impactante, hay ironía en la crueldad, pero el
filme –o quizá por eso- no termina de funcionar.