jueves, 25 de abril de 2024

Perfect days

La película gira alrededor de un trabajador japonés de limpieza de baños públicos, Hirayama (Koji Yakusho), que es un tipo feliz en su trabajo o al menos eso parece, en todo caso tiene una mirada positiva de la vida, con éste trabajo humilde. No obstante en un momento cuando lo recargan de labores se molesta, muestra que tampoco es inconsciente de lo que tiene que hacer, algo pesado, aun cuando los baños del primer mundo no se les puede comparar con lo que el subdesarrollo deja o puede dejar ver y existen diferencias, pero debemos apuntar hacia el ejemplo. Y en sí la felicidad de Hirayama es realista, se siente verdadera, como cuando se va a descansar y le espera un vaso exótico de licor y el mozo se lo entrega con una repetida felicitación. Toma, te lo mereces, por tu desempeño, como quien indica que en el primer mundo se puede vivir bien limpiando baños públicos. Esto quiere decir que Hirayama trabaja duro y se merece todo lo que tiene y es una buena vida, desde el prisma material. Hirayama tiene una muy buena casa, parece que no le falta nada, aunque tampoco es millonario. Con hacer notar cuanto vale vender sus cassettes analógicos de música se puede percibir que Hirayama tampoco es un tipo de esa ambición desmedida de dinero que puede producir el capitalismo. Hirayama trabaja duro para vivir bien y digamos que después le saca jugo a su propia existencia de manera sencilla pero inteligente. Tiene consigo una fortaleza física, anímica y emocional que es en realidad lo que hace la diferencia, lo que le cuesta a toda humanidad y son varios frentes y no es poca cosa. Es un hombre que con todos estos atributos trasciende lo ordinario, ese mundo literal que lo circunda, es un ser humilde pero místico, sin que tenga que profesar necesariamente una religión. Él acepta plenamente éste trabajo difícil de limpiar la basura de otra gente, aun cuando se deja ver que Hirayama proviene de una familia con dinero. Pero su vida está llena de cosas buenas. Cuando termina de trabajar luce una existencia agradable. Incluso cuando va a bañarse a un baño público muy japonés, que parece un curioso sauna/spa o un lugar de relajo. Hirayama es en toda la palabra un hombre Zen, representa el budismo a la vena, cierta sabiduría legendaria, y es también en mucho un hombre nipón occidentalizado, amante de ésta cultura, llamémosle de una mirada cosmopolita. Ese hombre Zen de a pie que es él hace uso de elementos de felicidad a lo occidental, lo mejor de ésta cultura, de su intelectualidad y arte. En un momento llaman abiertamente un intelectual a Hirayama por su amor por la literatura, por sus lecturas, pero como él mismo deja ver, como cuando asume el mundo desde lo literal a través de justamente repeticiones verbales (como si recitara un haiku), es un hombre simple, uno que se maravilla y sueña con árboles, a los que les toma fotografías analógicas con suma devoción y auténtico desinterés colectivo. No lo hace para impresionar a nadie ni para ganar ventajas de cara a la sociedad y su lugar en el planeta. Hirayama es tan simple y humilde que mira a su alrededor con un amor Zen por la humanidad, por las cosas más pequeñas y mundanas. Hirayama pasea en bicicleta, no recurre a las computadoras ni a los teléfonos inteligentes (aun cuando Tokyo es sinónimo de tecnología de punta). Es un hombre del pasado en medio del futuro, un tipo vintage se podría decir, por no llamarlo hipster. Es un viejo con alma de joven, así lo señala la música rock que oye, o su notoria simplicidad. No pretende ser un señor, por eso vemos esa forma en la que interactúa y le levanta el ánimo al amigo terminal, no teme tener el corazón noble de un niño. Puede que sea una imagen muy soft del ser humano normal o común y corriente e incluso de cualquier ser humano, ya que muchas veces el mundo no deja ser buena a la gente, o siquiera no todo el tiempo. No puedes serlo siempre porque aunque no quieras verlo el mal existe y es parte de vivir (además de que verlo sirve para poder sobrevivir) e igual hay que enfrentarlo, vencerle, ser cada vez mejores. Pero digamos que existe gente como Hirayama, gente que vive feliz el día a día, la rutina, el mundo, y que (¡Dios lo bendiga!) no molesta jamás a nadie (de ninguna forma; parece gritar: ¡muerte a los adrede insoportables!). Hirayama, aunque viejo, no parece contaminado por el mundo corriente, ese que nos llega a todos, ni por un trabajo que es arduo y a veces incómodo. Y ahí lo vemos sonreír cuando un borracho se tropieza con sus útiles de limpieza o cuando uno se ha puesto a orinar frente a él. Incluso Hirayama mira a vagabundos y desconocidos con nobleza, con verdadera humanidad y comprensión, y sí, gente así existe. Éste filme es pues el espíritu sencillo y afectivo, idealista, de Ozu, en medio de la imponente nueva Tokyo, una de las ciudades más importantes del planeta. Pero Hirayama tiene armas reales para enfrentar un empleo complicado o la siempre compleja existencia, tiene en él el amor por el arte y la cultura que vive en el mejor Occidente, más la paz del budismo o la mística asiática intrínseca en él, lo cual embellece la mirada, no sólo la nuestra sino de esa humanidad que suele decepcionar. Incluso Hirayama es tan empático que apenas habla, no pretende molestar, porque hablar es también molestar (porque no se puede hacer feliz a todos hablando, sino mimetizándonos con la naturaleza). Igualmente es un solitario, que suena lógico, pero que trata bien a todo el mundo. ¿Qué se nos dice?, que se puede estar solo y ser feliz, que no todos vemos el mundo igual. Wenders dice que hay muchos mundos, muchas maneras de ver y vivir la realidad. De todas maneras éste filme no pretende ahondar en otras partes marcadas de la existencia, la frustración y la melancolía. La verdad y no es un insulto, para ser feliz se necesita ser un poco "tonto". 

martes, 16 de abril de 2024

Yannick

Ésta es la película más coherente, más accesible, más normal si se quiere y una de las mejores del cine friki del francés Quentin Dupieux y aun así es una película que rompe un poco el molde o es curiosa, si bien es bastante reconocible, aunque hace uso de la violencia del ser marginal o que se entiende así, para que el mundo le oiga o sienta compasión hacia su situación, aunque su accionar pone en peligro la vida de su alrededor y por eso no se puede justificar la violencia, sobre todo cuando algunas personas en EEUU al sentirse menospreciadas o invisibilizadas tienden a perder la cabeza, volverse criminales y atentar contra la gente. Yannick (Raphael Quenard) es un seguridad de aparcamiento de autos que un día va a un pequeño teatro y a media obra siente aburrimiento, frustración y fastidio hacia lo que está viendo. Se levanta y reclama. Lo lógico sería irse pero Yannick no quiere perder un día más. Lo que ve en el teatro es una sátira sobre un cornudo, un hombre que yace en una situación difícil frente a la mujer que le engaña en sus narices llevando al amante a su casa. La obra luce deprimente. Yannick es un especie de obrero, un hombre que lleva una vida muy simple y muy pesada, llena de carencias digamos, y ha pedido permiso en su trabajo y ha recurrido a mucho tiempo de transporte para ver una obra que le alegre la vida -lo despeje un poco- y al no suceder siente enojo, un enojo que va más con su propia existencia, pero que se lee como una critica que defiende la cultura del entretenimiento o lo popular por sobre el resto de expresiones artísticas. Es querer que el arte nos haga sentir feliz, y esto varia en realidad, pero apunta a su acepción central. Lo que ocasiona Yannick puede entenderse como un acto de terror, sin embargo el ambiente es tranquilo, dócil, todo parece llevadero, aun cuando están atrapados en las decisiones de un hombre que implica la violencia y el miedo para hacerse oír. Yannick de pronto se descubre artista. Muestra un lado existencial que induce a pensar en el vacío, en el agotamiento de las rutinas, puede que en la pobreza. Yannick pone rostro como tocado en el alma frente a verse como creador, la creación de un hombre humilde pongámosle, que está participando de algo personal, en medio de una situación contradictoria. Dupieux es maestro en éste tipo de cosas. Pero parece honesto, no parece producto del sarcasmo, del cinismo o la conveniencia más ramplona. Es un filme entreteniendo de ver, se generan además interesantes interacciones con los rehenes en un ambiente de extraña amistad. Yannick llega a bromear sobre su posición de poder por la fuerza. En un momento otro personaje ejerce otro tipo de revancha y luce más intratable que Yannick quien luce como un tipo más controlado de lo que se puede esperar y la solución queda clara, sentirse atendido, comprendido, dentro de requerimientos normales. El ser humano siempre tiende a ir hacia adelante a pesar de todo, pero no se puede vivir aplastado. Yannick representa la voz de un ciudadano humilde, pero con inteligencia. Así mismo se puede ver como la representación de la voz de las masas dentro del mundo tecnológico y mediático actual, pero no significa necesariamente trasgresión. Igualmente se puede percibir como el anhelo de autor del propio Dupieux, con un personaje que quiere robar un poco de libertad. La propuesta recurre a algo especial para movilizar pensamientos de humanismo y sensibilidad, cosa de mezclarlo con lo inusual. Es una situación extraña para hacer pensar, no obstante tiene de sentimental, pero ahí tenemos esa maravilla de Dog Day afternoon (1975) aunque desde mucho mayor realismo, pero Yannick (2023) es más comedia amable que drama.  

domingo, 14 de abril de 2024

The priest and the girl (O Padre e a Moça)

Basado en un poema del importante poeta brasileño Carlos Drummond de Andrade. Dirige Joaquim Pedro de Andrade. Es una película donde una joven, Mariana (Helena Ignez), fue a vivir a temprana edad donde un hombre rico al quedar desamparada, quien en lugar de adoptarla como hija la hizo su mujer. Esto la perjudico en su personalidad siendo muy propensa a la liberalidad sexual. Éste hombre rico quien vive en un pueblito perdido de Minas Gerais está enamorado de ella, quiere casarse ahora, mientras la tiene aun en su casa como su protegida. Él sabe de ese instinto sexual que tiene Mariana y vive dudando de ella en todo momento. Sus miedos llegan a parecer como producto de la imaginación, ya que a ella se le ve muy (engañosamente) dócil. Entonces entra a tallar el farmacéutico y borrachito del pueblo (Fauzi Arap), quien se siente un poco degenerado y esto es parte de que se entregue a la bebida. Es un pueblito que sufre por sus pecados. Cuando llega el nuevo cura (debut de Paulo José) será parte de algo repetitivo, éste ambiente de impudor, de trasgresión moral, que el borrachito deja intuir, sospechar, en el cementerio, donde también todos son una comunidad, y tratan de vivir como hermanos. El filme es bastante arty, el sufrimiento y la tensión melodramática del cura se vive a ratos con maestra ambigüedad, y un poco podría haber jugado con lo psicológico. En un momento él abre muchas puertas de golpe como si ingresara en un laberinto, que es su mente sufrida frente a las acciones que no puede contener y denigran, insultan, su relación con Dios. Lo mismo lo hará tirarse atrás y luego volver a lo mismo, es un mar de emociones encontradas, el deseo de poseer a la mujer lo tiene enloquecido. Mariana parece un canto de inocencia, pero es un gen de seducción muy fuerte y ella está consciente. Actúa cómo automáticamente, no hay mandatos o conveniencias mayores, ella es simple y llana tentación -manejándose la lujuria elípticamente-, desde una mujer que se nota humilde, pero que entiende que así juega el demonio también, desde la que ironiza ésta identificación a lo El Exorcista (1973). Ella parece enamorarse de todos, puede que no soporte como ha sido y es su vida en éste pueblito. Se produce una larga caminata, una extensa secuencia, que igualmente tira y afloja emociones con fuerte fricción tras bastidores, de quien quiere seguir pero también volver atrás, dentro de una gran puesta de escena en medio de mucha austeridad, como yacer en el desierto mítico de la biblia, expuesto sin mucho adorno contextual. Ella piensa también, le dice que se quite la sotana, que abandone la religión y quede sólo el hombre. Quiere rehacer su vida. En sí es un filme que rompe con lo exuberante, asumiendo la pasión desde lo simple, desde lo sugerido, como si se pensara como cine social, una pasión y trasgresión de gente humilde. El cura queda encerrado en la iglesia, el monstruo, y éste parece un animal enjaulado, ciego por ese cuerpo que se maneja no con erotismo o sensualidad abierta sino con mucha atípica delicadeza y mucho cuidado estético, quizá por el tema que trata, quizá por la censura. Se hacen composiciones muy artísticas de ésta relación que pueden pecar de muy artys, de muy abstractas o gaseosas y seguramente le va a costar público, ser masiva. Es por el final medio un ballet, tanto como teatro, una performance de cine sin diálogos. Todo esto se percibe atractivo, muy visual, muy de composición, de una notable mise-en-scène de bajo presupuesto. Ésta propuesta parece inspirarse tal cual en la poesía en general, queriendo perpetuarse visualmente en dicha sensibilidad. Presenta su buen toque de pueblo, como cuando el borrachito se mofa de la impetuosidad y ansiedad ajena aludiendo la obsesión y la ceguera, querer el cuerpo sin meditar la corrupción que implica poseerlo, desde tres frentes, la pedofilia, la infidelidad y el sacrilegio. 

viernes, 12 de abril de 2024

Dream scenario

Ésta película del noruego Kristoffer Borgli producida por Ari Aster es una película peculiar pero que juega justo, deja rastros en pantalla para que la comprendas, incluso de manera notoria. La idea central suena original e interesante, un catedrático, Paul Matthews (Nicolas Cage que ya tiene bastantes películas curiosas y destacadas en su haber y no es poco decir), un día empieza a aparecer sin mayor motivo en los sueños de la gente. Todos se extrañan de que él simplemente esté ahí paseando o mirando sin actuar en el devenir del sueño. Es entonces que se vuelve popular, ésta celebridad vacía lo beneficia. Es una clara lectura de nuestros tiempos, ser popular o conocido sin mayores motivos dirían muchos. No obstante Paul Matthews quiere escribir un libro científico, intelectual, de su propia autoría, es decir, tiene ideas propias, pero a nadie le importan, no es vendedor, es por eso que se le asume como un perdedor, no es rentable, no produce dinero, no produce atención, pero esa popularidad gratuita de los sueños se la proporciona y es donde lo llama una empresa exitosa que vende cosas atípicas o freaks, apuesta por personajes que tan solo sean fuera de lo común, que de alguna manera rompan el molde y tengan una buena historia a cuestas. Quieren aprovechar su popularidad. No importa que no se sostenga de mucho. Matthews no es tan oportunista, pero tampoco es bobo y acepta trabajar con dicha empresa. De pronto surge un giro, alguien quiere hacer realidad un sueño dicho literalmente, algo onírico, y termina en una broma gruesa, pero de la que ciertamente te ríes. Lo que viene después es la cultura de la cancelación y todo lo desagradable que puede ser padecerla, para el caso igualmente gratuita, capaz de destruir todo tipo de relaciones humanas producto de que la gente no te quiere y te tacha, aunque incluso los amigos no pueden soportar el poder de la simulación o dígase lo virtual. En esto entra a tallar el terror, la remembranza de Freddy Krueger, que literalmente se usa varias veces en pantalla. Es un filme claro en realidad que juega con una premisa curiosa. También se menciona qué interesante sería poder meterse en los sueños ajenos. Hay una escena estupenda donde se homenajea la creatividad de David Byrne, que así mismo se anticipa. Más que argumentar del filme, es bastante entretenido de ver, hay muy buen manejo de su premisa general, siendo muy audaz con el misterio, como si pusiéramos algo extraño en la humanidad y simplemente tratáramos de vivir con ello. Éste es un filme extravagante, entretenido, con terror y comedia, y un buen uso de nuestra cotidianidad frente a una rareza que hace abierta metáfora de las redes sociales y lo mediático. La relación con la esposa que hace Julianne Nicholson es bastante sustancial, produce muchos grandes momentos, está muy bien aprovechado, puesto que es muy importante en la vida de éste hombre ordinario que hace el gran Nicholas Cage en otra de sus memorables actuaciones. 

Memorias del subdesarrollo

Ésta es la película cubana más celebrada, más popular y más destacada de la historia de su cine. El cubano Tomás Gutiérrez Alea adapta la novela de su compatriota de mismo título, de Edmundo Desnoes. Es una película históricamente interesante, puesto que se contextualiza en pleno comienzo del gobierno comunista y revolucionario de Fidel Castro. La novela es de 1967 y la película de 1968. La toma del poder por los revolucionarios fue en 1959 y en 1965 se convierte Cuba en un gobierno comunista. Ésta propuesta combina una ficción con imágenes de medios de comunicación, archivo o en plena efervescencia sobre noticias y acontecimientos reales que atañen a Cuba en todos los 60s, como su fricción y tensión con EEUU por su postura política y apoyar a la URSS en la guerra fría. El protagonista del filme es Sergio Carmona (Sergio Corrieri), un tipo con poder adquisitivo, un tipo de plata y con cultura, que mientras la mayoría de gente de su clase social optan por salir del país él decide quedarse y adaptarse al cambio, a la nueva realidad. Con él se habla de la transición, o renacimiento para entrar en las filas del régimen, para la clase intelectual o sus postulantes, para la clase media alta que debe transformarse, aun cuando él es más pedestre, más simple. En su vida personal y por otra parte a la vera de la nueva realidad cubana siente que todo se le escapa de las manos, como que él mismo se está evaporando. Carmona representa el pasado burgués convirtiéndose en el presente proletario. Es un personaje complejo -puede caer antipático tanto como pasar por un gen de reflexión- aunque también sirve de vehículo para enaltecer a la revolución cubana, apostando a defender sus postulados, aun cuando con su persona hay aun algo de cierta identificación con lo americano y europeo y como que contrasta un poco ambas formas de vida, ambas formas de ver el mundo. Es un tipo que inicialmente lo vemos portarse de manera infantil y atorrante con su esposa, a la que tacha (y se deshace de ella) porque la considera materialista, una mujer que quiere vivir como reina, a costa digamos de la identificación con la realidad nacional, con lo difícil que suele ser, con ese pueblo que ahora cargan todos encima. Pero el personaje va más allá, luego tiene una relación con una chica de 17 años, con Elena (Daisy Granados) y su exhibición de personalidad como que evoluciona, mientras hay coquetería, seducción, juego y choque intelectual entre ellos, produciéndose mucho entretenimiento a esa vera, generándose diversas capas para ver en éste filme. La palabra subdesarrollo yace muy presente en el relato, se adscribe éste país tropical a un lugar de mucho conflicto, no sólo ante lo obvio (la fricción con EEUU) sino desde lo natural, diario o habitual, y tal cual representa la palabra en cada cosa, deficiencia. Carmona juzga su entorno, a los propios cubanos, a ratos de manera bastante dura, que algunos pueden señalar de clasista. Incluso por momentos como que se contradice o se desmiente lo que dice, como que se ponen a prueba algunas ideas para desmontarlas o desarmarlas, que van desde lo banal hasta lo trascendental, desde lo cotidiano, universal o común y ordinario hasta la realidad política y a su diestra la realidad social. Es el lente y la luz colocados sobre Cuba como país desde el ser opuesto de su nueva realidad, pero quien se nota a todas luces que quiere pertenecer al presente nacional, a ésta revolución y a éste gobierno popular, que hasta se autocritica abiertamente, es autoconsciente de la clase a la que pertenece y a la que el gobierno comunista ha movido a desterrarse, tanto que sabe que puede perder su casa y sus propiedades. No obstante hay un resquicio para la duda, quedándose sutilmente sin hacer nada en plena soledad o cierto abandono y sentimos la proyección de la austeridad y la necesidad -que puede traslucirse sobre el resto-, al tiempo que al tomar conocimiento del armamento militar cubano que circula cerca de la playa es como que en la mirada del protagonista no todo encajara, como quien no sabe si se estarán haciendo bien las cosas del todo o son las mejores salidas, es la vida nueva golpeándole también, como esa otra capitalista y americanizada que ya ha sido desnudada, triturada y echada a la basura por el régimen y la ideología reinante y dominante, como deja ver bastante material real político que muestra la película. Carmona -aunque termina cavilando más al respecto- es un poco un Don Juan, o un hombre de mujeres, es también la historia de sus relaciones amorosas, de aventuras, de rupturas, de comparaciones, de errores, tal cual en otro ámbito más profundo lo representa la revolución cubana, de la que se entiende de las mujeres que seduce o interactúa el protagonista. Es un acompañamiento que se entrelaza muy bien, y no suele pasar, puesto que la ideología política se discute con fuerza y cada parte marca su presencia. En un momento se desromantiza al mismísimo Ernest Hemingway, y en ese trayecto se postula apologético con la proclama de pueblo, de notoria identificación social, que es tan determinante para la razón de ser de la nueva Cuba, como así mismo Carmona llega a criticar algunos privilegios, desde su humildad como ser político que pocos quieren escuchar o van a escuchar, sin embargo como el propio Gutiérrez Alea dan vida al régimen, porque lo insufla de gente pensante. Y en sí el filme también se permite ser un poco osado y presentar personalidad, si bien la postura izquierdista predomina, es un canto de adaptación a ésta.  

martes, 9 de abril de 2024

Assalto ao Trem Pagador

Expuesto de manera sencilla y sin extenderse demasiado, vemos el robo de un tren al parecer del estado que transporta mucho dinero. Pero lo que importa es lo que viene a continuación, cómo éste grupo de ladrones tiene que no dejarse atrapar, para ello deciden no llamar la atención, gastar solo un 10% cada uno de su parte, puesto que quitando al que concibió la idea del robo todos viven en favelas, es decir son gente pobre y no sabrían justificar tanto dinero repentino, sobre todo cuando éste robo ha sido uno de los más llamativos de la historia de Brasil, basándose el director brasileño Roberto Farias en un robo real. El líder físico, de las acciones, no intelectual, es un hombre de color llamado Tiao (Eliezer Gomes) y es el tipo más rudo del grupo, pero con un cierto sentido de lo justo que veremos durante la película. Tiao amenaza al grupo, si gastan más de la cuenta, él se hará cargo de esa persona, deberá matarlo. Pero como suele pasar, no siempre las cosas se cumplen como se espera, y la mayoría empieza a gastar más de lo acordado, incluso el líder intelectual, Grilo (Reginaldo Faria), se da a la buena vida, aunque en una discusión se justifica desde las diferencias raciales y sociales. Roberto Farias lo hace como parte de que Tiao luzca como el negro inteligente -autosuficiente- y poderoso, como un especie de ser heroico, aunque desde lo políticamente incorrecto, desde el crimen, el deseo de tener mucho dinero cuando no tenemos esa oportunidad. El jefe de policía llega a sentir admiración por éste hombre de color que de cierta manera a sus ojos rompe el molde. Quien tiene 2 familias, 2 mujeres, muchos hijos. Se llega a mencionar que el robo parece hecho por extranjeros, y en cierta forma es un autoelogio al propio filme que tiene muy buena pinta, muy buen acabado, como si fuera hecho justamente por hollywood dirían. Pero no, está hecho por brasileños. Y hace mucho uso de su identidad, desde el cine social, con un realismo portentoso, mostrando en toda fuerza la realidad de las favelas y articulando y extendiéndose ahí el presente noir, produciendo un gran manejo de lo popular, de lo nacional, alrededor de un acto criminal, de vivir sin ser descubierto. El dinero empieza a gastarse y a tentar a otros en la favela y empiezan a surgir problemas como con el tío chantajista. El que no le teme a los hombres le pone al descubierto Tiao antes de hacerse cargo de él, de ésta molestia. El personaje más importante es Tiao. Farias le da personalidad y lo utiliza muy bien con la identidad social que tiene. Es un ladrón que respira pueblo, un tipo que intenta burlar muchas cosas, las reglas, al estado, el peligro, intenta hacerlo con el destino y un poco huele a justicia social -aunque es para uno mismo-, retando todo ello. No obstante es cuestión de tiempo caer detenidos -frente a un poder notoriamente mayor- y el filme tiene mucha vida en ese trayecto, produciendo mil entretenidos momentos -varios tensos-, desde el cine que le habla fácil al público otorgándole algo notable. La mujer de un ladrón hace como talón de Aquiles para él y no para de complicarle la existencia y de paso a los demás, añade mucho al conjunto. En ese sentido se ve a Tiao cómo domina a las mujeres, quien lleva mucho de guerrero tribal en la imagen de un humilde camionero. Incluso en un momento les dice a sus 2 parejas, ambas presentes, que deben llevarse bien entre ellas, implicando como principal la solidaridad económica. Igualmente se ve como se les ilumina los ojos a sus inocentes hijos cuando le ven, habiendo en la propuesta varias imágenes donde choca ver la pobreza desde la infancia y es un elemento que implica pensar más que en Tiao. Las actuaciones son buenas, como la de una de las esposas -una morena guapa desprovista de adornos- que se quiebra frente a la presión policial -luciendo estos como buitres, aunque están cumpliendo con su deber- y de los medios y produce tremenda secuencia hacia lo melancólico, mostrándose una mirada social dentro del abandono de los pobres y te hace reflexionar aunque no solemos hacerlo. También son memorables las escenas con el popular actor brasileño Grande Otelo como un borracho lleno de risa (picardía) en su pequeño e intenso cuerpo. 

jueves, 4 de abril de 2024

Les Photos d'Alix

Una fotógrafa, Alix Clio-Roubaud, una fotógrafa de verdad, de 30 años de edad, muestra fotos suyas a un amigo y empieza a hablar exagerando lo que ve, aunque lo hace muy relajada, fumando, contenta consigo misma. Las fotos que muestra se miran a la cámara, frente al espectador, y son muy simples, pero ella les da otra dimensión mayor y cada vez la ironía o el truco de Jean Eustache es más notorio. La fotógrafa –como una efigie que seduce- denota que sabe o tiene buen conocimiento general pero el trabajo en sí es distinto a como lo describe, marcando la diferencia entre lo que creemos y lo que en realidad es, como si habláramos de un trabajo trascendental que lo hace desde lo minimalista o austero, desprovisto de detalles. En sus palabras las fotos son algo complejo, mientras lo que se ve en sí es básico, en un juego que llega hasta lo obvio, puesto que el mecanismo se repite e intensifica. Se nota una mujer algo presuntuosa y ella le da además un elemento personal al asunto, íntimo. Ella misma llama al material y al trabajo de su fotografía como algo sentimental, manifestando una cierta poética, y no suena mal porque le habla a un amigo con el que parece tener mucha confianza, pero hay abierta grandilocuencia en su verborrea de mujer que se estila sofisticada o muy moderna. No obstante el material parece desmentirla y ahí brilla la “originalidad” o lo políticamente incorrecto de Eustache, puesto que se lee como un filme sobre relaciones entre hombres y mujeres, a lo Truffaut, donde la mujer cae en la personalidad extrovertida, de las que no llevan contención y es material sutil –por el compañero que quizá está un poco ciego- y no tan sutil –por el director- de crítica del hombre. Se nota más porque el joven, Boris Eustache, hijo real del director, que por entonces tenía 22 años, parece en realidad un muerto, no exuda mucha personalidad, entonces el contraste es notorio. Es un filme un poco machista, juega al cliché del tipo sencillo, humilde, sin pretensiones, el típico hombre que no se hace problemas –o le teme a toda intrepidez-, y la mujer demasiado habladora, demasiado ella, pero también habla de juventud, mientras el chico es más maduro digamos o así lo parece su recato, aunque más plano, incluso autoconsciente (que también es complicado de hallar). El muchacho parece interesado en la mujer y es todo oídos y amabilidad. Ella simplemente está en pleno ejercicio de sentirse atendida, objeto de atracción. Sea por su belleza o su personalidad extrovertida, diga lo que diga. Es un filme que se puede catalogar de sencillo, de los híper realistas, pero que es sólido y condensa muy bien su idea y lo hace provocando una narrativa autosuficiente en tan solo 18 minutos, logrando cocinar un pedazo de vida entre las relaciones hombre-mujer, de lo que no sorprende que exista el feminismo –mucho más lógico de lo que creemos, aun viviéndose demasiado ubicuo hoy-, frente a cierto estado de velada superioridad de algunos frente al objeto de adoración (o deseo de posesión), pero también de tortura. Cuando uno ve un filme -que a eso remite el contexto de la fotografía y seguramente al propio trabajo de Eustache- uno puede ser muy básico, muy práctico, muy informativo, muy escueto, parametrarse en lo más seguro, pero también un tema o una interactuación visual puede despertar muchísimos ángulos del mismo tema. No es que inventes sino es flexibilizar o manipular partes menos obvias y limitadas por lo más abierto y notorio, si bien todo trabajo artístico es un trabajo subjetivo, y tanto la crítica como la película son complementarios puesto que pueden enriquecerse mutuamente. No es solo repetir lo que está delimitado de manera general, la narrativa central. Hay critica que puede aspirar plantear literatura –la riqueza y la libertad de la palabra, romper con las reglas pero sosteniéndolo con los propios argumentos- y pensar con libertad un tema, es sacar sustancia de lo que vemos, pero tampoco es un trabajo fácil, no todos pueden exprimir un tema, es más común sólo poder ver el mundo de manera encerrada y cuadriculada. Si bien el filme de Eustache como que se burla de esto, lo que en realidad determina que es bueno y que no es la argumentación, sostenerlo, mostrar lo que pocos ven. Y aquí la chica es mofa de la personalidad femenina que seguramente Eustache se ha topado o ha conocido en gente de su entorno, gente que magnifica lo vacío, lo ordinario. ¿Dónde yace la diferencia? En reconocer interesante lo que se percibe. Uno puede burlarse como el chico no lo hace porque está seducido por la belleza y la amistad de la fémina, pero si como un Eustache que plantea un elogio de nuestra simpleza, como muchos hacen, pero nunca olvidemos el poder de tener una mirada atípica, o simplemente un ángulo nuevo que enriquece el mundo, un mundo que nunca se acaba, ni debe acabarse, aun luchando frente al canto de nuestra elementalidad.

sábado, 30 de marzo de 2024

Cosmic Miniatures

Éste filme le pertenece al alemán Alexander Kluge que tiene actualmente 92 años de edad. Trabaja con la Inteligencia Artificial y es una película en buena parte de ciencia ficción, con muchas naves espaciales de fantasía imaginativa, bastantes menciones a extraterrestres, a animales fantásticos, y a montón de galaxias, astros y al cosmos en total libertad creativa, donde mezcla astronomía, astrología, matemática y ciencia ficción. El filme se basa en la exhibición a través de foto fija y es toda una extravagancia y tiene su gracia, sobre todo para cinéfilos curiosos y pacientes. Es una película de animación y por ende lleva mucha imaginación y ficción. Menciona lunas y planetas como hoteles, tiene una mirada muy futurista, muy libre, aunque la inteligencia artificial que usa para generar las ilustraciones y lo fantástico también tiene un toque como a borrador, pero sin duda, es una obra con su gracia, más allá de tener muy presente al autor, su recorrido, y a éste por una parte cine experimental. Igualmente se ve que Kluge se lo ha tomado muy relajado el asunto y se ha puesto a jugar con la computadora. Hay una parte que es astronomía real y habla de vuelos espaciales y la labor de conquistar el espacio, pero se deja llevar en demasía y mete mucha fantasía, es a todas luces un divertimento de cine arte minoritario. Hay mención documental o histórica a la perra rusa Laika, el primer ser vivo lanzando al espacio, alrededor de la tierra y que murió, pero sirvió para comprender que el ser humano podía resistir fuera de la tierra, y le rindieron un monumento. También vemos una parte científica con experimentos con gatos lanzados al espacio o entrenados para ello, y es un momento de inquietud, incómodo, puesto que nadie quiere ver animales lastimados o maltratados, y medio que el realismo europeo te pone tenso en pantalla. Pero Kluge no hace gala de sadismo disfrazado de realismo científico y pasa rápido y satisfactoriamente su propia prueba de empatía con el espectador, cosa que muchas veces pone a prueba puesto que su filme requiere de mucha paciencia, siendo un poco repetitivo, mostrando una gran seguidilla de fotos de ciencia ficción, proponiendo una narrativa escueta o elemental, como bien dice el título, se trata de miniaturas cósmicas, y en sí es una propuesta humilde, más allá de meterle matemática, pseudo ciencia y conocimiento de astronomía. En su mezcla de fantasía y el derroche futurista de la conquista del espacio es que se plantea un poco en la revelación, tras por un lado lo extraño, lo oculto al ojo común humano, pero lo hace de manera básica, y siguiendo un formato pseudo trascendental, propio lógicamente del sci-fi, pero que en realidad es manipular en plena libertad hasta lo lúdico la inteligencia artificial y lo que aguanta ser una animación con la que vamos a entretenernos y al mismo tiempo al mismo Kluge que nos sorprende a su edad, donde hace uso de humor además, pretendiendo ser cool, pero ¿por qué no? De eso va el cine en mucho, de seducir al espectador o un posible público con la libertad imaginativa y creativa del arte, y ahí también parece entrar la inteligencia artificial, si bien es algo aun en pos de perfeccionarse para que sea más disfrutable o más sustancial. Visualmente tiene cierta grandilocuencia aun tratándose de foto fija, pero carece un poco de mayor originalidad. No obstante hay muchos nombres de astros, miles de lunas, y galaxias que hasta apabulla en la inmensidad de lo que uno tiene o espera allá afuera. 

jueves, 28 de marzo de 2024

A paixão segundo G.H.

Ésta película del brasileño Luiz Fernando Carvalho presentada en el festival de Rotterdam 2024 adapta una novela de Clarice Lispector de mismo título. El filme es la introspección de una mujer de clase alta conocida simplemente como G.H., una escultura, que yace en su hermosa casa frente a la playa en la mayoría del metraje. El filme es un monólogo de ésta bella mujer interpretada por Maria Fernanda Candido en una performance muy exigente, donde exalta muchas emociones. La introspección es bastante ardua y compleja, es difícil de coger todo lo que pretende autoanalizarce y lo deja claro, cuando expresa, que no todo lo dice, es decir, hay mucha sugerencia, mucho quehacer gaseoso, no del todo especificado, y versa sobre un pasado que de cierta manera atormenta a la protagonista, que habla de un infierno del placer, pues ella asume el infierno como un lugar no de dolor sino de placer, y puede remitir a un pasado oscuro, de libertinaje, o de prostitución, donde habla de abortos. Es un filme muy interesante, donde Lispector denota ser una gran escritora, con un mundo muy personal, un fuerte mundo interior, donde alude incluso crisis mentales y hasta locura, delirio, histeria, cambios de estados de ánimo, perplejidad hacia el mundo y hacia la propia vida, como también con la relación de pareja, habiendo conflicto con una existencia con licencias y mucha libertad, señalando monotonía, pero al mismo tiempo dando a entender que ama a ese hombre con la que vemos tener sexo y dormir al lado. Implica también lucha de clases y diferencias sociales con la empleada negra recién despedida, la que le hace sentir un cierto estado de culpa, como de opresión hacia una clase más débil, y que coquetea un poco con cierto sutil erotismo, al mismo tiempo de sugerir violencia como dentro de una historia de terror, de un miedo personal exagerado, como así mismo vemos que una cucaracha despierta su psiquis y la hace meditar en demasía, como alguien que lleva un problema, aludiendo a Kafka, sintiéndose igualmente una cucaracha o una barata como dice en portugués. Hay un miedo a encontrarse con los errores del pasado, que guarda secretamente, pero esto le mortifica, así la vemos atravesar simbólicamente un encierro y hasta vacilar con un posible suicidio. Es una demostración de poder en nuestra contra y autocontrol, de no quebrarse y volver hacia ese futuro y esa esperanza que dice rechazar, puesto que observa a Dios en su presente a donde se siente ligada. La vemos divagar entre ser una socialité o caer en el abismo. Aceptar a su pareja o ir en busca de otra gente. Es la duda constante, el meditar cada cosa, con esa cucaracha y lo desagradable agrediendo su estabilidad, yendo y viniendo de su especie de infierno mental, donde observamos una mente inteligente, pero al mismo tiempo frágil e intensa, que va en detrimento de su propia personalidad, esa que parece haber mutado pero que se debate en poder caer en errores de antaño, frente a una vida cómoda económicamente en la actualidad en que vive y puede haber sido distinta antes. El filme es una explosión de muchísimas ideas que versan sobre la femineidad, sobre la independencia, la individualidad, el yo omnipotente puesto a prueba, es una mirada solitaria finalmente, con ese hombre que le acompaña pero yace en segundo plano, es ella frente a ella misma, frente a la cucaracha dentro del mundo social, viéndose reflejada en lo desagradable y barato o en choque con ello, que el filme de Carvalho sabe explotar con el detallismo y el "deleite" del insecto, convertido en radiografía. Es también una lección de creatividad artística, de conocernos o auscultarnos profundamente y concebir algo sumamente personal sin entregar todo servido. Sufrimiento existencial a la vena en un viacrucis seductor, intimidante y extenuante, como tremenda la entrega (hacia la liberación o expulsión), de éste especie de teatro unipersonal cargado de una amplia gama de emociones. 

martes, 26 de marzo de 2024

Ramona

Ésta película del 2023 es de República Dominicana y le pertenece a Victoria Linares Villegas. Es un documental, un especie de filme preparación para hacer una ficción o juega a eso, a exponer la historia de un filme mediante detrás de cámaras, con una actriz entrevistando gente semejante a la protagonista que haría en el relato, Ramona, una chica morena de 15 años que ha quedado embarazada y sueña con ser actriz. Para ello 15 adolescentes participan como variantes de la misma Ramona mientras aportan sus historias de vida, que versan sobre el embarazo prematuro o en chicas que aun no están preparadas para ser madres pero deben asumirlo con entereza, crecer en el proceso. El filme pone diferentes situaciones que hacen de ensayo al que sería el relato de un posible filme de ficción. La actriz escogida o la primera opción entra en una peluquería y actúa como si estuviera embarazada. Ahí se habla de éste difícil trance, se menciona la responsabilidad que acarrea tener un bebé, como una joven debe hacerse la idea de ser madre tan pronto. En otros momentos se flirtea con el padre que hace de galán pasajero, dentro de la juventud y el hedonismo inconsciente. Bailan, se seducen, en un lugar tipo del campo, como en una verbena. Se hace un poco de teatro además, con las adolescentes de público analizando la situación que observan y las refleja. El filme trata de investigar sobre su personaje para crear realismo, pero a la hora de recrear se plantea como una especie de telenovela. La parte documental tiene a la actriz principal interactuando con el contexto, como yendo a comer a un lugar austero, puesto que el filme recrea la vida de una chiquilla humilde, y común y corriente. En medio del ensayo vamos conociendo los pormenores de la historia de Ramona, una chica afín a muchas, donde en la propuesta tenemos 15 opciones, 15 representantes, que actuarán también cumpliendo su sueño. De paso las adolescentes hablan de su situación y cómo documental sirve de conocimiento sobre el tema. Piensan el lugar en que se hallan, sin dramatismo, sino en tono relajado. En sí es un filme suelto, que no trata de marcar ninguna tragedia, sino la aceptación de algo inevitable, aceptarse madre antes de tiempo, aunque madre soltera, pero tampoco dejaran de soñar y lo que vemos es justamente participar de una película, donde todas son Ramona en la flexibilidad y variedad de la personalidad. La actriz principal hace bien su trabajo tratando de lograr concebir a Ramona, como la va moldeando con los datos recabados, el engreimiento, la inmadurez, y así cada detalle separado que presenciamos iremos pegándolo para armar el panorama que es algo sencillo como para identificarse fácilmente. Formalmente no existe una película de ficción de cine arte, tira más a telenovela, pero como documental de ensayo making of lo hace bien, sumando análisis del embarazo de las adolescentes dominicanas, sin juzgarlas negativamente, sin ahondar en las culpas, sino comprendiéndolas, proponiendo amistad, y hasta dando cabida para que puedan no solo ser madres responsables, sino que puedan ser felices con sus cosas propias. Es un filme que busca emparentarse, no juzgar que han cometido un gran error, queda sobreentendido, y se prefiere incluso un poco de juego, de intrascendencia. Es comprender la inmadurez de la edad, pero se percibe ligereza. La falla es también la ausencia de una mejor comunicación con los padres -esperando no tener malos padres-, más noción de ésta situación, de las relaciones sexuales. Pero aquí se propone desde otro ángulo, como algo recurrente y busca la propuesta brindar un apoyo de semejante. Pero apoyemos también con prevención y confianza con los padres, luego por los maestros, y no tener así adolescentes que tengan que recién aprender de la vida, madurar, tras ya estar metidas en el error. 

lunes, 25 de marzo de 2024

La vida a oscuras

Éste documental del argentino Enrique Bellande nos enseña la labor de Fernando Martín Peña, coleccionista de películas en fílmico, que a falta de cinemateca es como que Peña es en cierta manera una pequeña cinemateca nacional, usando su colección privada de películas para proyectarlas públicamente, donde él mismo es el proyeccionista, igualmente las presenta y hasta quien recibe a la gente que asiste a ver sus proyecciones. Lo vemos cómo consigue su material, que es prácticamente desechado en primera instancia y él lo recoge, lo arregla y lo conserva en su propio hogar, en una época que ha cambiado, convirtiendo todo a digital y ya muriendo un poco el fílmico o yendo hacia su declive, pero Peña es alguien que trata de resistir el cambio, aunque se encierra a ver en su casa las películas, como uno hace así mismo con el streaming. Martin Peña se ha ganado el cariño del público argentino con el trato directo, como de quienes llegan a conocer de su pasión por el séptimo arte, también porque conduce un programa de tv dedicado al cine llamado Filmoteca, temas de cine, que conduce en tv pública ya rumbo a las 2 décadas. En la propuesta de Bellande vemos de manera muy práctica a Peña haciendo su labor, cero disfuerzos ni grandilocuencia, con la documentación de cada paso a paso de lo que realiza. Es un filme que trata de ser muy visual y no demasiado verbalmente explicativo en ese trayecto de comprender la dedicación de Peña y el proceso de recuperación y conservación al que se entrega. Pero además Martin Peña suele ser un buen conversador, mostrando además dotes de crítico, al ser conocedor profundo del material con el que trabaja donde asoman rarezas y también hasta dibujos animados pioneros y básicos, pues Martin Peña es un coleccionista todo terreno. Se le nota un buen tipo, muy sencillo, alguien que de verdad ama el cine, que como bien dice, qué bueno que de cierta manera el cine sea infinito y nunca uno deje de aprender y conocer, es un mundo de eternas novedades. Ésta pasión le viene desde niño por su padre y así mismo por el fílmico. Por ésta propuesta pasan películas memorables que observamos programadas en salas de exhibición por Peña hasta algunas difíciles de encontrar, un lujo gracias a éste coleccionista, sobre todo al estar en fílmico existiendo siempre muchos amantes de los ritos de siempre, con un Peña que trata de mantener la tradición del uso del material de antaño para proyectarlo pacientemente de manera clásica en una sala de cine, donde suele llenarlas o brindarse a los cinéfilos más hardcore, como él mismo lo es, sin ningún tipo de sobredimensión, sino siempre próximo y real, sorprendiendo al público con su criterio de programación. Incluso nuestro protagonista tiene muy claro el futuro, tal cual el filme (que ha tomado buen tiempo en concretarse), alguien como todos, uno de nosotros, dirían, palpando que respira cine, ama de verdad lo que hace mientras es especial en su contribución a la cinefilia argentina, y no porque todo sea perfecto o nos venga como anillo al dedo -como llega a decir sutilmente, ya que ser sociable es un trabajo también-, sino porque el que ama lo hace con todo el paquete y ahí finalmente tras la luz, tras la imagen en el ecran, yace la mirada feliz, cómplice, que se multiplica. 

martes, 19 de marzo de 2024

Garrincha - Alegria do Povo

Éste documental es el debut del brasileño Joaquim Pedro de Andrade. Es de 1963 y está calentito cuando el delantero derecho Manuel Francisco dos Santos, alias Garrincha, apodo que proviene de un ave como un ruiseñor que es oriundo de América, estaba en su máximo momento de gloria futbolística. Un año atrás había sido nombrado el mejor jugador del mundial de 1962 donde Brasil ganó el título y era la segunda vez consecutiva que Brasil ganaba un mundial gracias a su talento. Tanto en el mundial de 1958 como el de 1962 estuvo presente el mejor futbolista de la historia, Pelé, que debutó en un mundial con 19 años, pero Garrincha hizo más en estos 2 primeros mundiales, si bien Pelé destacó también, y ya en 1970 se luciría sin Garrincha con un nuevo título para Brasil. El documental de Pedro de Andrade como está calentito y el fútbol es un deporte que despierta pasiones y fanatismos no se manifiesta muy explicativo, sino asume que uno sabe mucho de Garrincha, entonces simplemente pone en movimiento la cultura del fan, le habla más al que lo conoce celebrando con éste público un homenaje a su figura de futbolista excepcional, uno de los mejores futbolistas de la historia. Se dice que tenia aves de mascotas, y se alude indirectamente a su sobrenombre. Hay mucha foto fija y bastante material de archivo de lujo para observar toda esa grandeza que tenía éste futbolista en la cancha, quien sabia hacer bailar a sus contrincantes como el mejor regateador de todos, que por sus piernas torcidas no sabían porque lado iba a tirar a correr o pasar la pelota. Ese es otro punto que habla de alguien especial, la anatomía de Garrincha no apunta al cuerpo natural o ideal que va a brillar en éste deporte, sino estaba lleno de imperfección, sin embargo como el talento no conoce reglas ni límite alguno se paso por alto todo lo que apuntaba en su contra, se volvió excepcional contra todo pronóstico. Otra cosa es que Garrincha era muy carismático, un tipo del pueblo, salido de abajo, y  siempre lo llevo consigo, generaba mucha empatía. A donde iba lo seguían, se amontonaban a su alrededor, como se pone a prueba en la propuesta. Los niños lo rodeaban, los adultos querían abrazarlo, darle la mano. Lo llamaban por ello la alegría del pueblo, por todo lo que se entregaba y conseguía en la cancha. Así vemos literalmente por el final, en el desarme y en la total complicidad del estadio, los marcados estados de la existencia, Garrincha despertaba fuertes pasiones, cundía de emociones al público que reaccionaba desde lo más profundo. El documental exhibe con gran perfección esa devoción del fanático alrededor de su ídolo. Hay consistente tiempo, bien dosificado, muy bien invertido, donde la cámara construye un hermoso resumen, dejando ver la técnica de Garrincha y es poesía visual. Cogemos su magia en estado puro con el dominio de su cuerpo. El filme no habla de nada negativo, puesto que es hasta 1963, Garrincha era el hombre que daba la hora, al que todos adoraban y admiraban, dentro del deporte más popular del mundo. Lo observamos entrenando y jugando en su primer club profesional, el Botafogo. Así mismo se pasa revista a la empresa textil de su lugar natal, Pau Grande, Magé, donde trabajaban todos los de la zona, donde estuvo junto con los amigos de toda la vida. En éste trabajo le solían perdonar que sea un poco flojo porque los fines de semana hacia ganar siempre al equipo de fútbol de la empresa. Lo vemos jugar a lo paradisiaco con la gente de su infancia, enrumbados hacia los 30. Igualmente contento con su familia, con sus 7 pequeñas hijas con las que echa a bailar, con esa festividad que le solía acompañar. El filme es una celebración del amor por el deporte. 

domingo, 17 de marzo de 2024

American Fiction

American Fiction (2023) debut del americano Cord Jefferson adapta la novela Erasure (2001) de su compatriota Percival Everett. Ésta propuesta ganó mejor película en el TIFF 2023, que es un premio prestigioso y curiosamente toda la gente asistente a las sesiones es la que vota, es un premio del público. En la historia tenemos a Thelonious "Monk" Ellison (Jeffrey Wright), un escritor sofisticado que no tiene mucho público, prácticamente es un desconocido. Un día se da cuenta que hay una escritora, Sintara Golden (Issa Rae), que trabaja con los estereotipos de los afroamericanos y es muy popular y exitosa. A él le molesta que a los afroamericanos se les encasille en su peor imagen, rodeados de crimen y sufrimiento a esa vera, siempre gángsters, siempre raperos. Monk incluso expresa muy audazmente que más que encasillarse en ser denominados afroamericanos, deberían verse más allá, como principalmente norteamericanos y buscar destacar, proponer complejidad, intelectualidad y brillar de esa manera. Monk se molesta y hace un libro al estilo de los estereotipos de los afroamericanos y lo hace con humor negro, pero ¡oh sorpresa!, empieza a tener relevancia, popularidad, lo empiezan a convocar de todas partes. Producto de esto puede estar cerca de Sintara y se da una gran conversación entre ellos, poniendo los distintos puntos de vista sobre la palestra, es así que éste filme si bien es más cómplice de Monk, da espacio para las opiniones opuestas. Igualmente la novia de Monk, Coraline (Erika Alexander), discute opiniones opuestas con Monk que es un tipo muy inteligente, pero también algo distante por ello del resto y choca a menudo con el mundo. Coraline es una mujer educada e inteligente, pero sí da cabida a lo popular, a esos lugares comunes que Monk detesta y siente que limitan el progreso y la mirada de su gente. Monk es un tipo intelectual de buena posición social, educado, de buena familia, no es rico, pero vive muy bien. El filme también muestra empatia de a pie con el público, con problemas familiares, gente que nos deja o gente que se va deteriorando por la edad, también hay momentos dulces y empáticos con la nana de Monk, Lorraine (Myra Lucretia Taylor), y con el hermano de Monk, Clifford (Sterling K. Brown), sobre su identidad sexual. Es una película que busca la sofisticación de la gente de color, pero también muestra la bella simpleza de nuestra humanidad, no es que se distancie de la gente, pero quiere también que vean más allá, que no se les encasille, de esa manera tan vulgar y simplista en las acciones, todo visto como un gángster, como alguien irreverente que no sigue reglas y lo hace de la manera más plana y criminal, tal lo define la discusión del metacine pues ésta propuesta que vemos se refleja a su vez como la película de un guion de Monk, donde los policías terminan acribillando a Monk, que se hacia pasar por un autor prófugo de la ley para ganarse al público. Es una película que también desnuda como los blancos americanos -editores, productores- celebran estos estereotipos, por una curiosa búsqueda de integración y de querer congraciarse con la gente de color, con lo popular de ellos. También porque estos estereotipos son muy imitados, la imagen de gángster, de rapero, incluso por los blancos y produce mucho dinero. 

sábado, 16 de marzo de 2024

Midnight Cowboy

Cowboy de medianoche (1969) del británico John Schlesinger, ganó 3 Oscars, mejor película, mejor director y mejor guion. El guion estuvo a cargo del americano Waldo Salt que ganaría un Oscar más por otro guion (Coming home, 1978) y fue nominado por lo mismo por Serpico (1973). Adapta la novela de idéntico nombre de James Leo Herlihy. El filme nos remite a la amistad de un puto, Joe Buck (Jon Voight), y un estafador de poca monta, Ratso (Dustin Hoffman). Joe viene del sur de Estados Unidos y quiere una vida fácil, no quiere un trabajo ordinario y cansado -como inicialmente, lavando platos-, cree que le irá mejor cumpliendo con los sueños húmedos de las señoras, pero en New York todo será distinto a lo que pensaba, no le será sencillo sobrevivir económicamente, ni siquiera laborar de puto como pensaba o creía que porque simplemente es un buen amante todo sería cuesta arriba, que sería bendecido de golpe al pisar la gran ciudad. Joe es un poco inocente, hasta se deja engañar, y para sobrevivir tendrá incluso que tener sexo con gays que son los que buscan mayormente a los putos.  A Joe esto no le gusta, pero parece que no le queda otra, es la dura realidad, vivir pobremente en New York donde Ratso prácticamente es un indigente y él le acompaña en esa existencia. Encima Ratso yace enfermo y sin poder curarse, además de que en realidad es un tipo ignorante y no tiene las mejores salidas mentales. El filme intenta ser algo innovador y se apunta a la movida independiente de fines de los 60s y comienzo de los 70s en EEUU, con fiestas donde se mezclan todos gracias a la apertura mental y deseo de experimentación de los jóvenes privilegiados neoyorquinos, provocando fiestas con un cierto toque freak. Joe yace en un tira y afloja, a veces le atina, pero luego cae en el abismo, es la idiosincrasia de los que no tienen futuro. Joe es un tipo muy simple y esto le hará pagar caro, en un lugar donde se rompen los sueños y a la gente frágil. Así también vemos gays que pasan por trances donde sufren para aceptar quienes son, por sus ansias sexuales, llegando hasta lo patológico y autodestructivo, y ahí se presta el relato para una escena muy fuerte de ver y de pensar, que traerá la tragedia, hacia ese final de perdedores hundidos en el infierno, con una mirada pesimista, en una New York de muchas caras, de privilegios, goces y juergas, de extravagancia, y también de gente que se queda en el camino. Es una historia triste, de un final que parece no ajustarse a como parte Joe, lleno de optimismo, aunque queriendo anclarse a una vida fácil y queriendo brillar con cierta velada corrupción disfrazada de aventura y apasionamiento tras lo sexual. Es el anhelo de la vida cool en el libertinaje que nos termina cobrando factura, aun cuando Joe como con Shirley (Brenda Vaccaro) de compañera sexual que le paga por sus servicios tendrá su momento de gloria, dando a pensar la posibilidad de que sus sueños inocentes pueden cumplirse, de vivir de mujeres adultas sexys o de muchachas rebeldes. 

jueves, 14 de marzo de 2024

A Dirty Story (Une sale histoire)

Ésta película de 1977 se divide en 2 cortos de 25 minutos cada uno. Lo dirige el francés Jean Eustache. El primer corto es la performance del segundo corto que es documental. Son casi idénticos. Es interesante observar, comparar, como Eustache adapta el segundo corto, como se percibe el primer corto. El primer corto tiene a un actor reconocido y de extensa carrera y por entonces ya muy experimentado pero no demasiado conocido tampoco por muchos, al menos no por los observadores casuales. Él es Michael Lonsdale y hace del amigo de Eustache en la vida real, Jean-Noël Picq. Picq ideó la historia y es más una anécdota y vivencia personal suya. En el corto documental Picq simplemente está en una sala conversando con sus amigos, hombres y mujeres de distintas edades, incluido entre los presentes el propio Eustache que apenas se le ve. En gran parte es un monólogo de Picq, pero luego sobre todo las mujeres debaten lo que ha contado. Su relato es sobre él mismo descubriendo un hueco secreto en la pared que le permite ver el baño de mujeres de una cafetería-restaurante. Gira alrededor de la fijación de ver vaginas, vulvas. Todo es diálogo, no hay imágenes de las partes intimas. En el trayecto Picq habla de asuntos morales, así como de las diferencias femeninas a raíz de las vulvas (y a lo que le da gran dimensión), de la seducción y la aventura, de lo doméstico o poco apasionante, de lo pervertido, de lo autodenigrante, del esfuerzo que paga más que lo fácil, de la igualdad y diferencia de géneros, de la humillación en la sintetización, de la vanidad femenina, del voyerismo desde varios ángulos, de la mala obsesión, de la animalización, hasta del machismo y el feminismo, etc, dentro de una anécdota muy rica en pensamientos y que se comprende perfectamente. Muchas de las mujeres presentes parecen ofendidas y lo atacan un poco, dentro de un ambiente educado. Picq responde como puede. El monólogo se presta para mucho debate. Aunque lo que hace Lonsdale está muy bien, hay pequeños detalles, como tics y cierto nerviosismo, movimientos más de reflejo, que denotan sin saber cual es actuación y cual es documental que la parte de Picq es la verídica, la parte de mayor naturalidad, y la imperfección más bien le ayuda. No obstante las diferencias son mínimas, incluso de quienes escuchan. Visualmente los cortos son un alarde de extrema austeridad, pero el relato en sí, el monólogo y el debate, es bastante seductor, así como el mecanismo de la imitación, y además está el reconocimiento del quehacer del propio cine. Es valioso ver como algo que como en Porky's (1981) puede ser aunque dentro de lo cómico, vulgar, aquí se convierte en algo intelectual, desde lo que anuncia el título, una historia sucia. 

lunes, 11 de marzo de 2024

Save the Green Planet!

Save the Green Planet (2003) es el debut del coreano Jang Joon-hwan y es una de las películas más celebradas del último cine coreano. Es un filme que maneja diversidad expositiva, es por una parte una sátira de ciencia ficción, y también es un thriller clásico coreano de los muy buenos, teniendo mucha fama como país al respecto, y por último plasma mucha extravagancia e irreverencia pero de la buena, de la que se llega a comprender y a ser uno cómplice. El filme tiene de protagonista a Lee Byeong-gu (Shin Ha-kyun), un chico estudioso de los aliens que cree firmemente que los extraterrestres están por invadir y destruir el planeta. Para eso hay extraterrestres encubiertos como personas en la tierra desde hace tiempo y nuestro protagonista piensa que uno de ellos es Mr. Kang Man-shik (Baek Yun-shik), un empresario super conocido y millonario quien según Byeong-gu va a recibir a los aliens. Es entonces que Byeong-gu lo secuestra y lo lleva a su hogar que está muy bien camuflado en el campo. Era un sauna y baño para mineros, luego un centro de apicultura, lugar que es como un bunker que Byeong-gu ha acondicionado para poder torturar en plena libertad -más tremendo humor negro y mala sangre- al empresario, quien es un hueso duro de roer y en lugar de estar blandito, yace fiero y retador como un león, aun bajo las circunstancias de hallarse atrapado por un especie de demente que está segurísimo de que es un extraterrestre y donde entra a tallar una comedia muy satírica. A Byeong-gu lo acompaña su novia en su secuestro macabro, una gordita, equilibrista de un circo, Su-ni (Hwang Jung-min), que también se presta para el humor negro y la consabida tortura y quien adora a su pareja y le es leal radicalmente, sin límite alguno, habiendo una historia de amor freak entre ellos. La cosa se pone perversa cuando detrás de todo hay un asesino en serie y un quehacer oscuro que hacen del presente un thriller en toda regla. Para eso entra a tallar un policía de esos admirados o de culto pero oficialmente losers, el inspector Choo (Lee Jae-yong), quien emprende por su cuenta y astucia la búsqueda del empresario. El momento que descubre la casa aislada de madera como en una pradera y en altura es como si una película de terror le diera la bienvenida y al espectador. Al inspector Choo le dice un joven oficial y fan, como bromeando, que parece un vagabundo, se ve un poco descuidado, y en sí tiene un aspecto bastante peliculero, en un filme que tiene un lado bastante cool hedonista, pero acompañado de otras expresiones y estéticas. A Byeong-gu se le suma un background sólido, interesante y curioso, que le da ambigüedad moral y mucha libertad al mismo tiempo, donde representa la crueldad y también una cierta lastima, y a la vez pivotea como el salvador improbable a lo Taxi Driver (1976). Es una película que nunca deja de presentar novedades, como cuando surge humor naif y terror al tapar pistas. Los personajes del filme son al estilo coreano, siempre algo descocados e intensos, de los que no temen ser perversos y al mismo tiempo cómicos o hasta lastimeros, o perversos con el humor. Es una película que no tiene pierde, que es un viaje rocambolesco de los valiosos, que se toma mil riesgos pero que da en el clavo y nada en la empatía, consiguiéndolo sin entregarse fácilmente. 

viernes, 8 de marzo de 2024

The Zone of Interest

La zona de interés (2023) del británico Jonathan Glazer es una película sobre los nazis y el holocausto, y uno diría, ¿una película más de nazis?, y sí, pero tiene originalidad y es una buena película. El filme se plantea sobre una idea, mostrar a una familia de clase alta alemana viviendo en la ciudad de Auschwitz, Polonia, en plena segunda guerra mundial. Todos ellos se comportan como una familia amorosa y amable entre sí, cuidan de los niños, son dulces con los perros, tienen sirvientes y cierto refinamiento intrínseco, cuidan del jardín, aman las plantas, y tienen una casa muy bella y muy cuidada. Pero también se muestra que no son cualquier gente, son nazis, y no sólo eso, se trata de que el patriarca de la familia fue un importante nazi real, Rudolf Hoss (Christian Friedel), el comandante y jefe del complejo de campos de concentración y exterminio de Auschwitz y que en la película lo vemos ejercer esa labor, pero dejando mucho en fuera de campo o haciéndolo bajo la sugerencia o solo con pequeños destellos. La idea es ver que vivían normalmente, muy tranquilos e indiferentes al horror de su gestión, de la guerra, del nazismo y del exterminio de judíos y de disidentes a su régimen. No obstante hay momentos donde se deja ver que eran personas horribles, terribles, como cuando la esposa de Rudolf, Hedwig, interpretada por la talentosa Sandra Huller, dice entre risas que a ella la conocen como la reina de Auschwitz, vanagloriándose de la brutalidad, perversidad y maldad que significa éste lugar, dicho de manera inocente, y frente a su propia madre. Huller imita a una alemana de gestos toscos, de andar rústico, de maneras poco finas, aun siendo alguien de alta sociedad. Huller deja ver claramente que busca crear una personalidad a través del movimiento del cuerpo. Existen momentos poco sutiles, como cuando Ruldolf y Hedwig se mandan sugerencias sexuales a través de la mención de los chanchos, al estar echados en sus camas de noche, pero en sí el filme quiere dejar en evidencia que ésta gente era de la peor calaña, lejos de cualquier cargo de consciencia, culpa o vergüenza en sus actos, y uno los percibe como notoriamente repudiables y hasta insoportables -a pesar de cierta sutilidad visual en su gestión-, habiendo un buen trabajo logrando materializar sus actos oscuros con sus personalidades, aun cuando son capaces de amar mascotas y embellecer un jardín, o administrar con normalidad un hogar, si bien sus vidas no eran nada convencionales como cuando aflora el vomito en la garganta de Rudolf -queriendo algo incomodarlo, molestarlo y/o llamar su atención-, y al rato vemos el museo que conmemora el millón de muertos en Auschwitz. Glazer encuadra en toma general a Rudolf saliendo muy tranquilo y muy serio hacia el trabajo, como algo común y no lo es, se entiende el horror de la normalización de la maldad. Así vemos semejante a una reunión ordinaria de negocios a los nazis discutiendo sobre como manejar el exterminio. Glazer empareja cosas comunes a la vida y gestión de los nazis y produce impacto, incomodidad y reflexión, también empatía y entendimiento del espectador con ésta denuncia de inhumanidad y brutalidad, aunque uno debe reflexionar de manera general y ver con humanidad no solo a unos pocos sino a todos los seres humanos en estado de abuso, y buscar desterrar la perversidad y el horror en general, del planeta, tal así de tantos crímenes de guerra. Es notorio ver que ésta importante familia nazi -que seguían comandos superiores, a los que querían halagar- estaba únicamente pendiente de sus vidas, alejados de la realidad de los demás y hasta convirtiendo el mundo en un lugar más pútrido. Ésta propuesta hace pensar en una lectura de la opulencia frente a la pobreza de La Tierra, no solo económica y de subsistencia, sino en referencia a actos corruptos, que deben sancionarse o eliminarse, aun cuando es un trabajo titánico frente a nuestra predisposición a ejercer el mal o a cegarnos o a equivocarnos, habiendo llegado a la putrefacción que fue lo nazi que regentaron por buen tiempo proclamando la peor perversidad. 

lunes, 4 de marzo de 2024

Miracle Mile

Miracle Mile (1988), es una joyita ochentera, dirigida por Steve De Jarnatt, quien solo ha realizado 2 largometrajes. Tenemos al actor Anthony Edwards como protagonista, al Goose de Top Gun (1986), quien una madrugada, como a las 4:00 am, coge el teléfono público y escucha una conversación ajena. Ésta habla de que va a haber una guerra nuclear y Los Angeles -donde se encuentra- va a ser bombardeada dentro de tan solo unos 70 minutos. Todo parece una mala broma, pero Harry Washello (Anthony Edwards) se lo toma al pie de la letra y entra en cierto pánico, sobre todo cuando acaba de conocer a la que considera el amor de su vida, a Julie (Mare Winningham). Lo primero que hace es entrar a su cafetería habitual -que es muy conocida en L.A. y así hay varios lugares reales y populares que utiliza el filme- y contar lo que acaba de oír, provocando alboroto, un alboroto que tiene de histérico y muy histriónico (aunque lógico dentro luce algo exagerado, o quizá típico del americano común, momento que colinda con cierto cine B, habiendo borrachos y travestis en el lugar), de bastante crispado, donde entre los presentes hay alguien del gobierno y medio que corrobora con sospechas lo que les cuenta Washelo. Es entonces que los presentes planean rápidamente fugarse al polo sur, a la Antártida, ir al aeropuerto, y suben en un camión y pegan tremenda corredera, movilizando inmediatamente bastante adrenalina, notable ritmo, y acción y energía típica ochentera. No obstante Washelo tiene que avisar a su "novia" y ahí empiezan otras aventuras, a lo After Hours (1985), al saltar fuera del camión. Inclusive entre las aventuras se les prende fuego a dos policías, en una escena super políticamente incorrecta, con un afroamericano joven justificándose de la manera más banal y de la peor irreflexión que colinda con el humor negro, totalmente fuera de lugar o, mejor dicho, de lo habitual. Es un filme que artísticamente es muy libre, muy independiente, y está muy bien hecho como cine ochentero, cine de entretenimiento puro y duro, pero con inteligencia. Lo más genial del asunto es que en efecto el ataque nuclear es real, aun con esa llamada tan light detrás, que no importa porque el entretenimiento si es bueno rompe todas las reglas, y llegamos a participar de ese ataque nuclear, con L.A. de escenario ingresando en el caos absoluto, en la desesperación de la gente común por hallar una salida, huir, salvarse, sin existir ningún plan del gobierno que a último minuto anuncia lo que va a suceder. Washelo empieza a correr literalmente por las calles, que vemos en amplias tomas contextuales, en busca de un piloto de helicóptero, y éste lo encuentra en la performance de Brian Thompson, el mítico antagonista de Cobra (1986). Surge el despelote que está escenificado magníficamente, con buenos efectos especiales y tomas creativas como cuando Washelo se arrastra al ras de los vehículos atorados y caen muertos cerca o cuando subido sobre un auto observa el estado de locura general, de los saqueos, disturbios e incendios. Primero es un chisme que brota como popcorn y luego la realidad misma. El final es de antología, uno original y hasta atrevido. No es una película demasiado conocida, pero realmente vale la pena visionarla, a más de uno le va a sorprender. 

domingo, 3 de marzo de 2024

Poor things

Poor things (2023), del griego Yorgos Lanthimos, ganó el león de oro, máximo premio del festival de Venecia 2023. Adapta la novela de 1992 de mismo título del escocés Alasdair Gray. El guion es del australiano Tony McNamara, con quien Lanthimos ya trabajó en su anterior película, La favorita (2018), la que estuvo nominada a 10 Oscars, incluido mejor película, guion y director, y ganó uno para la actriz Olivia Colman. Lanthimos ya es bien conocido internacionalmente y es uno de los más llamativos directores de cine popular que tienen prestigio artístico. Ésta vez ha hecho un filme bastante fácil de entender, hasta se diría que apunta abiertamente a un público masivo, a un público esencial, pero con la salvedad de que hace un cine con bastante sexo, con muchos desnudos de Emma Stone, hasta completos frontalmente y lleva escenas sexuales de soft porn, no explícitas, que trabajan con la prostitución de su protagonista, Bella Baxter (Emma Stone), una mujer que empieza suicidándose rodeada de un pequeño misterio que luego se desentrañara y que es revivida a lo Frankenstein de Mary Shelley de la que bebe bastante, por el científico y médico Godwin (Willem Dafoe), quien está desfigurado y lleno de cirugías en el rostro. Esto remite a la crueldad de su padre, y con él, Yorgos, declara que lo no convencional no siempre es positivo, sino a veces tal cual lo dice, hay mejores cosas, más fáciles de identificar y de paso agradecer, como con el amor, así lo representa el lado paternal de Godwin con Bella, llamado con obviedad God (Dios). Y ésta es una película que en muchos ratos lo es, ser bastante obvia, como con su feminismo y su progresismo abierto y altisonante que de eso va el viaje de autodescubrimiento y autodefinición de Bella, de un feminismo muchas veces subrayado, muy liberal, hasta defender la prostitución de cualquier mujer, habiendo lesbianismo incluido dentro de la normalidad de la amistad femenina y una relación abierta donde la mujer tiene permitido engañar sexualmente al marido, al ayudante de Godwin, Max Candles (Ramy Youssef) que pone cierta comicidad ligera en su figura de nerd aunque atento a su entorno -como salido de la mente de Mel Brooks-. Y de la misma manera tenemos una extravagancia light -tal es así lo del inicio en blanco y negro, la presentación naif y de cierto retardo de Bella, que luego se explica bien-, pero acompañada de mucha sexualidad, que pone la nota clásica del modernismo último. Hasta se puede ver algún momento de incomodidad en Emma Stone, ese del sadomasoquismo con desnudo frontal. No obstante Stone se entrega por completo a su papel, a una película en parte como salida de la Europa menos turística, si bien el filme hace uso de Portugal, Grecia y París de escenario, como parte del autodescubrimiento de Bella, que a ratos filosofa sobre la vida, incluso sobre la corrupción, en varias formas, de los ricos y poderosos, pero proclamando un socialismo medio chistoso o sin profundidad. No pretende nada como ideología política, pero con el feminismo lo hace con furia, con alevosía. De ésta manera se hace uso del personaje de Duncan Wedderburn (un estupendo Mark Ruffalo), punching bag que invoca al machismo o patriarcado. Ya con el personaje del General (Christopher Abbott) es la cereza del pastel en cuanto a dibujar enemigos del feminismo, pero lo hace con subrayado, con obviedad y con una comedia en esa línea. Es un filme que denota exageración en sus defensas y visto de lo que va entretiene. La sexualidad se amolda al uso, a estos postulados exagerados. Se puede leer que la propuesta quiere a ratos ser políticamente incorrecta, pero todo ya es super conocido en la actualidad, incluso apunta a un público masivo que es fácil de enamorar con éste producto. Así mismo Lanthimos ha expresado que ha logrado que Hollywood nuevamente muestre sexualidad en la gran pantalla. Un pequeño personaje bastante atractivo a mencionar es el de Madame Swiney (Kathryn Hunter) que es una persona perversa y corrupta, hasta le gusta morder por placer, pero Bella no la lapida ni la juzga, sino parece aceptar prácticamente a todo el mundo (y ya se ve que puede discernir), mientras no limiten nunca su libertad, su liberalidad y su búsqueda open mind, puesto que se manifiesta que gente de todo tipo le sirven para su iluminación, igual que las experiencias negativas, hasta humillantes y de degradación, en ésta historia de desarrollo conceptual con ciertas defensas debatibles, en el interior de una mente abierta al feminismo más radical si bien no todos los feminismos son iguales, mostrándolo de la manera más sencilla, pero con estéticas y momentos con una cuota personal aun así, pretendiendo actualizar si se quiere el trabajo de Mary Shelley o queriendo darle agregados modernos últimos. 

sábado, 2 de marzo de 2024

The Base

Ganadora de un premio en el 45 festival Cinéma du Réel 2023, prestigioso festival francés especializado en documental, fundado hace 46 años. Nos ubicamos en el aeropuerto de Roissy, el aeropuerto de París, Charles de Gaulle. Dirige su primer largometraje el judío letón Vadim Dumesh. Dumesh dirige, da algunas pequeñas pautas, a taxistas que estacionan en la parte trasera del aeropuerto, para que filmen su día a día a través de sus smarthphones. Los protagonistas son 3 taxistas en especial. Uno es un marroquí (Ahmed), otra una mujer de Laos, y un viejo francés (Jean Jacques). Es un documental que al estar grabado por gente inexperta y con teléfonos tiene lógicamente una estética a ratos con ciertas fallitas visuales, pero en general está muy bien realizado, desde un filme de bajo presupuesto. Los taxistas dentro de todo filman decentemente. Dumesh hace un buen trabajo guiándolos, produciendo, editando, haciendo tomas de refuerzo, postproduciendo éste documental cooperativo. Se pueden palpar muchas cosas de la idiosincrasia de la labor de taxista y más allá, de parte de la sociedad francesa, desde una mirada de inmigrante, ya que mayormente esos son a quienes miraremos, poniendo la lupa en Europa donde hay actualmente mucha migración africana y árabe. De ésta manera apreciamos cómo son, cómo se comportan, parte de su propia cultura, incluso de sus personalidades peculiares, cómo gastan el tiempo, cómo piensan, cómo se distraen y comparten entre sí. No es una obra que hable del cliente o el pasajero, u observarlos en esa acción de transportar gente, sino se enfoca en el taxista, en la persona que es, y como mata el tiempo en la trastienda del aeropuerto. Se ven a muchos musulmanes rezando (hay un espacio grande acondicionado rústicamente para ello), se ve un lugar donde se juegan bochas, ping pong, se hace pesas, se alquilan sastres, se come comida rápida. Lo que presenciamos es de aspecto austero, bastante humilde, es un panorama contrario a la opulencia europea que se muestra al turismo o la muestra de un primer mundo. Hay una remodelación de la edificación del parqueo de los autos y los taxistas se ven afectados. Ya hablan de que sienten próximo que el mundo va a prescindir de ellos, poco a poco lo ven avanzar así, asumen la tecnología como una amenaza de quienes son, se manifiesta una tendencia a ser clásico, por eso detestan los aplicativos para llamar taxis y a quienes los usan. Se oyen anécdotas, bromas, también hay una cierta seriedad, muchos no gustan de que los graben, miran desconfiados, no todos se conocen, hay muchos taxistas. Una peculiaridad es que Ahmed gusta de plantar arbolitos en zonas digamos poco agraciadas, como quien quiere sembrar belleza y optimismo, aun cuando a ratos sufre de melancolía. Extraña Marruecos, lo rural, que aunque es un país con muchas menos oportunidades, la sienten más cálida entre su gente, porque el lugar que nos identifica es más que sentimentalismo. Pero, claro, la necesidad de alimento, estudios, cosas materiales, una mejor vida, hace que forzosamente tengan que emigrar. Su esposa señala a la melancolía como parte típica de su existir, quizá del taxista inmigrante y/o del matrimonio que pasa penurias económicas. No obstante Ahmed trata de estar alegre y atento a su entorno, pero algo choca ser parte de la cadena baja. Una mujer negra risueña llama a Jesús un inmigrante (en Roma), proponiendo una identificación que los reivindica a todos ellos, frente a un elíptico cotejo de una cierta tendencia a verlos mal. No es una exposición que los embellezca, sino ellos mismos muestran sus personalidades y queda muy realista. No se fuerza nada, el documental luce natural, que hasta hay grabaciones bastante simples. Tampoco se exhiben huelgas o protestas violentas, pero se percibe sutilmente el reclamo de algunas cosas, en un país donde se pelean los derechos y reivindicaciones sociales con fuerza y a menudo. En la propuesta de Dumesh -desde los propios inmigrantes- vemos gente en su mundo -mental, cultural y social-, haciendo lo suyo -luchando la vida, pero además relajándose-, dentro del mecanismo general, del orden de la sociedad francesa. 

sábado, 24 de febrero de 2024

Past Lives

Past lives (2023), debut de la canadiense-surcoreana Celine Song, es una historia de romance, pero un drama romántico. Empieza en el 2000 con 2 preadolescentes coreanos que tienen 12 años y que sienten un flechazo mutuo, desde una ambientación propia de su edad, sana y llena de inocencia. La niña se llama Na Young y el niño Hae Sung. Ésta parte es la representación del primer amor perfecto y lo que hará que Hae Sung la ame por siempre. El guion corre a manos de la propia Celine Song y tiene mucho de autobiográfico. Pero Na Young emigra a Canadá con su familia y forzosamente tienen que separarse. De ésta manera asistimos, explicado muy cinematográficamente, a una escena dulce y suavemente melancólica, donde la cámara se posa estática en una esquina de una habitual pendiente de casas coreanas, la que se bifurca y cada uno de los niños se va alejando por su lado tras despedirse. Pasamos al año 2012, y por internet se logran reencontrar, se renueva su amistad-amor, empieza a fluir mucha comunicación y momentos cálidos a través de lo virtual. No obstante Na Young, ahora llamada Nora (la americana de padres coreanos, Greta Lee), tiene muchos sueños y deseos profesionales en la carrera de escritora y Hae Sung (el alemán de ascendencia coreana Teo Yoo) pasa a ser segundo plano en sus decisiones, habiendo acciones muy realistas, muy feministas también. Pero al mismo tiempo dolorosas para el romántico Hae Sung quien más adelante, 12 años más después, él mismo se considera promedio y alguien que no tiene anhelos o ambiciones profesionales, pero entendiendo de que el éxito profesional y el poder adquisitivo te abre un millón de puertas, incluso en el amor. Hae Sung menciona un materialismo coreano que te hace aceptable frente a querer estar con alguien especial. Nora vive en New York, es una mujer que está americanizada, ella misma reconoce en Hae Sung al clásico coreano, al coreano neto, pero ella actualmente se ve lejana de sus orígenes. Es así que Arthur (John Magaro) entra en el panorama, quien se define perfectamente en tremendo monólogo, lo mejor de la propuesta, comparándose con el amor ideal y magnificente de Hae Sung, un amor que evoca lo platónico (o los sentimientos) que lo sexualizado (que deviene parte del paquete lógico, claro), un hecho interesante y atípico en una época donde todo pasa por el sexo y la liberalidad y las mil licencias, donde ya se ve a muchos gritando, vamos con la infidelidad a todo motor. Pero aunque hay momentos donde Arthur muestra una nobleza casi de santo, palpando una atracción y un vinculo muy fuerte entre Nora y Hae Sung, es creer finalmente en su persona -en la suya, frente incluso a las estadísticas; y la de ella-, en su propia relación, en la franqueza y firmeza de ésta, observando que Nora -la cabeza protagonista- actúa de manera contraria a la obviedad de la contemporaneidad, si bien está siempre tentada por el perfecto galán coreano -que hasta sobrevuelan suspiros-, el tipo poético ideal, aunque con poca aspiración y una notoria docilidad que va consigo por una gran educación, tranquilidad y amabilidad, pero en el fondo es el (difícil de poner en práctica) entendimiento pasivo de un pequeño Arthur y su notorio parecido en personalidad con Nora -por encima de las ascendencias; uno es caucásico y judío- que hace que pueda caber salvar el pellejo. Hasta el relato se permite un pensamiento sutil de que entre Arthur y Hae Sung puede haber tenido espacio una vida pasada de las mil que imagina el filme, así como también puede existir una conexión metafísica entre un ave y que se pose siempre sobre una banca. Es el inescrutable volver, tener una nueva vida, bastante distinta tras morir, y así sucesivamente. El filme para eso habla de un pensamiento filosófico coreano llamado In-Yun (que hay que hallarlo), que es un balance e incluye el sentido del universo, un equilibrio de opuestos que se complementan entre sí y crecen juntos, son vitales mutuamente para nuestra ascensión terrenal y espiritual y que busca la armonía con un mundo de por sí caótico. 

martes, 20 de febrero de 2024

Asedio

 

Éste thriller del español Miguel Ángel Vivas se nota de bajo presupuesto y que recurre a tomas y secuencias de cine minoritario artístico, es decir a ratos desenfoca los contornos y solo vemos a la protagonista moverse, la policía antidisturbios Dani (Natalia de Molina), muy próxima a la cámara, muy enfocada por ésta, nerviosa, sudorosa, tensa, sufriendo por una inesperada decisión que ha tomado, coger el dinero corrupto de unos compañeros policías quienes han ido rutinariamente a desalojar y a arrestar a inmigrantes africanos ilegales dentro de un conjunto de edificios ordinarios. El filme también recurre a una extensa toma secuencia cuando Dani entra al lugar produciendo un efecto interesante con el tiempo real, como de estar ahí mismo con ella sufriendo su labor, como si fuéramos Dani en ese momento, pasando por ese trance tan incómodo -hasta peligroso- de los desalojos y arrestos, donde hay niños huyendo, mujeres gritando, gente peleando mientras no se dejan entender porque muchos ni hablan español. Tenemos así gente sumisa -esos zombies aglutinados en el hangar secreto-, pero también agresiva -los inmigrantes de tipo hippie de los pisos más altos, los que tienen de pequeños gánsteres-. Los policías se mueven como pez en el agua en la zona, muy duchos, muy fríos, muy acostumbrados, pero Dani no está definitivamente en su ambiente, demuestra sufrir en su trabajo (como con el compañero que le suelta un gesto obsceno). Por ratos trata de desprenderse de esa angustia laboral yendo a la discoteca, pero así mismo le viene la melancolía, y encima su madre, que sufre de cierta demencia senil, la hace meditar más de la cuenta. Es entonces que Dani desde el comienzo vive una vida tensa (que ella empeorará). Incluso un desalojo le marca, con un sugerente fuera de campo en el inicio del filme. En ese conjunto habitacional donde va a cumplir con su trabajo, Dani se gana con el pase de que policías extorsionan a algunos inmigrantes. Dani se tienda, ve la oportunidad, y coge ese dinero. Ella se exhibe alguien muy común, incluso el monto que coge no parece mucho. Uno habría esperado algo distinto de su persona, notándosele una mujer sensible; de paso, al ser la heroína, una que está en pos de vencer su fragilidad. Y se lleva el dinero de la habitual extorsión, pero pronto la detectan y empieza una fuga y persecución por recobrarlo y una prueba importante que incluso pierde. La propuesta presenta algunas cosas que no cuajan, por momentos parece muy fácil matarla, desde distintos puntos o gente, o no la revisan, cuando lleva los billetes consigo, pero como solía decir Hitchcock, parafraseándolo, no estamos para realistas o científicos, sino para entretener, y si hay que tomarse mil licencias para lograrlo, pues, muchos justamente eso harán, y en fin, éste es un thriller que maneja varios giros y muchos momentos de acción y suspenso. El filme abre con una especie de (auto)motivación indígena, que como el espíritu de la mítica africana, que si bien puede sonar a WTF, Dani cogerá para sacar valor y fuerza y poder seguir enfrentando a sus compañeros corruptos que como el colegio, es jalarles la silla cuando se van a sentar para usarla nosotros. Es bastante cómica la escena -manejada con sarcasmo- cuando los compañeros se dan cuenta que Dani tiene el dinero que buscan regularmente. Es una buena escena, nunca mejor dicho que, ésta es una hdp. Tal cual.