jueves, 14 de marzo de 2024

A Dirty Story (Une sale histoire)

Ésta película de 1977 se divide en 2 cortos de 25 minutos cada uno. Lo dirige el francés Jean Eustache. El primer corto es la performance del segundo corto que es documental. Son casi idénticos. Es interesante observar, comparar, como Eustache adapta el segundo corto, como se percibe el primer corto. El primer corto tiene a un actor reconocido y de extensa carrera y por entonces ya muy experimentado pero no demasiado conocido tampoco por muchos, al menos no por los observadores casuales. Él es Michael Lonsdale y hace del amigo de Eustache en la vida real, Jean-Noël Picq. Picq ideó la historia y es más una anécdota y vivencia personal suya. En el corto documental Picq simplemente está en una sala conversando con sus amigos, hombres y mujeres de distintas edades, incluido entre los presentes el propio Eustache que apenas se le ve. En gran parte es un monólogo de Picq, pero luego sobre todo las mujeres debaten lo que ha contado. Su relato es sobre él mismo descubriendo un hueco secreto en la pared que le permite ver el baño de mujeres de una cafetería-restaurante. Gira alrededor de la fijación de ver vaginas, vulvas. Todo es diálogo, no hay imágenes de las partes intimas. En el trayecto Picq habla de asuntos morales, así como de las diferencias femeninas a raíz de las vulvas (y a lo que le da gran dimensión), de la seducción y la aventura, de lo doméstico o poco apasionante, de lo pervertido, de lo autodenigrante, del esfuerzo que paga más que lo fácil, de la igualdad y diferencia de géneros, de la humillación en la sintetización, de la vanidad femenina, del voyerismo desde varios ángulos, de la mala obsesión, de la animalización, hasta del machismo y el feminismo, etc, dentro de una anécdota muy rica en pensamientos y que se comprende perfectamente. Muchas de las mujeres presentes parecen ofendidas y lo atacan un poco, dentro de un ambiente educado. Picq responde como puede. El monólogo se presta para mucho debate. Aunque lo que hace Lonsdale está muy bien, hay pequeños detalles, como tics y cierto nerviosismo, movimientos más de reflejo, que denotan sin saber cual es actuación y cual es documental que la parte de Picq es la verídica, la parte de mayor naturalidad, y la imperfección más bien le ayuda. No obstante las diferencias son mínimas, incluso de quienes escuchan. Visualmente los cortos son un alarde de extrema austeridad, pero el relato en sí, el monólogo y el debate, es bastante seductor, así como el mecanismo de la imitación, y además está el reconocimiento del quehacer del propio cine. Es valioso ver como algo que como en Porky's (1981) puede ser aunque dentro de lo cómico, vulgar, aquí se convierte en algo intelectual, desde lo que anuncia el título, una historia sucia.