sábado, 2 de marzo de 2024

The Base

Ganadora de un premio en el 45 festival Cinéma du Réel 2023, prestigioso festival francés especializado en documental, fundado hace 46 años. Nos ubicamos en el aeropuerto de Roissy, el aeropuerto de París, Charles de Gaulle. Dirige su primer largometraje el judío letón Vadim Dumesh. Dumesh dirige, da algunas pequeñas pautas, a taxistas que estacionan en la parte trasera del aeropuerto, para que filmen su día a día a través de sus smarthphones. Los protagonistas son 3 taxistas en especial. Uno es un marroquí (Ahmed), otra una mujer de Laos, y un viejo francés (Jean Jacques). Es un documental que al estar grabado por gente inexperta y con teléfonos tiene lógicamente una estética a ratos con ciertas fallitas visuales, pero en general está muy bien realizado, desde un filme de bajo presupuesto. Los taxistas dentro de todo filman decentemente. Dumesh hace un buen trabajo guiándolos, produciendo, editando, haciendo tomas de refuerzo, postproduciendo éste documental cooperativo. Se pueden palpar muchas cosas de la idiosincrasia de la labor de taxista y más allá, de parte de la sociedad francesa, desde una mirada de inmigrante, ya que mayormente esos son a quienes miraremos, poniendo la lupa en Europa donde hay actualmente mucha migración africana y árabe. De ésta manera apreciamos cómo son, cómo se comportan, parte de su propia cultura, incluso de sus personalidades peculiares, cómo gastan el tiempo, cómo piensan, cómo se distraen y comparten entre sí. No es una obra que hable del cliente o el pasajero, u observarlos en esa acción de transportar gente, sino se enfoca en el taxista, en la persona que es, y como mata el tiempo en la trastienda del aeropuerto. Se ven a muchos musulmanes rezando (hay un espacio grande acondicionado rústicamente para ello), se ve un lugar donde se juegan bochas, ping pong, se hace pesas, se alquilan sastres, se come comida rápida. Lo que presenciamos es de aspecto austero, bastante humilde, es un panorama contrario a la opulencia europea que se muestra al turismo o la muestra de un primer mundo. Hay una remodelación de la edificación del parqueo de los autos y los taxistas se ven afectados. Ya hablan de que sienten próximo que el mundo va a prescindir de ellos, poco a poco lo ven avanzar así, asumen la tecnología como una amenaza de quienes son, se manifiesta una tendencia a ser clásico, por eso detestan los aplicativos para llamar taxis y a quienes los usan. Se oyen anécdotas, bromas, también hay una cierta seriedad, muchos no gustan de que los graben, miran desconfiados, no todos se conocen, hay muchos taxistas. Una peculiaridad es que Ahmed gusta de plantar arbolitos en zonas digamos poco agraciadas, como quien quiere sembrar belleza y optimismo, aun cuando a ratos sufre de melancolía. Extraña Marruecos, lo rural, que aunque es un país con muchas menos oportunidades, la sienten más cálida entre su gente, porque el lugar que nos identifica es más que sentimentalismo. Pero, claro, la necesidad de alimento, estudios, cosas materiales, una mejor vida, hace que forzosamente tengan que emigrar. Su esposa señala a la melancolía como parte típica de su existir, quizá del taxista inmigrante y/o del matrimonio que pasa penurias económicas. No obstante Ahmed trata de estar alegre y atento a su entorno, pero algo choca ser parte de la cadena baja. Una mujer negra risueña llama a Jesús un inmigrante (en Roma), proponiendo una identificación que los reivindica a todos ellos, frente a un elíptico cotejo de una cierta tendencia a verlos mal. No es una exposición que los embellezca, sino ellos mismos muestran sus personalidades y queda muy realista. No se fuerza nada, el documental luce natural, que hasta hay grabaciones bastante simples. Tampoco se exhiben huelgas o protestas violentas, pero se percibe sutilmente el reclamo de algunas cosas, en un país donde se pelean los derechos y reivindicaciones sociales con fuerza y a menudo. En la propuesta de Dumesh -desde los propios inmigrantes- vemos gente en su mundo -mental, cultural y social-, haciendo lo suyo -luchando la vida, pero además relajándose-, dentro del mecanismo general, del orden de la sociedad francesa.