lunes, 11 de marzo de 2024

Save the Green Planet!

Save the Green Planet (2003) es el debut del coreano Jang Joon-hwan y es una de las películas más celebradas del último cine coreano. Es un filme que maneja diversidad expositiva, es por una parte una sátira de ciencia ficción, y también es un thriller clásico coreano de los muy buenos, teniendo mucha fama como país al respecto, y por último plasma mucha extravagancia e irreverencia pero de la buena, de la que se llega a comprender y a ser uno cómplice. El filme tiene de protagonista a Lee Byeong-gu (Shin Ha-kyun), un chico estudioso de los aliens que cree firmemente que los extraterrestres están por invadir y destruir el planeta. Para eso hay extraterrestres encubiertos como personas en la tierra desde hace tiempo y nuestro protagonista piensa que uno de ellos es Mr. Kang Man-shik (Baek Yun-shik), un empresario super conocido y millonario quien según Byeong-gu va a recibir a los aliens. Es entonces que Byeong-gu lo secuestra y lo lleva a su hogar que está muy bien camuflado en el campo. Era un sauna y baño para mineros, luego un centro de apicultura, lugar que es como un bunker que Byeong-gu ha acondicionado para poder torturar en plena libertad -más tremendo humor negro y mala sangre- al empresario, quien es un hueso duro de roer y en lugar de estar blandito, yace fiero y retador como un león, aun bajo las circunstancias de hallarse atrapado por un especie de demente que está segurísimo de que es un extraterrestre y donde entra a tallar una comedia muy satírica. A Byeong-gu lo acompaña su novia en su secuestro macabro, una gordita, equilibrista de un circo, Su-ni (Hwang Jung-min), que también se presta para el humor negro y la consabida tortura y quien adora a su pareja y le es leal radicalmente, sin límite alguno, habiendo una historia de amor freak entre ellos. La cosa se pone perversa cuando detrás de todo hay un asesino en serie y un quehacer oscuro que hacen del presente un thriller en toda regla. Para eso entra a tallar un policía de esos admirados o de culto pero oficialmente losers, el inspector Choo (Lee Jae-yong), quien emprende por su cuenta y astucia la búsqueda del empresario. El momento que descubre la casa aislada de madera como en una pradera y en altura es como si una película de terror le diera la bienvenida y al espectador. Al inspector Choo le dice un joven oficial y fan, como bromeando, que parece un vagabundo, se ve un poco descuidado, y en sí tiene un aspecto bastante peliculero, en un filme que tiene un lado bastante cool hedonista, pero acompañado de otras expresiones y estéticas. A Byeong-gu se le suma un background sólido, interesante y curioso, que le da ambigüedad moral y mucha libertad al mismo tiempo, donde representa la crueldad y también una cierta lastima, y a la vez pivotea como el salvador improbable a lo Taxi Driver (1976). Es una película que nunca deja de presentar novedades, como cuando surge humor naif y terror al tapar pistas. Los personajes del filme son al estilo coreano, siempre algo descocados e intensos, de los que no temen ser perversos y al mismo tiempo cómicos o hasta lastimeros, o perversos con el humor. Es una película que no tiene pierde, que es un viaje rocambolesco de los valiosos, que se toma mil riesgos pero que da en el clavo y nada en la empatía, consiguiéndolo sin entregarse fácilmente.