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jueves, 4 de noviembre de 2021

Los Huesos

 


Éste trabajo chileno de animación en stop motion ganó mejor corto en el festival de Venecia 2021, le pertenece a la dupla Joaquin Cociña y Cristóbal León. La protagonista es una muchacha que recuerda a la de la película de Tim Burton, El cadáver de la novia (2005). En éste corto de 14 minutos de duración una muchacha anónima es una especie de bruja y a la vez una anfitriona de teatro de variedades. La muchacha que luce como una princesa entre autóctona y refinada, ligeramente hippie, fresca, juega a la ironía popular, que recuerda en cierta manera a Beetle Juice (1988), otra joya de Tim Burton. El corto es de terror, es macabro, y trasmite susto en la mirada de piezas corporales desmembradas y descompuestas moviéndose caóticamente o en un baile frenético, como salidas de una plancha de autopsia, aun siendo animación y lo logra sin esfuerzo, viéndose natural y en un estado relajado que hasta se ve que la bruja juega a la titiritera y permite ver un poco el mecanismo técnico del filme que astutamente lo usa como recurso visual abierto y narrativo. El filme es progresivo en la construcción que implica al mítico Frankenstein de la gran Mary Shelley, se sacan de la tierra dos cadáveres pútridos, se les pone piel, forma, cuerpo; yacen primero en pedazos, luego son cosidos y forman monstruos, seres humanos deformes, hasta finalmente ser vestidos. Todo toma cierto tiempo, no es inmediato, cada momento piensa en cuajar; son huesos, piel y ropa, los monstruos pasan por éstas tres fases y distintos bailes y teatro. La muchacha "inocentemente" domina la situación, como una demiurgo; estos dos cadáveres yacen manipulados todo el tiempo por ella, ahora resurrectos como zombies, juzgados por la tierra, esa que la muchacha moviliza como parte externa de su anatomía mutante, mágica; es la fusión simbólica con las raíces chilenas, que han venido a juzgar a estos dos cadáveres, que son los políticos chilenos Diego Portales y Jaime Guzmán. Portales es el ministro que sentó las bases del estado de Chile, en el nacimiento de Chile como nación organizada independientemente, durante comienzos del siglo XIX, y representó el poder de lo aristocrático, es decir, lejos del poder del pueblo, y si se quiere, actualizándolo, del socialismo moderno, ese más moderado y económicamente inteligente. El otro es el continuismo que representa el ministro y asesor próximo de Pinochet, Jaime Guzmán. Ambos políticos fueron asesinados y su aparición en el retrato de variedades se hace mucho más lógico de lo que uno puede creer sin perder la perspectiva de un ubicuo análisis político del actual Chile, en ésta sesión de espiritismo con toques irónicos y teatrales, pero sin ir muy lejos del terror y del arte popular. El corto hace como que fuera material descubierto de una data de comienzos del siglo XX, pero aunque Guzmán nació después es por ser también una visión de futuro, de los cambios en la realidad política y social chilena contemporánea auscultando el pasado. Ésta data así mismo simboliza estar sentando los cimientos de la animación chilena y latinoamericana, hacia una visión competitiva, internacional, de nivel y con personalidad. Es un divertimento visual, estético, con su roturas de paredes y encuentro de pasajes secretos en busca de lo oscuro, y también una pequeña declaración política empatizando con los nuevos tiempos. 

viernes, 4 de mayo de 2018

La casa lobo


La película de los artistas plásticos chilenos Joaquín Cociña y Cristóbal León es toda una experiencia visual y narrativa. Las imágenes que crean son creativas y libres tanto como impresionantes, estéticas y profundas. Es la alteración de las formas, todo se transforma constantemente dentro de una casona chilena, refugio de una niña alemana llamada María. El filme nos da dos lecturas centrales, una trama contada como un cuento infantil y un hecho sórdido real por detrás. El hecho sórdido es la colonia alemana fundada en 1961 por un pederasta de larga data llamado Paul Schafer, lugar que siguió generando idénticas denuncias, la que además fue famosa por ser centro de torturas durante el gobierno de Pinochet.

El filme es uno de animación en stop motion, con la particularidad de que tiene muchos momentos terroríficos, perturbadores, como una voz en off perversa que invoca la del alemán posiblemente exnazi Paul Schafer en defensa de su colonia, llamada colonia dignidad. Otra voz en off es la voz de María que es más inocente y propia de un cuento para niños, pero también inquietante por lo que deja ver debajo en una voz pegada al tipo de una maestra de inicial.

Observamos la desintegración de figuras, cerditos con pies y manos, un niño llenándose de cucarachas, el rostro de un pequeño sangrando negro, montón de momentos extravagantes y originales, también imágenes extrañas y de miedo, siempre alrededor de niños y dentro de ésta casona refugio. María cuidaba de cerditos en la colonia y ahora tiene a dos a su cuidado en la casona y los ha llamado Ana y Pedro y se transforman en niños. El cuento de los 3 cerditos y el lobo feroz está como base en el filme, expresado muy libremente.

No puedes salir de la casa, dicen los niños que cuida María y suena terrorífico, cuando se han quedado sin alimentos y el lobo, que figura a Paul Schafer, está acechante afuera pretendiéndose un ser bueno, noble. Se siente el terror psicológico y ayuda la banda sonora. Este filme es un viaje de terror, algo de ironía y visualmente irrefutable. Es tremenda audacia tener la historia que lleva por debajo, el tono con el que se maneja, la narrativa de un cuento infantil, todos ingredientes que hacen de este filme algo memorable en latinoamérica. Recuerda al cine de Jan Svankmajer aunque marca más el terror.