Suena original y atractiva la idea motor de éste filme de
los más recientes del argentino Raúl Perrone, prolífico director de culto que
ya anda presentando una nueva obra, Cump4rsit4. En la presente se trata de darle
vida narrativa a la pintura Almuerzo sobre la hierba, del francés Édouard Manet, obra pictórica que pasa por el estilo del director de Ituzaingo. Es ante
todo un viaje estético y experimental, convertida la pintura en una historia
típica suya, con cazadores salidos prácticamente de la nada –pero con el campo
como una invitación natural- y amores o sensualidades peligrosas de por medio,
compartidas, con forzamientos y en pugna.
En el cuadro de Manet vemos a 2 mujeres y a 2 hombres
teniendo un picnic, donde la nota trasgresora es que una de las mujeres yace
desnuda y la otra observa de lo más natural. El cuadro inicial parte de que los
varones de aspecto culto y refinado lucen sosegados con la desnudez de la
mujer, cosa que cambiara una vez que Perrone los ponga en marcha, simbolizando
al deseo y a la pasión y a la locura que desencadena ésta Eva ofreciendo tentación,
creándose una nueva lectura de acuerdo a nuestros tiempos, unos más callejeros.
En la pintura de Manet uno pensaría que se tratan de prostitutas, pero la
realidad es que tiene un toque más bien familiar. Perrone en cambio pone al pie
del cañón la lujuria y su cualidad de distancia con las mujeres.
Perrone experimenta con la manera de expresarse, dividido el
filme en 18 actos, de lo más sencillos, la historia repite más bien motivos, en
un estado latente de conflicto. El filme parece enmarcado como si fueran viejas
fotografías aunque en color (en un formato cuadrado y con bordes blancos),
remiten a un tiempo de proyección de un cine inicial. Los fondos lucen antinaturales,
la mayoría yacen como láminas (tiesas), pero las disolvencias de los cuerpos
fusionados con el paisaje proporcionan vida, bajo unos fondos que homenajean al
impresionismo y fomentan una estética de conjunto, dentro de una amalgama, al contener
personajes teatrales y bastante expresivos, guiados tipo por la comedia
francesa, luciendo un cierto aire de nobleza que va quedando en segundo plano
frente al desenfreno de las altas pasiones.