Es una película que cala rápido en el sentimiento humano siendo además un tema importante para la sociedad, por eso se hace fácil llegar al público, sin embargo tiene dos puntos en contra como que es una historia de ficción que a fin de cuentas no es más que la imaginación de Kathryn Stockett, la autora de éste best seller americano, empero aun así tiene mucho valor porque sirve para tener presente el racismo como mal endémico en contra de la convivencia igualitaria y justa, contextualizada en la lucha real por los derechos civiles de los años sesenta. El otro es que maneja figuras ante todo planas y estereotipadas como la maldad y abuso de Hilly Holbrook (Bryce Dallas Howard), y la existencia sufrida, maltratada y en busca de reivindicación de las empleadas domésticas de color representadas por Aibileen Clark (Viola Davis) y Minny Jakson (Octavia Spencer). Esto no impide que se busque la denuncia general de la discriminación pero equivale a no crear complejidad en sus personajes. Queremos que los malvados sean castigados a toda costa como en la desagradable e impiadosa, hasta para muchos coherente en lo contrario a la realidad, venganza del pastel y su divulgación, y que los buenos, constantemente humillados, tengan un final feliz solucionando sus incontables problemas, que me parece loable pero que se ajusta a lo que viene a ser el filme en el fondo, una fábula simplificadora y muy monocorde que contenta las emotivas expectativas de salvaguardar a las personas de la iniquidad exhibida desde el arte. Visto bien no está en absoluto mal sino muy por encima de ello ya que se pueden extraer amplios valores como en el sentirse bien con uno mismo como inculcan por ejemplo las nanas a las niñas que cuidan, no obstante nos impulsa a ser más básicos con las propuestas del séptimo arte ya que éste filme aunque es imaginado por una novelista se adscribe a un tema serio. La idiosincrasia es relativa pero el límite entre creer en el altruismo y ayudar en su realización está muy próxima de dejarse llevar por facilísimos artísticos.
La trama nos permite ver a Aibileen, una mujer mayor y solitaria que ha perdido a su hijo de 24 años en condiciones deleznables para cualquier ser humano y que decide contar a fuerza de perennizar la memoria de su vástago, todos los agravios que sufre su gremio desde la perspectiva de la mujer negra que es segregada en el sur de Estados Unidos, último bastión anglosajón de la desigualdad racial y que luchó en la guerra civil americana por mantener el esclavismo ya que eran una comunidad agraria que se alimentaba de la explotación de hombres de color.
Junto con Aibileen está su mejor amiga Minny, una mujer joven, gorda y deslenguada que no se deja difamar por nadie aun en las condiciones de su tiempo, con una individual tragedia familiar a cuestas, experta cocinera que será el soporte fraternal que necesita su compañera y todo el movimiento por descubrir su cotidiana marginación. Ella aunque no es la protagonista principal lleva a cuestas dos relatos, el que la enfrenta a la cabeza de las injusticias en el personaje de Dallas Howard, y la de Celia Foote (Jessica Chastain) que es una mujer vulgar pero de buenos sentimientos que necesita apoyo moral ante el rechazo unánime de las mujeres blancas que la ven como una puta.
La heroína de éste cuento cinematográfico es Skeeter (Emma Stone), periodista novel que no suele ser muy buena con las relaciones de pareja y que idealista como pocas, defenderá a las criadas de cara a todo su entorno social, familiar y personal, en el recuerdo de esa mujer de color que le enseñó a quererse y respetarse como ser humano ante progenitoras despreocupadas y frívolas que son indiferentes a sus proles y que irónicamente terminan siendo el modelo generacional que se repite.
Fuera de cualquier acritud que se pueda percibir en contra de la realización, solo es apuntar definiciones personales legitimas que toda crítica lleva en su libertad hacia el concepto de arte cinematográfico pero que para nada desestima el poder de las ideas de convivencia a la que aspira -en su atracción central- el filme que son las que hay que practicar, el amor entre los hombres sin distinciones de piel o el no permitir ninguna forma de separación entre ellos de poder tener las mismas oportunidades. En esa ruta el público identificado con la temática puede hacer valer su voto aun sabiendo que el alcance artístico no sea el que predomine ante películas como Los descendientes, Medianoche en Paris o El artista, aunque tiene un nivel estructural muy decente que tampoco baja el listón de la competitividad.
El Screen Actors Guild Awards (SAG), los premios desde el gremio de actores, recompensó por su destacable perfomance a Octavia Spencer (ganadora a su vez del globo de oro 2012 por actriz secundaria), a la convincente Viola Davis por actriz principal y al elenco de The help que significa ayuda en español en el eufemismo cotidiano de sirvientas.
Veremos que ocurre la noche de los Oscars 2012. Si en los rubros competitivos de intérprete al que se adscribe éste filme se hace historia en el cine para los afroamericanos, recalcando que siguen siendo minoría en recolectar estatuillas doradas y que sus actuaciones han sido muy remarcables.