domingo, 6 de agosto de 2023

Intimidad de los parques

Intimidad de los parques (1965) es la tercera y última adaptación de obras de Julio Cortázar, por el también argentino Manuel Antin. Es una película de solo 3 personajes. Teresa (Dora Baret) y Héctor (Francisco Rabal) son pareja, pero en un viaje a Cuzco, Perú, Héctor lo invita a un amigo suyo a sus vacaciones, a Mario (Ricardo Blume), y en esos encuentros, por playas, museos, reuniones, visitas comunes, y el infaltable e impresionante Machu Picchu, Mario se enamora de Teresa, y Teresa lucha por no corresponder a su amor, sintiéndose muy atraída por Mario. Antin junto a 2 críticos de cine argentinos, Héctor Grossi y Raimundo Calcagno, se encargan del guion, adaptando los cuentos de Cortázar, Continuidad de los parques y El ídolo de las cícladas. Grossi ya había trabajado antes con Antin y también fue con una de Cortázar, mientras Calcagno había colaborado con el guion de nada menos que Apenas un delincuente (1949). Sumado a hacer una producción a lo nouvelle vague tenemos muchos elementos que hacen de la propuesta un filme interesante y el resultado es muy bueno. Es un filme que tiene un toque introspectivo marcado, con un Mario poético, de aire melancólico y culto, mientras el práctico Héctor vigila, desconfía, indaga, con miradas silenciosas pero después con preguntas. Por cierto momento todo es platónico, pero pronto el amor carcome a Mario y a Teresa. No obstante Teresa duda en dejar a Hector, y entra a tallar una estatua inca con la que surgen varias metáforas y hasta se plantea mitología. Cortázar parece que se enfadó con Antin pues éste escogió Perú (y América), mientras Cortázar quería Grecia (y Europa) como escenarios. Antin también con su decisión consiguió una coproducción entre Perú y Argentina. El filme utiliza costumbres y eventos famosos peruanos para mostrar ideas de sus personajes, hay una inteligente fusión ahí, como cuando Teresa camina por la multitud de la Procesión de El Señor de los Milagros, mostrando sus emociones encontradas en un paseo mítico, místico. El filme está envuelto en una gran psicológica, y tiene detalles muy ricos, como cuando se fusiona literalmente literatura -se va leyendo un libro- y la realidad de los personajes de la película. También la propuesta tiene gran manejo de la lógica y de la claridad, que incluso ésta yace un poco ausente en un más ambiguo Cortázar. Antin muestra mucha personalidad, como debe ser, puesto que el cine no imita la literatura sino juega con sus propias reglas, con su propia arte, adaptando o no literatura, así ésta sea de quien sea. Como suele ser es un grave error querer copiar y así anhelar la trascendencia de tu trabajo. Hector yace en un mar de psicología, mientras Mario y Teresa son entes existenciales de sufrimiento. Mario no por el amigo sino por la resistencia. La furia también empieza a sobrevolar. Ambos hombres están por perder al amor de su vida. Es una gran disyuntiva del amor. Hector posee el cuerpo pero lo importante es el alma, la mujer a amar eternamente siempre es más que carne.