Hay una gran producción y legado de películas de terror de
todo tipo, como que cada semana no falta el estreno de alguna propuesta del
género en nuestra cartelera, aunque no sucede a menudo hallar una obra sobresaliente
de horror, pero ya va siendo una buena temporada éste año con la aparición de
la muy recomendable The Babadook (2014), y ahora con la notable It Follows (2014). Ésta historia tiene un planteamiento simple, se trata de que a través del sexo
uno trasmite una maldición donde un ente indeterminado pero capaz de
convertirse en el peor espectro de miedo te sigue para asesinarte, con lo que
la única salida es trasmitirlo a otro o huir, sin que perezcas en un apareamiento
mortal. Sin embargo el maleficio retorna al anterior trasmisor una vez muerto
el último portador, con lo que Jay (Maika Monroe) parece no tener escapatoria.
No obstante, cuenta con sus amigos para buscar alguna fórmula.
It follows tiene una lectura muy convocada en el slasher, de
que cuando los jóvenes en pleno plan vacacional intentan divertirse, especialmente
tener relaciones sexuales, aparece un asesino serial demencial que castiga su
libertinaje con la muerte más atroz. En la presente vuelve a hacerse hincapié en
la pena sobre la promiscuidad, tanto que el desenlace apunta a que el orden monogámico y fuertemente afectivo es el final feliz. El sistema es que un hombre o una mujer implican una necesidad (tener un coito sin preámbulos románticos) y con
ello se trasmite una maldición, que está representando por un ente paranormal perseguidor; es decir, recogen una especie de enfermedad, la muerte. Pero pasemos a otro punto, al entretenimiento, muchos ven el espíritu de
las películas de los 80s, tiempo tan querido por los amantes del género; impregnado en
aquellas calles contemporáneas, en los suburbios que es donde se contextualiza. También se perciben semejanzas con el cine de horror japonés.
La segunda película del americano David Robert Mitchell, que estuvo
en la semana de la crítica del festival de Cannes 2014, se ha ganado al fan del
terror, bajo un destacado manejo del suspenso, teniendo el potente recurso de que
el ente asesino toma distintas formas de pesadilla, y con esto se puede
trabajar el miedo con cada aparición tenebrosa, humana, de cualquier
edad, siendo oportunamente intimidante ver figuras desnudas en zonas
impensadas, repentinas, ya que cualquiera puede ser el acosador, aunque de
orden fantasmagórico o con rasgos de descomposición, de lo que hay a su vez
ciertos momentos de sentido del humor y en sí un ambiente tenso pero juvenil. Se dan además ratos de lucha frontal, aunque son los menos efectivos, luciendo ordinarios, desprovistos de mística, pero son pocos, ya que es el pánico a
lo acechante, imprevisto, a lo distante y la huida lo que hace de mejor jugada, lo que perturba e inquieta, pero se entiende para no agotar con lo mismo y pasar
a otro nivel, viendo que se maneja bastante y cumple más que bien su cometido. It follows es una historia subyugante, aunque claramente sencilla,
como suele ser habitual, y que en efecto produce ratos de (agradable) temor, como
con las tomas cerradas, lo abrupto o la profundidad de campo, teniendo uno de
los mejores comienzos que puede tener una película, en una joven bella de
largas piernas y tacos altos corriendo asustada como una loca por la calle, escapando
de algo de lo que no sabemos, para luego despedirse ante lo inminente, en la
que es una sensación que acompaña toda la película y que tanto se agradece.