domingo, 8 de julio de 2018

Cara a cara (Faccia a faccia)


Éste es el segundo spaghetti western que hizo el italiano Sergio Sollima y está interpretado por Tomas Milian como el bandido Solomon Bennet y por otro ícono del western italiano, por Gian Maria Volonte, como el profesor Brad Fletcher. Fletcher es un intelectual y un hombre alejado de toda forma de violencia propia, mientras Solomon es un pistolero famoso. Pero el filme se basa en que ambos cambiaran de comportamiento y de filosofía de vida. Pronto Fletcher se irá corrompiendo, atrayéndole más y más la fuerza bruta, y Solomon se impregnará del idealismo inicial del profesor y su amigo.
 
El filme tiene a Solomon tratando de escapar de la ley y queriendo formar nuevamente su pandilla de asaltantes, y en ese trayecto Fletcher irá enamorándose de la esencia del western. Solomon es muy respetado y buscado, y aunque suene extraño querido por muchos, a pesar de que no duda en matar. La amistad que forma con el profesor lo ablanda. Es el aprendizaje de la vida ajena a la vera de mucha acción. Hay un pueblo llamado Purgatorio y en éste Solomon sólo enfrenta a muchos pistoleros. También hay un refugio de maleantes y mercenarios donde se cobija Solomon y su gente.

A la par hay un cowboy espía enviado por una agencia histórica famosa de ley privada, la agencia Pinkerton, con William Berger como Siringo, el héroe, aunque yace medio opacado por el mal, representado por Solomon y Fletcher. Éste mal no es completo, está matizado con algunas acciones nobles y palabras, como salvar al pueblo Purgatorio del poder abusivo, aunque a cambio de dinero. Hay un cierto heroísmo y popularidad que enaltece criminales. También es irrefutable la simpatía que brota de Milian. Suma igualmente vivir en un mundo salvaje, donde matar es algo normal y hay mucho hombre ambicioso.

Volonte hace un gran papel, primero se le ve muy débil, y luego es creíble como matón. El cambio de cada uno es progresivo, pero Sollima denota mayor justificación con Volonte que con Millian. Volonte es un tipo que habla de hacer historia en un inicio y se ve minimizado por el mundo que lo rodea y es que hay curiosamente más oportunidades para el salvaje que para el intelectual, es un mundo bárbaro. Milian es más un ave libre sin demasiada profundidad, y como que da a entender un cansancio de vacío, de inconciencia.

Uno quiere más, y el otro menos, menos acción. Pareciera un relevo, pero es más la lucha del bien contra el mal, que al final cohabitan en un contexto de corrupción en que el ideal surge como ave fénix, para imponerse. Es una cuestión de liderazgo en muchos sentidos. En todo éste despliegue de filosofía de a pie surge un western emocionante, entretenido.