miércoles, 27 de abril de 2011

Rompiendo las olas

El danés Lars von Trier definitivamente es un creador especial, de esos que uno debe seguir para ver que cartas trae bajo las mangas, se trata de que intenta ser un genio y para ello busca sacudirte siendo irreverente porque quiere ser un gran innovador perteneciendo a la denominación de bicho raro, la película que nos presenta ostenta esa esencia. La trama nos remite a un amor a toda prueba que se distorsiona y anhela cumplir con una misión que se sustenta en ese sentimiento inconmensurable. Bess MacNeill (Emily Watson) es una jovencita dulce, algo lenta mentalmente y con algunos problemas psiquiátricos que la hacen ser muy inocente y frágil, ella se enamora con vehemencia de un hombre, Jan Nyman (Stellan Skarsgard), que en un inicio la colma de lo que tanto espera, el poderoso amor. Parece que todo es perfecto pero pronto como ha de suceder para crear una historia algo sucede que quiebra la paz en esa unión.

Trier presenta la película dividida en capítulos y a manera de un cuento empieza su narración. Una vez que Jan queda cuadripléjico, Bess lo cuida con el mismo desmedido aprecio de siempre pero éste hace notar que para vivir necesita sentir placer sexual, que es la única forma de recuperarse o ansiar la vida; como Bess es una persona como he explicado con una mente disminuida y no tan normal, además de radicar en una zona donde la religión es predominante y está muy enmarcada en su personalidad, lentamente accede a su petición. Lo que quiere Jan es que Bess tenga relaciones sexuales con extraños y que se las cuente; la joven se mete en una carrera que termina prostituyéndola a costa de su reputación, de su naturaleza pura y de sus bases teológicas. Ella suele hablarle a Dios impostando la voz y escuchando las respuestas que a sí misma se otorga.

La jovencita como le han dicho ha asociado mejoría con sexo promiscuo y abundante, lo que de alguna forma denota cambios clínicos que más son coincidencias que producto de un vínculo “mágico” de sanación. Allí nace la pregunta ¿qué le hace pensar que realmente existe esa relación entre cura y sexo?, la palabra de Jan, el hombre que adora con locura. La mejor amiga de Bess y el doctor de su marido que tanto la estiman tratan de ayudarla como pueden mostrando bastante disposición hacia su persona pero la chica no cree más que en lo que su amado le ha hecho pensar. Pronto Jan termina siendo perjudicial para la muchacha, éste no lo niega, acepta que algo está dañado en su cerebro o que puede estar dominado por la maldad producto de su estado precario, sin embargo todo sigue el mismo rumbo y Bess llega a perseguir mayores riesgos sexuales dentro de la prostitución pensando que a mayores sacrificios mejores resultados.

Como es de esperar ese pueblo de aspecto arcaico que aparenta estar en el último confín del mundo la juzga terriblemente, más siendo una comunidad que se mueve en el fanatismo religioso, que no permite que las mujeres participen de las sepulturas, donde se entierran a algunas personas y se les dice que irán al infierno, que asisten regularmente a la iglesia para discutirlo todo y de la que la madre de Bess es muy devota también, que son los que aprueban los matrimonios como el de Bess y Jan aunque con reticencias por ser éste último foráneo para el territorio, como augurando que los extranjeros solo traen problemas y es que con las características de Bess era de vislumbrar algo dramático, se sentía su condición endeble, su personalidad maleable, su amor desmedido, en eso la película va colocando las piezas que preparan el desenlace cayendo algo en lo previsible aunque no se sepa en qué modo se iba a manifestar el conflicto y en ello radica la maestría del cineasta que con hábil mano nos termina envolviendo en su extravagante universo.

El final ya no sorprende y resulta en toda la ley de lo que el relato manifiesta, lo que queda es la manipulación de un concepto humano y la perspicacia de un cierto embaucamiento, un asalto a mano armada que nos ha dejado petrificados algo engañados con justificaciones ingeniosas y una perspectiva que abre las puertas a la originalidad y quizás a la ruptura -dependiendo de uno- de nuestro pensamiento que nos deja metidos en la abnegación mediante la corrupción.

Como se ve es un amor algo perverso pero aunque suene contradictorio el amor más verdadero que puede existir y en ese punto radica la agudeza de Lars von Trier que nos presenta una historia en donde se ponen en duda nuestros paradigmas de amar incondicionalmente, por supuesto con una indiscutible sordidez pero que nos deja sintiendo lastima por Bess y repudiando su amor.

martes, 19 de abril de 2011

Irreversible

Película dirigida por el argentino Gaspar Noé, de factura francesa. En ella se dan algunos trucos para cautivar a la audiencia, de los que destaca el manejo de la trama que se cuenta desde el final hacia atrás en pequeños cortes de tiempo de diferente duración junto con la utilización de un lenguaje visual explícito, produciéndose una violación de larga data con todo lo infame que puede ser ésta situación. Hay una gran violencia escénica, se ve a Monica Bellucci desnuda siendo sodomizada por un tipo que la ultraja en medio de un callejón subterráneo. Además hay una muerte en la cinta que también maneja altos grados de intensidad y desenfreno.

De visionar linealmente la narración, ésta nos habla de la relación entre Alex y Marcus, Monica Bellucci y Vincent Cassel, que junto con un ex novio y amigo cercano de ambos llamado Pierre (Albert Dupontel) quedan para ir a una fiesta. En el lugar Marcus se pone eufórico, se droga y empieza a seducir mujeres, con lo que más tarde Alex se enoja y decide irse por su cuenta. Pronto sucede lo inevitable y como reza el título del filme, lo irreversible. Desde ese punto empieza una carrera arrebatada por encontrar al violador.

La historia arranca muy temprano el mismo día con el claro del sol en un parque, en un momento de la película se ve a Alex y Marcus jugando cariñosos y sexualmente en su cuarto, ambos están desnudos y hay mucho erotismo, las tomas son abiertas y dejan ver ambos cuerpos sin reticencias. Sin embargo la película empieza con un diálogo entre dos hombres metidos en un cuarto de mala facha en que uno revela asuntos incestuosos de índole personal, se manifiestan disquisiciones medio existenciales que son interrumpidas por un tumulto que se oye en plena calle que proviene de un bar homosexual de tendencia sadomasoquista llamado “el Rectum”, del que sacan un cadáver, arrestan a un hombre y se llevan herido a otro. Después surgen los giros de la cámara moviéndose en derredor que dan paso a los lapsos en el tiempo. Lo que sigue es algo caótico y poco claro visualmente por donde se ven recorrer pasadizos del recinto antes mencionado, en busca de un sujeto apodado “El Tenia” que es el presunto violador. Producto de esa búsqueda se da una gresca que permite escenas de grave violencia que son rotundas y dejan poco a la imaginación. También se pretende otra brutalidad más en la película. Y es que la cinta no escatima esfuerzos en ser contundente y clara, firme en sus postulados de herir sensibilidades y mostrar tanto como se pueda colocar en una toma de alto realismo.

La película corta los tiempos por donde cree justo, lo que deja la sensación de estar inacabados, pero pasan inmediatamente a otro período de cierta proximidad. Cada vez que el reloj se va hacia atrás se recorre una mirada que va desgranando la trama, lo que al final deja el panorama descubierto en un relato de suma sencillez. Se ve como discuten Alex y Pierre sobre su pasado amoroso en diferentes espacios, también la ruta que los lleva a una reunión de baile y alcohol. Se ve a Marcus y Pierre entrando a la fiesta, uno muy animado y el otro desganado. Luego deambulando por un lugar lleno de algarabía nocturna, para encontrar a Alex bailando sensualmente entre dos mujeres. En ese sentido se van dando los detalles mediante esa metodología inusual y creativa de retroceso temporal.

La película tiene un toque personal que termina no haciendo que desestimemos la realización sino que obtiene el respaldo necesario para valorarla positivamente, a pesar de sus pocos escrúpulos y que a su vez resulta favorable para darle mayor resonancia al contenido. Pero también en algo llega a molestar no ganándose todo nuestro aprecio. Inicialmente toma un rato acostumbrarse a la técnica que ha escogido el filme, pero luego que se entiende la idea se sigue con atención por ese rompecabezas que va dando a conocer las correrías alocadas que se dan en el contexto. Definitivamente queda un aire de experimento y también la clara percepción de que el conjunto posee muchos errores. Es la forma que innova, aunque no llega a una atmósfera de perfección; está muy lejos de ello, pero se advierte el intento de perpetrarse con éxito trasgrediendo. No es una película de un fondo trascendente realmente, sin embargo ha tomado hechos crudos y los ha puesto en la gran pantalla, dándose por sí misma ese alcance que la narración no tiene y ese es un mérito del director que buscando su estilo ha creado una película en parte original usando el ensañamiento y el furor de un accionar humano deleznable y fuera de sí, que en las escenas de alto volumen de adrenalina y perjuicio se sobrellevan con cierta morbosidad y con el interés de lo poco visto que nos hace seguir observando con detenimiento el sufrimiento o la locura que irradia el odio, temas que por no comunes nos dejan con perplejidad, inquietud y un mal sabor, variando las emociones que se nos exaltan ante lo asombrosamente duro. Por todo ello la película sale ganando porque se queda en la memoria, si bien se mantiene distante de la esencia del arte, aunque tiene sus logros.

martes, 12 de abril de 2011

El Ilusionista

El director francés Sylvain Chomet acomete su segundo filme de animación utilizando un guión de Jacques Tati que no fue llevado a la pantalla grande, en un claro homenaje a su compatriota dedicado a la hija de Tati, Sophie. En la cinta el personaje principal se hace llamar como el famoso director homenajeado, en su apellido completo, Tatischeff, y es un mago de cierta edad que empieza a sentir la dificultad de ejercer su oficio en un mundo cambiante; es el tiempo del fanatismo juvenil por el rock y los clásicos espectáculos como el ilusionismo han dejado de estar en los teatros con asiduidad, muy pocos acuden a ver los eventos, lo que hace una difícil supervivencia en éste tipo de arte.

Con cierta emulación del estilo de Tati, un cine casi mudo, gestual, suavemente cómico y tierno, se nos pasea por la vida de éste mago que viaja por el Reino Unido tratando de encontrar lugar donde presentarse; en Escocia conoce a una jovencita pobre y solitaria que decide seguirlo como si fuera su hija; la muchacha de nombre Alice cree en la magia y suele pedirle ropa o zapatos encantada por el deseo de disfrutar de lo que no está a su alcance. El mago que pasa apuros económicos trata de complacerla y le regala lo que a ella le hace ilusión. Hay un cierto egoísmo o falta de sentido de la realidad de parte de la chiquilla y un excesivo paternalismo de parte del ilusionista que a como dé lugar busca hacerla feliz aun sin tener parentesco sanguíneo con ella. En la trama vemos personajes del medio artístico que se ven fuertemente afectados por la nueva época. La trama es un vaivén por las presentaciones del ilusionista, el cariño enternecedor hacia la pequeña y la supervivencia en medio de una realidad adversa. Las ilustraciones son muy elaboradas, con grave detallismo y belleza visual, tienen el toque del realismo en sus trazos.

La historia está plasmada con una fehaciente dulzura y rodeada de un aire melancólico o nostálgico aunque en Tatischeff yace el optimismo o por lo menos no muestra rasgos de infelicidad si bien se siente algo abrumado y cansado por algunos escollos y necesidades. El relato está muy bien manejado tanto que no hacen falta los diálogos para transmitir ideas o sentimientos lo cual es un éxito de la imitación del cine de Tati. Hay ocurrencias que vienen a ser graciosas aunque sutiles y es un dibujo que mezcla la seriedad que ronda en el mundo con la fantasía visual propia de los dibujos animados. El mago trata de hacerle creer a la chiquilla que aún existe la magia y que el mundo es un lugar hermoso, la pequeña muestra sentimientos nobles en retribución a su protector y hacia quienes la rodean en el hotel en que están instalados a pesar de su exaltada inclinación por vestir bien que es natural en la vanidad de cualquier adolescente todavía provista de un aura de inocencia porque ella aún guarda esa esencia a pesar de su patente pobreza. El ilusionista es un solitario, impoluto, transparente y educado hombre mayor de buen corazón que se identifica con la indefensión y estado de abandono de Alice a la que adopta sin muchos remilgos o disquisiciones, tampoco le impone nada y más bien es una suerte de bendición para la joven, entregándole casa, comida, ropa, paciencia, comprensión y libertad. Ese vínculo hace flotar en el aire un sentimentalismo patente que no es pegajoso ni recargado ya que las manifestaciones del ilusionista son más producto de regalos, trucos de su repertorio mágico y cuidados que próximos al sobre-proteccionismo, autoridad o a los abrazos, besos o palabras, el amor se asienta en los actos como los sacrificados trabajos extras que debe cumplir para solventar los requerimientos materiales de la joven.

Ésta película estuvo nominada a mejor animación en los últimos Premios Oscar y perdió contra Toy Story 3 (2010) lo cual es discutible -ambas lo merecen- siendo productos de diferente factura, conformación y sentido. El ilusionista es una realización madura apoyada de un contexto realista anclado al humanismo y al altruismo de su personaje principal, en la muestra del amor desinteresado en pos del rescate del espíritu más idealista, pero que mantiene una elocuencia contendiendo los pies sobre la tierra solo que disfraza la verdad para que otros encuentren la alegría, por algo el mago sigue ejerciendo su duro oficio que profesa sueños y que logra salirse del espectáculo para ser llevado al mundo; es un hombre que ya no genera admiración en un escenario, pero que no solo es apariencia, sino profundidad que se esfuerza por mantener un mensaje que lastimosamente se hace caduco y que solo puede ser reemplazado cuando el planeta se convierta en un sitio mejor, por eso aparece la carta confesando que no existe la magia, como forma de crecer, siendo la idiosincrasia de la vida. Finalmente el ilusionista sigue su ruta como el ángel que ha cumplido su misión.

miércoles, 6 de abril de 2011

Ese oscuro objeto del deseo

La última película dirigida por el director español Luis Buñuel nos remite a un tema muy conocido en las relaciones amorosas, el poder que ejerce una mujer sobre un hombre, aunque no le quiere mientras él se desvive por ella. Ese hombre se llama Mathieu (Fernando Rey), un millonario, de edad mayor, que un día descubre a un bella dama joven que trabaja recientemente como sirvienta en su mansión. Instantáneamente queda prendado de Conchita, interpretada por dos actrices, una la francesa Carol Bouquet de estilizadas facciones y porte de modelo, y la otra la española Ángela Molina, más común pero hermosa en su normalidad. Ambas representan los cambios de humor que tiene su personaje, mientras en un momento puede ser dulce y delicada en otro puede ser caprichosa y hasta malvada; las líneas de actuación no están delimitadas en las dos actrices porque tanto una como la otra ejercen los diferentes comportamientos.

En medio del absurdo, un poco de surrealismo e ironía, ante la imagen de explosiones, atracos, secuestros y atentados que son asociados con la izquierda radical, Mathieu persigue el amor de Conchita; la historia la cuenta desde que le arroja un baldazo de agua mientras un tren lo lleva a Francia. En ese viaje entre los presentes se encuentra un enano, una señora con su hija y otro tipo que escuchan atentos el motivo de semejante humillación, a esa atractiva mujer que le llama con insistencia. Toda la trama revela las vicisitudes que implica en su persona la muchacha de origen español, desde un asalto realizado por amigos suyos hasta la burla sinvergüenza de ella con un amante en una casa que Mathieu le regala en España.

Conchita es reacia a tener relaciones sexuales con Mathieu diciendo que es virgen, e incomprensiblemente, a pesar de ser muy sensual, él aguanta. Ella juega al gato y al ratón. Incluso desaparece de su vida para luego regresar como si nada hubiera pasado. Mathieu está consciente de que la mujer lo tiene obsesionado y que su relación no es sana pero no puede resistirse. Llega a querer comprarla dándole dinero a su ambiciosa e inescrupulosa madre. La casualidad los junta. Pero es el mismo Mathieu así mismo quien propicia ese acercamiento. No puede quitársela de la mente.

Ella llega a sobrepasarse en cuanto al respeto que debería tenerle como pareja. Se permite, tras ocultarlo, bailar desnuda danzas costumbristas hispanas para visitantes extranjeros en un bar. Mete a la casa de campo de Mathieu a quien parece su amante arguyendo que no tiene donde pasar la noche. No quedan dudas de que no siente nada, pero éste la soporta estoicamente haciendo papel patético.

Es una comedia sencilla que repite como centro el formato de absurda persecución de amor no correspondido, hacia una persona consciente de la atracción que proporciona. Proximidad y rechazo de Conchita; abnegación y apasionamiento de Mathieu. Pero no deja de ser entretenido ver tanto rodeo. Buñuel nos entrega un pequeño divertimento personal y a la vez muy conocido de enamorarse de la persona equivocada. Aun así el sistema no cae pesado. La historia se cuenta efectiva dentro de los vaivenes amorosos. Se recurre a diversas maneras de fomentar novedades, dentro de leves matices de la misma esencia. La ropa intima de castidad y el forcejeo, el restaurante que no quiere servirle a Conchita porque acaba de dejar el trabajo, conversaciones sobre los pormenores de la relación de Mathieu con un pariente que es juez o con un mayordomo que detesta al género femenino, la reuniones en el apartamento que comparte la muchacha con su madre, además de que al cambiar de actriz se adquiere variedad. Suma mucho que se turnen las emociones, junto con brindar toques eróticos con cada una; por ello resulta un ejercicio de buen cine aún siendo una propuesta monotemática. También las actuaciones son dinámicas y soberbias, sobre todo la de Fernando Rey que es un despliegue de experiencia. Por eso la película sale airosa y cumple su cometido de darnos un buen producto de corte ligero pero valioso que nos deja el pensamiento de que lo sencillo también puede tener maestría.

lunes, 4 de abril de 2011

Pan Negro


Éste año los Premios Goya escogieron ésta película como la mejor del cine español dándole 9 galardones, al verla me doy cuenta que posee un argumento algo intrincado pero que finalmente se resuelve muy bien explicando cada duda, en ella encontramos personas que no son éticas en absoluto que al descubrirlas nos daremos con la impresión de que los seres humanos pueden ser unos terribles monstruos sin que lo aparenten y ese es un gran acierto del guion y la dirección de Agustí Villaronga que se basa en el libro de Emili Teixidor.

Obra que no se detiene a lapidar a nadie sino se dispone a desmontar las mentiras que se ciernen sobre los hechos sin ceñirse a que cada quien recibe lo que merece, no es el caso del filme ya que las situaciones se mueven escabrosamente.

Observamos que la película no juzga sino presenta los personajes tal y cual son tanto que nos dejamos engañar por ellos bajo una falsa fachada, en ella yace la fantasía propia de la imaginación popular que se guarda de enseñar la inmoralidad y la criminalidad bajo una cubierta. La película juega con la doble moral. Tampoco abunda la inocencia y se ve como el entorno llegará a afectarla porque esa es la conclusión que sacaremos de mirar hacia el futuro de los personajes más jóvenes.

La postguerra civil española es el contexto de la realización pero no es una recreación que busque desentrañar esa etapa directa o abundantemente o en todo caso está para contar un relato primero. Podemos observar que el niño de la historia, Andreu, está ligado al bando perdedor y que su padre es un ex militante comunista que no olvida su filiación ideológica pero sus intereses van más allá de ello sometido al poder reinante de una familia rica representada por la señora Manubens. La historia nos muestra las dos clases sociales que se desarrollan en el campo, por un lado los pudientes y por el otro los pobres que viven en hogares que les pertenecen a los primeros. En ese estado, el de la carencia, Andreu pasa a vivir con sus tíos, su abuela y su prima producto de que su padre decide escaparse a Francia creyendo que va a ser culpado de unos asesinatos brutales que se dan al inicio del filme, en una escena magistral en donde un encapuchado acaba con la existencia de un hombre y su pequeño niño. Ese arranque es digno de celebración, por su explícita crudeza valiosamente direccionada.

Andreu entabla una proximidad con su prima Nuria la que tiene una mano defectuosa debido a la explosión de una granada, con ella pasa mucha parte del tiempo tanto en el colegio como en la casa y hay una cierta atracción ya que la niña tiene la sexualidad despierta como también desprovista de la sensación de culpa lo que se deduce al recibir favores de su maestro. El niño es nuestro guía por la urdimbre cinematográfica porque en su normal deambular nos movemos los que observamos el filme y en su curiosidad está la nuestra, no por nada descubre los cadáveres mencionados anteriormente, mientras escucha a su padre con admiración y amor. Desentrañando su personalidad formarnos una imagen que termina siendo audaz, se relaciona con un muchacho “enfermo” que sufre de la intolerancia e ignorancia de la zona y de los años en que viven; es el que padece los problemas familiares de la persecución hacia su progenitor y observa la servidumbre esclavizada de su madre de quien tiene que separarse e ir a radicar con sus parientes que presentan la cara de un entorno empobrecido y a su vez cálido como los son los cuentos de la abuela en medio de la vida disoluta de la tía más joven o la amargura de la otra que parece la cabeza del hogar en el lugar que le descubre su ascendencia y su condición social. Andreu termina siendo la justificación de cierto silencio y el que atraviesa las vivencias cotidianas rurales que se nos divulgan y que se relaciona con toda la cosmovisión de la realización. Su personaje es el más importante si bien los gestores de los conflictos que presenciaremos son los secundarios.

Es de suma importancia no dejar de mencionar la historia de Pitorliua que ronda por dondequiera que se mueva el relato y del que se dice que es un fantasma oculto en una cueva tras haber sido asesinado por una excitada turba que al descubrir su homosexualidad lo castraron salvajemente causándole la muerte, el que detrás de su persona oculta un oscuro secreto que resulta indispensable para comprender la cinta.

La película está bien diseñada, es redonda, no deja nada en el aire; a su vez resulta sorpresiva al otorgar las soluciones de las ambigüedades. Se moviliza en varios frentes informativos y cierra cada puerta con solvencia. Termina siendo un mecanismo preciso de relojería que nos depara un grato rato de satisfacción.

miércoles, 30 de marzo de 2011

La vida de los peces

El joven director chileno Matías Bize se alzó con el Premio Goya 2011 en la categoría mejor película hispanoamericana con ésta realización. En esta película observamos bajo un aire melancólico y sentimental el regreso de Andrés (Santiago Cabrera) a su patria, Chile, luego de diez años de vivir en Alemania como escritor y eterno turista. Ha vuelto porque extrañaba a Beatriz (Blanca Lewin), la que fuera su enamorada durante muchos años en su juventud antes de viajar a Europa y la única con la que sintió que podía tener un romance de futuro irrompible, pero al darse un tiempo en su relación él decidió irse prometiendo volver a encontrarse en un café y retomar su unión amorosa. Ahora ha vuelto y pretende resurgir lo que dejó inconcluso y no cumplió, pero mucho ha cambiado y remontar una década de separación se presenta como algo complicado de vencer, aunque el filme no se haga muchos problemas al respecto y permita pensar en esa posibilidad, pero es a través de su historia que descubriremos si es factible. Beatriz a los ojos de Andrés está igual aunque ya tiene dos hijas mellizas y estuvo casada. El acercamiento entre ellos es progresivo y empieza con timidez al toparse accidentalmente hasta evolucionar en algo mucho más fluido luego de que ella busque evitarlo y quererlo ver al mismo tiempo mientras que él si está convencido de lo que quiere sino que le falta la forma de aproximarse con sus propuestas sentimentales, incluso no quería ella volver a verlo ya que sufrió mucho con la ruptura y el olvido de la palabra prometida de reencontrarse.

Andrés está de visita en la casa de un buen amigo que falleció en un accidente de auto, en ese sitio se celebra el cumpleaños de uno de los parientes y que ha atraído a todas sus viejas amistades y seres queridos de su pasado. En su deambular por las diversas habitaciones y estancias de la vivienda se encuentra con todos ellos y comparte recuerdos. Se topa con tres antiguos compadres de juerga con los que habla de sus cambios de pensamiento y de sus presentes; con la hermana menor de su mejor amigo fenecido, antes mencionado, que ha crecido convirtiéndose en una bella mujer y la cual se le insinúa sexualmente estando borracha; con el hermano del mismo en el que fuera su cuarto que está idéntico a como lo tenía antes de morir y en que medita sobre que le aconsejaría su compinche de estar vivo sobre la mujer que no pudo olvidar. En la cocina conversa con la dulce madre del amigo perdido, la que se halla lavando los platos y a la que le halaga sus comidas que dice siempre tener en mente estando lejos; ella muestra su sensibilidad por él y por la memoria de su vástago que dice sentir en su habitación, dejando a Andrés abstraído. También dialoga con la esposa embarazada de un viejo compañero con la que entabla un coloquio vulgar sobre su matrimonio, e incluso comparte juegos de video con el hijo de uno de sus camaradas conversando sobre aspectos sexuales que el niño pregunta curioso y él responde con franca sonrisa. 

La película tiene una música suave y de carácter sensible sonando constante de fondo bajo intermedios de aspecto contemplativo y rememorativo que se escucha demasiado repetitiva cayendo como algo empalagoso, pero otorgando la atmósfera que requiere el filme. El drama se mueve con lentitud en el caminar de Andrés por ese hogar al que él tanto cariño le tiene y viceversa, diciendo que ya se va a cada momento porque le espera una avión para retornar a Alemania. Sin embargo dilata su despedida porque quiere dialogar con Beatriz con la que se encuentra de forma seguida por diferentes ambientes del lugar y con la que se dan charlas que van creciendo en confianza y que van abordando el tema que a ambos les concierne que es ese amor que tanto se tuvieron y que parece aún subsistir, no obstante la seguridad de si existe o no un sentimiento en común hay que conocerlo luego de muchos vaivenes. El filme siempre está evitando un punto decisivo como no prometiendo nada, pero, por supuesto, uno espera que llegue a algún tipo de final todo el asunto romántico. Se utiliza mucho el escape, dando pequeñas dosis de diversa índole mientras tanto, que dejan rastros que van acumulándose y haciéndonos exigir algo mayor de lo ya dado y eso arma un guión favorable que crea expectativa porque cada evento es un aliciente de atención que ha requerido ingenio y a pesar de tanto giro y alargamiento no cansa sino nos anima a querer saber más, todo en un estado cercano, que nos muestra al personaje principal tomando forma a medida que abre una nueva puerta.

En ambos personajes yace la calma y la morosidad propia de los peces que se movilizan por una enorme pecera a la que se acercan en sus tantos paseos nocturnos ya que la fiesta es de noche y el tiempo al que se fija la película es corto en esa oscuridad del día. Se asemejan como expresa el título del filme a la existencia de esos animales acuáticos. Los diálogos entre Beatriz y Andrés son de cierta sublimidad y seriedad en un tira y afloja persistente. El tono general es amigable pero reticente a dejarse llevar, en un extraer de a pocos la información que le de pistas al espectador. Los encuentros son pertinentes, la trama esta muy bien distribuida, por lo que se me hace una película muy bien premiada y que vale la pena ver.

jueves, 24 de marzo de 2011

Audición

Ésta obra del director japonés Takashi Miike nos presenta una trama llena de intriga sobre el personaje de una muchacha hermosa, amable, educada e inteligente llamada Asami Yamasaki, la que se presenta a una audición para un rol en una película. Ella ha sido elegida junto con otras 29 mujeres para secretamente entrar en la elección de una ansiada pareja para Shigeharu Aoyama, un hombre maduro, viudo hace 7 años, que ha aceptado la idea de su mejor amigo, el productor de cine Yasuhisa Yoshikawa, de que como pretexto de una audición para seleccionar una intérprete para uno de sus filmes él tenga la posibilidad de escoger a una mujer con la que puede salir y quizás enamorarse.

Aoyama, leyendo las hojas de vida de las concursantes, queda seducido por la reseña de presentación de Asami en donde confiesa que su peor momento ha sido cuando tuvo que dejar el ballet por una lesión. Lo cuenta con tanta reflexión que Aoyama toma su escrito como algo parecido a la pérdida de su esposa. Una vez en la audición no necesita ver más y queda encantado con la muchacha de 24 años de edad. Luego de halagarla entusiastamente en su entrevista cinematográfica, la llama por teléfono y van a comer a un restaurante donde comparten mucha química pero nada más; quedan en comunicarse para otra ocasión y se dejan de ver. Ella es muy misteriosa, dice trabajar en un bar en donde no dan referencias suyas. En cierto momento confiesa que un hombre en su infancia la maltrataba y le hacía heridas en las piernas. Además, una referencia de su currículo hablaba de haber trabajado para un productor el cual yace desaparecido hace un año a quien luego niega haber conocido y dice que lo colocó en sus datos porque no tenía a quien poner.

El mejor amigo de Aoyama le advierte que no le gusta la muchacha y que mejor se aleje de ella por precaución, sin embargo es demasiado tarde, Aoyama está enamorado y no cree ver a la chica como el peligro que Yoshikawa le hace creer que puede ser. Mientras tanto en un cuarto lúgubre Asami espera inerte sentada en el suelo con el cabello cubriéndole la cara, paciente aguarda la llamada de teléfono de Aoyama que ha aceptado alejarse de la joven, no obstante la inquietud por verla es demasiado fuerte y le habla concertando una cita. En ese instante una siniestra sonrisa se posa sobre la cara de la chica.

El terror no se hace presente en mayor parte del filme, solo el suspenso, ¿quién puede ser realmente esa joven?, ¿por qué yace sola si parece tener todas las virtudes posibles?, ¿qué oculta?, ¿si se ve tan dulce e indefensa porque preocupa tanto? Aoyama se encuentra con Asami en un hotel donde la hermosa mujer lo sorprende y se desnuda sobre la cama; antes le hace prometer que solo la va a querer a ella. El hijo de Aoyama, Shigehiko, que vive con su progenitor está contento con que su padre haya encontrado nuevamente el amor que le ha devuelto la felicidad perdida por la muerte de su madre. La secretaria personal de Aoyama parece haber estado enamorada de él pero nunca se lo había confesado, ahora se va a casar pero mantiene una atracción por su jefe. En un extraño sueño la asistente le hace una felación en donde se confunde con Asami.

Finalmente la curiosidad puede más y Aoyama decide averiguar sobre su nueva pareja, con lo que se lleva varias sorpresas. En el bar en que trabajó ha habido un asesinato, la dueña del local ha sido mutilada y junto a su cuerpo se han encontrado tres dedos, una oreja y una lengua extras. Después tiene una visión de un pavoroso sujeto en silla de ruedas bastante desagradable a la vista que le causa heridas a una niña que danza ballet. También vemos a un hombre mutilado, desfigurado, arrastrándose en el apartamento de Asami como si fuera una mascota o un familiar a su cuidado y toma un líquido de un plato de perro bebiendo encima su propio vomito. Su compañera yace presente y él al verla risueña se desmaya. No obstante al despertar todo está tranquilo, se halla en el hotel lavándose la cara. La trama lentamente nos guía hacia el horror. Asami no es una mujer ordinaria y Aoyama lo va a descubrir de la peor manera.

Takashi Miike lleva ésta novela de Ryu Murakami al cine en 1999 y rápidamente se convirtió en un referente de culto. No escatimó la tortura más gore en su realización aunque en casi toda la película se sienta un aire de película menor, como que todo está dispuesto para el final y el giro es violento entregándonos lo que tanto hemos estado esperando y hasta termina siendo mucho más. El sangriento panorama que nos exhibe es como para cubrirse los ojos, son escenas muy fuertes, inmisericordes y explícitas. La sensación de la venganza injustificada nos remite a los estados de locura y a las secuelas de la memoria. También hay una mezcla entre presente y pasado anclado a los postulados que requiere Asami para amar. Va de la terrorífica escena de la sala de la casa de Aoyama al tranquilo cuarto de hotel lleno de luz, bonito paisaje y abundante color blanco creyendo ser todo una pesadilla que no es más que el recordatorio de lo que ha firmado, su sentencia de muerte. Se combina lo onírico con la realidad y termina siendo el más duro golpe de crueldad. Al final las palabras siguen escuchándose, la promesa del amor y de la entrega llevadas al límite. Lo único que queda es un cuello roto y una mirada perdida en el vacío, como miedo y estupefacción ante un cadáver.

martes, 22 de marzo de 2011

Enterrado



Éste es el segundo largometraje del director español Rodrigo Cortés que narra la historia de Paul Conroy, el que despierta enterrado en un ataúd a no sabe cuántos metros de distancia, toda la película girará en base al deseo de salir vivo de ese trance. Mientras avanza la cinta descubriremos quien es Paul y porqué está en ese lugar. A cualquiera le sería muy complicado estar en la decisión de Cortés de no movernos de la imagen de Conroy metido en el sarcófago de madera; sin embargo, él sale valerosamente airoso de ésta realización aunque sin diálogos en base a monólogos o a movimientos sería ya reducir demasiado el concepto del filme, por eso escoge una forma eficaz de hacerlo hablar, dentro de la caja en la que se encuentra el desafortunado hay un moderno celular no tan bien cargado en batería, pero surtido generosamente de línea abierta, mediante éste realizará múltiples llamadas que lo convierten en un elemento indispensable para lo que nos quiere narrar el filme y en la misma supervivencia de la interpretación central, de la mano de otros objetos. Para no estar en completa oscuridad que existen ratos en los que la pantalla se pone totalmente oscura Conroy utiliza un zippo, un encendedor potente, para iluminarnos y darnos visibilidad, también encuentra unos pequeños tubos fluorescentes de luz, una linterna y un lápiz a los que les da buen uso como con todo material que tiene a su alcance que le permiten resistir en su encierro.

Mediante llamadas nos ubica en el contexto, ha sido secuestrado por unos tipos necesitados de dinero, no nos dicen que son terroristas específicamente aunque ellos hayan atacado un convoy con camioneros contratistas matando a todos menos a él y a una mujer por la que también piden una recompensa. Conroy se encuentra en Irak en el año en que todavía los estadounidenses dominan el país. Desesperado llama a toda entidad gubernamental capaz de ayudarle; suena descabellado que llame a Estados Unidos contando su singular situación esperando ayuda, pero le creen y prometen salvarlo; un contacto en particular se mantiene dándole indicaciones y prometiendo su búsqueda; también llama a la empresa que lo contrató y en una muestra de que los negocios son primero se lavan las manos con su seguro y su percance; también llama a una amiga de su esposa con la que entabla una discusión algo graciosa debido a su estado, a su cónyuge no la puede contactar hasta el final del filme en un conmovedor encuentro verbal; llama además a su madre que sufre de demencia senil o de alzhéimer entre otras comunicaciones que se encargan de darnos todo los datos necesarios para armar un relato más nutrido y próximo.

Conroy es contactado por su secuestrador que empieza pidiendo 5 millones de dólares y termina conformándose con solo un millón poco después de explicarle porque lo hace, le pide que se filme con el celular y que anuncie su condición de prisionero, esto otorga la coherencia que veíamos faltante al encontrar un teléfono en su féretro, le da una razón al hecho de hallarlo. Otra curiosidad es que Conroy sabe utilizar un celular muy sofisticado que se halla en árabe, alguien menos preparado estaría en mayores aprietos, más tarde lo cambiará a su lenguaje, pero mientras tanto logra rastrear números telefónicos, grabarse, enviar videos y emitir sus mensajes.

Dentro de la actuación de Ryan Reynolds en el papel principal vemos diferentes actitudes consolidadas dentro de sus aptitudes como actor en ascenso y algunas limitaciones expresivas desde gritos de impotencia, lágrimas porque quizás no vuelva a ver a su familia en especial a su hijo, dolor y falta de oxígeno que atraviesa al estar en cautiverio, astucia para tratar de escapar y mantenerse tranquilo como lograr deshacerse de una serpiente que se mete en su cajón, ruegos y explicaciones a su captor, lástima cuando dialoga con su madre, enojo cuando siente que no lo pueden rescatar o no comprenden su mortificación, en fin un sinnúmero de emociones y acciones que despliega con solvencia que nos hace ver a un tipo común en una posición delicada. En eso el guión se presenta eficiente como lo es a su vez al tenernos en suspenso de que si podrá salir de donde está o no lo hará. La visión es asfixiante y se puede sintonizar con su dilema gracias a que conocemos de su persona y sentimos el peligro que lo envuelve. Su desenvolvimiento resulta natural aunque ostenta una elevada perspicacia que despliega sin salirse de la realidad más comprensible. Los percances se suceden provocando expectación y subsiste un ambiente de completo estado de tensión. Entre sentir su encierro con la luz a penas iluminando y ver su rostro sangrante y sudado nos compenetramos con el relato y con ese ser humano, para eso la película no deja de sorprendernos, es el movimiento que genera atención porque Conroy no descansa ya que siempre está ideando algo y haciéndolo, yendo de emociones, actos y cambios que suceden en el mismo sarcófago que afectan al personaje.

La batería del celular está por terminar junto con el tiempo límite para pagar su rescate, el aire comienza a escasear, peor cuando se sufre de ansiedad, como le pasa a Conroy que toma medicamentos y el verdugo exige que se mutile un dedo para impresionar al gobierno y entreguen el dinero, estando en manos inmisericordes que le han demostrado en un video que le envían que son capaces de matar a sangre fría. Llega hasta el momento en que la arena empieza a entrar al cajón y a llenarlo anunciando el final casi inevitable salvo por la sensación de llegar a ser desenterrado por el agente militar que está en línea. Es una película que tiene un cierre inesperado que bien ha valido hora y media de inmersión entorno a un hombre sepultado en vida, observando las tantas posibilidades creativas que genera estar atrapado de esa forma, es la adrenalina, el miedo, la indignación, la resignación, el empecinamiento por subsistir, siendo muy pocas las alternativas de vivir en la que nuestro corazón de espectador está inmiscuido esperanzado hasta el último momento.

viernes, 18 de marzo de 2011

Rango


Éste dibujo animado presenta a un camaleón que quiere ser admirado y aclamado como si fuera un héroe, metido en un recipiente de cristal interpreta tan igual a un actor hazañas imaginadas, está solo y cuando empieza a descubrir el vacío de su vida sale volando su cubículo producto de un bache que atraviesa el auto familiar que lo transporta como mascota y queda abandonado en el desierto. En medio del camino encuentra un armadillo aplastado que le pide que lo haga cruzar la autopista de alta velocidad, en ese momento el camaleón escucha historias sobre el espíritu del oeste y la metáfora de cruzar la carretera, aún no entiende nada pero luego todo encajará. Al poco rato enfrenta su primera aventura al tratar de escapar de un águila que intenta comérselo, luego llega a un pueblo llamado Dirt que puede significar suciedad, polvo o como le han colocado en la traducción tierra, en ese territorio descubre que los pobladores están escasos de agua, que representa la supervivencia en ese hábitat, también que es un lugar con muchos peligros mismo spaghetti western.

El camaleón entra a un bar y ante la rudeza del ambiente toma consciencia de que se encuentra en el mejor teatro posible, rápidamente se inventa un nombre, lo saca del origen de un licor, es el nacimiento de una leyenda, Rango es como se hace llamar. Cuenta un relato que lo convierte en el centro de atención y no pasa mucho en que tiene que demostrar lo que dice, unos agresivos vaqueros lo retan a un duelo, en el trance aparece el animal que todos en el pueblo temen, un águila, y mientras todos huyen, Rango lo enfrenta por azar y eso lo convierte en el nuevo sheriff de Dirt. Como le dice el alcalde, una tortuga en silla de ruedas que es el ser más poderoso del lugar, ahora representa la esperanza de todos en el pueblo.

Como no puede faltar ni romance ni acción en el género que invoca, Rango se enamora de Beans (en español significa frejoles), una iguana que tiene espasmos en donde queda inerte con la mirada fija abstrayéndose de su entorno, y con respecto a las emociones fuertes éstas se suceden creando una trama muy entretenida y algo sofisticada con muchas referencias a los westerns clásicos que cada espectador encontrará. Unos topos roban el agua del banco lo que motiva a ir tras ellos en una caravana, el sheriff Rango y sus amigos se enfrentan a un enorme grupo de ellos guiados por un topo ciego de ojos vendados y viejo que es el padre de la manada. En una de las escenas de combate suena estridente música de ópera que crea una sensación tan fabulosa que evoca las bandas sonoras de Enio Morricone que le daban un aire mayor al concepto cinematográfico. Enseguida un nuevo reto se avecina al pueblo a parte de la indispensable necesidad de agua que amenaza con desaparecer Dirt del mapa (en ello hay una trama encubierta que tiene relación con la modernidad que desea un siniestro personaje de doble moral que yace oculto), el desafío es un cowboy llamado Rattlesnake Jake que es una serpiente cascabel. Rango finalmente ha encontrado su espacio en el mundo siendo idolatrado como quería a pesar de tener ratos donde es bastante bobo, se ha hecho de una reputación porque fue capaz de matar a ocho hermanos vaqueros famosos con una sola bala según él ha contado, también dice haber conocido al espíritu del oeste y habla de lugares lejanos idealizados por los demás, pero la verdad sale a la luz y él queda en medio de la derrota. Desde ese punto en una escena que puede tomarse como un intento de auto-eliminación mismo Danza con lobos (1990) se hace presente alguien que parece ser Clint Eastwood con la gracia de montar en un carrito de golf, ya que la trama no puede terminar de forma tan claudicante, y es entonces que Rango resurge como el ave fénix. Regresa a cumplir con el destino que él mismo se ha trazado.

En ésta película intervienen otorgando su voz al producto nombres muy conocidos como Johnny Depp (Rango), Alfred Molina (el armadillo machucado), Harry Dean Stanton (el topo ciego y anciano) y Abigail Breslin (una rata que no gusta de Beans); otros menos identificables pero indispensables en el relato son Ned Beatty (el alcalde), Isla Fisher (Beans), Bill Nighy (Rattlesnake) y Timothy Olyphant (Espíritu del oeste). El director es Gore Verbinski que es el que ha comandado las tres Piratas del Caribe; El Aro (2002), con Naomi Watts; y The weather man (2005), con Nicolas Cage. Hay que tratar de ver Rango subtitulada para disfrutar de la expresión vocal de un reparto de reconocidos y talentosos actores. Sin embargo la traducción está muy cuidada que resulta aceptable, incluso hay búhos mariachis que nos acomodan bien a la versión en idioma español, teniendo en cuenta que México es parte de la cultura del oeste americano. Las bromas son universales e infantiles que pasan a ser entendidas con facilidad en nuestro lenguaje, se da un buen ejercicio de adaptación verbal. No obstante suele ser ineludible que en las traducciones se pierdan ciertas referencias. Con éste filme animado Nickelodeon ingresa a competir con Pixar, DreamWorks y Disney a través de una realización que entra por la puerta grande entusiasmando a niños como a adultos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El último emperador

Ganadora de 9 Óscars ésta película de 1987 dirigida por el maestro italiano Bernardo Bertolucci es una de las más premiadas en la historia de los galardones americanos. La historia relata la vida del último emperador chino Aisin-Gioro Pu Yi (1906-1967), que no estuvo mucho tiempo en el trono, solamente tres años de 1908 a 1912, debido a la deposición que sufrió producto de la ascensión al poder de una nueva forma de gobierno conocida como la república. Su vida sin embargo estuvo llena de azares, privilegios y transformaciones que fueron especiales porque hasta 1949 estuvo considerado emperador aún sin realmente ostentar poder alguno salvo de 1934 a 1945 en Manchuria, conocida por los japoneses como Manchukuo, territorio chino que invadieron y en que lo colocaron al mando pero solamente en apariencia porque las decisiones finales eran tomadas por los nipones. Al perder el dominio verdadero de China continuó viviendo en un lugar conocido como la ciudad prohibida, el palacio imperial, rodeado de muchos súbditos, abundantes eunucos a su mando y un regimiento armado que lo protegía. Tuvo de instructor al inglés Reginald Johnston (Peter O´Toole) que le descubrió el mundo occidental al que adoraría.

La historia se cuenta desde que Pu Yi es arrancado de los brazos de su madre y es transportado a la ciudad prohibida a la edad de 3 años, es nombrado emperador y vive encerrado al cuidado de muchos sirvientes que le toleran todo hasta las ordenes más descabelladas como cuando obliga a un vasallo a beber tinta para confirmarle al hermano su posición real. En ésta parte él se muestra muy simpático al espectador, se hace querer de alguna forma, podemos comprender su soledad y aislamiento, tanto que incluso pierde a su nana porque consideran que ya no la debe tener y eso le produce aflicción porque era muy cercano a ella, la que lo mimaba como si fuera su verdadera progenitora dejando hasta de niño que lamiera uno de sus senos.

Aunque es el emperador y rige sobre su entorno tiene que seguir un estricto protocolo que dirige sus movimientos. Casi no tiene contacto con pequeños de su edad. En una ceremonia singular conoce a su mujer, la que le es escogida, de nombre Wan Jung (Joan Chen) que sería la emperatriz, a su vez se le concede una segunda consorte, Wen Hsiu (Vivian Wu), ambas de exuberante hermosura sobre todo Wu. Con Wan Jung hay un enamoramiento muy tierno, ambos comparten la pasión por occidente y ella es muy inteligente, moderna y dulce. Al final en una escena se meten a la cama los tres, Pu Yi con sus dos esposas siendo el primer encuentro con el sexo opuesto. El personaje del emperador es interpretado una vez que está por salir de la adolescencia por John Lone, en adelante hasta su vejez, lo cual no crea muchos cambios físicos aunque hay leves diferencias que permiten transitar efectivamente por ésta biografía basada en el libro del mismo Pu Yi llamado “Yo fui emperador de China”.

La historia se cuenta desde dos tiempos que van avanzando progresivamente, en uno estamos en 1949 en la prisión de Fushun desde que baja del tren e intenta suicidarse cortándose las muñecas. Es la era de la República Popular China y es enviado a la cárcel para recibir una instrucción que lo readapte en la doctrina del comunismo, está padeciendo pena por traición al haberse unido al gobierno japonés durante la ocupación de Manchuria. La otra es desde que se convierte en emperador y pasa por la ciudad prohibida hasta que es echado del lugar en 1924 yéndose a vivir como un hombre adinerado y libertino en la ciudad de Tianjin donde empezó a relacionarse con occidentales y la alta sociedad política japonesa. Durante esa época se separa de su tutor quien más tarde escribiría un libro de memorias sobre su estancia en China titulado “El ocaso de la ciudad prohibida” que será utilizado para culpar a Pu Yi de traidor porque se menciona en la obra que se une a los japoneses por voluntad propia y no como dice el emperador que se defiende alegando que fue obligado por ellos. En ésta parte del relato Pu Yi deja de ser el agradable joven de antaño que estaba inmerso en un título dignatario y que se emocionaba con una bicicleta, hacía correr a su séquito por el patio del palacio, ansiaba cambiar las rígidas normas del imperio o intenta arrojarse de un techo porque no lo dejan ver a su difunta madre, para dejarse seducir por la oportunidad de retomar su mandato a costa de ir contra su patria y apoyar al enemigo invasor, perder el amor y la lealtad de su mujer que lo dejará en el oprobio y a ella en la autodestrucción, quedarse lentamente solo abandonado por quienes lo quisieron, ser un títere de los japoneses que le exigen firmar papeles que implican reglas como imponer de idioma oficial al nipón en Manchukuo. También luce engreído en la cárcel aún sintiéndose especial, pero eso va a cambiar por los largos años de encierro hasta su salida en 1959 y gracias a la benevolencia del director de la prisión que le instruirá en la nueva identidad y forma de vida china, la doctrina maoísta, a la que finalmente se adherirá Pu Yi terminando siendo algo increíblemente distinto a su predestinado destino imperial.

Ésta película maneja efectivamente los diferentes escenarios y contextos que requiere la recreación, en la ciudad prohibida en especial lo hace con mucha majestuosidad, cantidad de extras y detalles culturales, aborda plenamente las distintas etapas del personaje principal en su calidad humana y dinástica, el reparto colabora adecuada y fielmente con el desarrollo de ésta reconstrucción cinematográfica, lo que demuestra la grave maestría de Bertolucci quien obtuvo el permiso del gobierno comunista chino para usar los lugares originales. La historia se hace próxima a quien la observa y no tan rígida como pudiera esperarse, fluye con frescura sin dejar de respetar los sucesos tal y como sucedieron. Se presenta a Pu Yi tanto favorable como desfavorablemente con relativa imparcialidad que hace más realista la película. Nos lleva sin concesiones por ese viaje que es la existencia del último emperador de China desde el principio hasta el fin, mostrando al ser humano en sus diferentes capas y acciones; aquel que se nos recuerda que guardaba un saltamontes en un pequeño recipiente dorado.