miércoles, 22 de noviembre de 2023

El crack

El crack (1981) es el cuarto largometraje del español José Luis Garci y una de sus obras más popularmente celebradas. El año siguiente ganaría con su película Volver a empezar (1982) el primer Oscar de España a mejor película extranjera, de 4 que ha ganado su país, hasta la fecha en total. Tres veces en adelante sería nominado a mejor película extranjera, proponiendo por medio de su filmografía la quinta parte del total de veces que España ha sido nominada en el rubro. El crack abre homenajeando al americano Dashiell Hammett, uno de los grandes nombres de la historia de la novela negra, celebración que va hacia EEUU, viendo que el protagonista, el detective madrileño -de donde es originario Garci y se contextualiza el filme- Germán Areta (Alfredo Landa, que por Garci cambió de registro, a una propuesta dramática, estando asociado con el humor y el estereotipo español) vive oyendo historias de New York y es hasta allá donde irá a ajustar cuentas traídas de casa, parte donde se resuelve la trama policial, en éste noir de los más famosos españoles. Hay una escena donde nos presentan al rudo y seguro de sí Areta, momento que recordará más tarde la mega popular Pulp Fiction (1994), el lugar cuando asaltan la cafetería. Areta se hace cargo de dos hampones de poca monta y así salva el día. Es una escena austera, y de esa manera es Areta, un héroe humilde, pero eficaz, a quien se le ve muy normal, con muy poca grandilocuencia. Landa tenía 48 años por entonces y aunque no es tampoco un viejo hace de un típico señor, bastante serio en esas mismas coordenadas. El filme maneja una impronta familiar, con la mujer de la que yace enamorado Areta, quien es pura calidez y amabilidad, Carmen (Maria Casanova), la que también tiene un look particular con sus rulos, que se asocia con esa normalidad general. La parte policial tiene sorpresas, novedades, habiendo buena aplicación de ingenio y deducción especial, surgiendo una trampa que tiene audacia en la propia historia y abre hacia un pequeño giro. Es un filme que no es tanto de fuegos artificiales o espectacularidad, sino es de aquellos reposados que tampoco demasiado lentos, e inteligentes, pero claros, ya que todo se entiende sin dificultad. El guion presente es de Garci y del gallego Horacio Valcárcel, quien trabajaría en varios guiones de Garci. El relato tiene su lapso perverso con una impactante explosión, cuando/donde se complica dramáticamente. Recordemos que el buen cine se trata de exigente detallismo, originalidad o creatividad sostenida y auto-dificultad. Areta no tiene nada del superhéroe propio del cómic, pero se encarga de cosas extraordinarias a fin de cuentas (have the dog inside), es un héroe dentro del realismo, un tipo en toda la señalización de clásico. Aparece bien tranquilo observando una pelea de boxeo, como quien es un sujeto muy sencillo. Tiene algunas frases vulgares en ratos claves que curiosamente le caen bien. Muestra una cierta mirada melancólica tal cual se menciona de Humphrey Bogart, un tótem del género. Hacer una explosión en New York puede parecer complicado, pero al uso queda competente. Es un filme más cálido que seco, aun cuando Areta representa al tipo en general de la poca expresividad, pero quien no intimida mucho. No obstante es eficaz, como quien con pocos recursos hace bien su trabajo. El Guapo tiene su buen momento de alarde corrupto y el ayudante de Areta hace bien su papel de personaje bíblico.