martes, 5 de septiembre de 2023

Retratos fantasmas

El director brasileño Kleber Mendoza Filho es un tipo particular, su cine es algo particular, pero éste documental del 2023 te hará comprender muy fácilmente mucho más sus 2 primeras películas, Sonidos de barrio (2012) y Aquarius (2016). Se ve que Kleber tiene especial interés en los sonidos en el cine y también por la arquitectura. Conoceremos bastante de sí, mostrándose más sencillo de lo que manifiestan sus películas, no porque sea menos inteligente, sino porque mostrará quien es, como piensa, que le interesa en detalle, manifestando antes que éste documental no es una ideología sino un acto de amor, viviremos su pasión por el cine. Con él profundizaremos en su hogar de nacimiento, Recife, habrá énfasis en recorrer los cines de su zona, se presentarán cosas novedosas, pero claras, conoceremos gente realmente cinéfila, también muchas anécdotas personales. Kleber respira cine y eso se trasmite bastante en el documental, desde alguien que conoce el tema, pero lo expresa naturalmente. Hay momentos donde el sonido propio del suspenso, el thriller o el terror entran en acción, hasta ahí entra a tallar los afectos del director. El final alude un poco de ocurrencia e ironía mientras oímos un  sonido como de tranquila sala de espera, metidos en un taxi con quien parece un actor, quizá no profesional. El filme es una mirada por la cinefilia de Kleber, desde incluso la temprana remodelación de su casa de infancia, haciendo de éste mismo hogar un especie de estudio o set de cine donde nacerían 13 cortometrajes suyos. En otros momentos pasearemos por su barrio, y se dice de un célebre puente muy concurrido que es una mezcla de olores disímiles, como fruta y pichi. Kleber es campechano e inteligente por igual, franco y amable. Sólo en un momento Kleber se siente contrariado recordando únicamente por un rato la política que invade el territorio que ama, el cine, pero mayormente busca sostener su palabra, es amor y no ideología lo que quiere que se rescate de ésta obra. Es una propuesta curiosa dentro del clásico viaje por los cines que ya no existen, por los sentimientos e intimidad que definen nuestra cinefilia, nuestro aprendizaje emocional y vocación, haciéndonos participes de paso de toda su existencia.