miércoles, 21 de febrero de 2018

The Post


Ésta es una película sumamente limpia, clara, muy bien explicada sobre un informe de análisis del propio gobierno americano sobre la guerra de Vietnam, denominado los Papeles del Pentágono, que señalan que el Departamento de Defensa sabía que era una guerra perdida y aun así seguían mintiéndole al pueblo americano, además de tener otros intereses anexos no oficiales desde los gobiernos de Harry S. Truman y Dwight D. Eisenhower que propiciaron la intervención americana. Esto se filtra de propia mano de un analista del Pentágono, Daniel Ellsberg, y llega a manos del periodismo, primero al The New York Times y después al Washington Post. El Post estaba dirigido por el legendario periodista Ben Bradlee y le pertenecía a Katharine Graham que también era la editora. Se enfrentaban a comienzos de los 70s con el gobierno de Richard Nixon.

El filme es una exhaustiva exposición del desarrollo de las publicaciones y la reacción del gobierno de Nixon que quiso detener las publicaciones y amenazó con llevar a la cárcel a Graham y a Bradlee por poner en peligro la seguridad nacional. En el filme Katherine Graham, interpretada por una talentosa Meryl Streep, tiene sus dudas de publicar estos papeles porque era amiga cercana del secretario de defensa Robert McNamara que tuvo mucha injerencia en la guerra de Vietnam y a quien le iba a caer gran parte del peso de las críticas sobre éste informe. Pero Bradlee (Tom Hanks), por lo que se ve en el filme, estaba muy decidido y era muy aguerrido e impávido y trataba todo el tiempo de convencer a Graham de publicar.

Katharine Graham luchaba contra un espacio periodístico machista y patriarcal, de hombres de negocios, donde las mujeres solían estar relegadas o prácticamente no existían en las altas esferas del poder, pero tenía carácter y mundo, y un compromiso con demostrar que podía llenar el lugar y sentirse orgullosa de su labor y entrega al pueblo americano. Graham es una mujer de dinero, y reuniones sociales, que estuvo dedicada a su matrimonio e hijos, pero el deber le llamó y en eso se enfoca mucho el filme de Steven Spielberg. Graham tiene dudas y temores en su cargo, pero tiene mucha voluntad y quiere dejar una marca.

En varias oportunidades vemos como la puesta en escena de Spielberg pone a Graham algo achicopala, pequeña, frente a la predominancia masculina, con ellos tratando de minimizarla o dominarla, haciéndole ver todo el tiempo que el Washington Post era una empresa y dependía de inversiones, banqueros y la bolsa, que se espantarían con éstas publicaciones. Graham lentamente sale a la luz y va tomando mayor fuerza y convicción, porque tiene ante todo un deber con el periodismo y la libertad de prensa, y el pueblo requiere la verdad. Vemos como Spielberg la coloca más tarde en la gloria de los reflectores, semejante a un ave fénix, ante un llamado de personalidad, brillando frente a la mayoría masculina.

En una escena Meryl Streep atraviesa un lugar lleno de damas esperando afuera de una entidad gubernamental (las mujeres dejadas en segundo plano), e ingresa a un lugar de puros hombres y ella queda por encima de todos (reubica a las mujeres bajo su representación), tal cual un conglomerado patriarcal que no puede con ella, que no puede sojuzgarla. Es una pequeña revolución feminista, donde una brillante mujer se impone, justificada por un deber mayor, universal e idealista, luchar contra la mentira, y el poder que yace a espaldas de la ciudadanía.

Katharine Graham es la protagonista de la película, es la mujer que tiene que definir su destino y del periodismo americano, o vivir pusilánimemente –frente a los amigos, el dinero y el poder- o brillar con fiereza, pero con razón, ayudada por ese soldado y subalterno valiente que es Ben Bradlee, quien también recapacita, no es un tipo cerrado o unidimensional, como pudo quedar plasmado, teniendo momentos de reflexión y relajo; uno de ellos llega por su esposa (Sarah Paulson), una ama de casa, que aunque está más encargada de llevar y pasar la comida a los periodistas también es inteligente y entiende la situación y puede influir en su marido; la otra lección llega a razón de la amistad con John F. Kennedy y es pensar que el deber está por sobre las relaciones, por sobre los amigos políticos, uno siempre tiene que decidir.

The Post (2017) es una clase maestra de periodismo, una película que es muy entretenida, que no es difícil de seguir y entender, que se explica maravillosamente, cuando pudo faltarle el dinamismo y ampararse en mucha información, ser verborrea. Ésta se halla muy bien distribuida y entregada, tiene ritmo, fuerza y amabilidad, es notable.