viernes, 29 de abril de 2022

The Batman


La oferta con los superhéroes es bastante grande, hay para todos los gustos y éste Batman es justamente para la cinefilia hardcore. Dirige el americano Matt Reeves. De lo bueno que presenta éste Batman es que más de media película recurre al cine negro, al cine de investigación y tiene suelto a un asesino en serie que es un enemigo clásico de Batman, The Riddler. El Riddler deja mensajes con misterios a resolver y tiene un plan maestro, mostrar que el sistema está corrupto y, copiando a Batman, buscar venganza. Batman, un muy buen actor en Robert Pattinson, golpeado por la muerte de sus padres quiere acabar con el crimen de su ciudad, aunque esto, sabe, es imposible, pero quiere intentarlo. Pattinson hace de un chico melancólico pero que se sostiene con fuerza por fuera, pero es un alma sufrida, un chico dark digámosle. En la película de Matt Reeves se trabaja un poco con el cine social, con cierta lucha de clases, se critica a los ricos, a los coludidos con las mafias y los policías corruptos. Pero también se habla hasta de los privilegiados en un alarde de lenguaje de actualidad. Hay una historia que se inserta en lo clásico y agrega novedades en la concepción del padre de Bruce Wayne (Pattinson), y esto presenta varios giros y vueltas de tuerca interesantes y bien argumentados. Es un filme que cambia  de centro de búsqueda de soluciones hasta en tres oportunidades. El final es un colofón de acción, y lleva una crítica social a esa típica gente desadaptada americana en busca de venganza que realiza tiroteos como francotiradores a victimas inocentes o también están esas bombas que colocan en la ciudad esos otros tipos de gente de cierta locura que intentan desquitarse de su frustraciones pasadas o existenciales generando muerte o destrucción de manera anárquica. Todo el filme, todo lo que veremos, es un estudio y reflexión sobre reemplazar la ira y la venganza por un camino de perdón, sanación y de construcción positiva. Es así que Batman entenderá ésta lección y sembrará en sí una nueva filosofía, como que aprenderá de The Riddler; así toma -en esa sugerente escena de las motos yendo hacia lados contrarios- el camino opuesto del robo a los ricos que escoge Catwoman, la bella y sexy Zoe Kravitz, que tiene una historia bien cimentada e interesante. Ella nada en cierta inclasificación, es una criminal menor con "justificación" y hasta código de humanidad, lo mismo que todos los personajes, vidas pobres, vidas duras y desagradables, querer desquitarse del mundo. Éste Batman yace mucho en la oscuridad, incluso literalmente el filme para siempre en la noche, entre sombras y tinieblas -manejo aparte del miedo-. Tiene un poquito de cine de terror, medido, bien manejado, para no desvirtuar la esencia del cómic. John Turturro hace de un importante mafioso, Carmine Falcone, un personaje usualmente menor, que con Turturro y Reeves crece bastante y es bastante atractivo. Colin Farrell es otro gángster, en la piel del legendario Pingüino, que tira más para el noir y el realismo. Es un filme que hay que prestarle mucha atención, puede ser complejo, pero se entiende todo, pasamos de una rata o soplón con varias facetas y rostros entre anónimos a un ajuste de cuentas también de cambios de historia en medio de la lucha por el poder que incluye lo político y el orden. Ésta propuesta tiene de Nolan y de Fincher. Paul Dano está excelente como un desquiciado con gran intelecto. El filme está lleno de detalles y es muy entretenido siendo inteligente y audaz con muestras cuidadas de crueldad y sufrimiento general. Es una obra notable, y es desde el mundo de los superhéroes, aunque con un código más pegado al cine de autor popular.