lunes, 4 de abril de 2022

El canto de las mariposas


Éste es un documental peruano, la producción es peruana, de la española, radicada hace tiempo en Perú, Núria Frigola. Es un documental bastante escueto o breve en su información en todo sentido, son todo el tiempo como destellos de datos que van espolvoreándose, pero hay muchos pequeños datos que hacen curioso el retrato de los indígenas llamados uitotos desde una familia peruana en particular que sobrevive de ellos, y en realidad hay más en Colombia, pero comparten la Amazonía peruana colombiana. Nuestro guía es el hijo mayor de ésta especial familia uitoto, el pintor Rember Yahuarcani López. Rember se inspira en las historias de su abuela, Martha López, que contiene la memoria de los uitotos y se la trasmitía desde pequeño, hasta la oímos varias veces en voz en off. Así también el padre de Rember motiva a sus hijos hacia el arte y los mantiene unidos bajo el legado indígena. La abuela y el padre lo influyó a plasmar la historia y el lado existencial de los uitotos, que ya producto del coloniaje están digamos que integrados a lo contemporáneo -aun habiendo mucha tragedia detrás-, si bien mantienen las costumbres tradicionales de sus orígenes. No obstante como todos sabemos, y es importante saber, porque el documental no explica mucho, los explotadores criollos de caucho hicieron muchas matanzas de indígenas y como podemos ver los uitotos fueron inducidos a desaparecer. Rember contiene esto en su arte y es minimalista y un poco infantil en su trazo; luce más abstracto y pintoresco con lo existencial uitoto. Rember y su padre aman el arte y conversan sencillamente de la originalidad y de la tradición; esto se ve muy simple, pero hermoso, aun cuando está movilizado por un guion que tampoco significa que se anula del todo la espontaneidad, y se concluye como real, porque tampoco se percibe mucha trascendencia, yace la secuencia exenta de sofisticación. El filme mantiene mucha llaneza, pero tiene gestos artísticos, estéticos, expresión visual, como captar bastante las mariposas y su revoloteo, el sentido del filme. Nuria mantiene la simpleza general, aun cuando llega a hacer viajar a Rember desde el centro de Lima donde vive y pinta, hasta la Amazonía, hasta adentrarse incluso en La Chorrera, en la selva colombiana. De los momentos más logrados y hermosos del filme es cuando se siente se fusiona la preparación de la yuca dulce en una especie de tortilla -paso a paso, partiendo desde la extracción de la tierra- con el canto típico de las indígenas de Mujeres de yuca dulce. Rember luce una persona sensible y educada, es un muy buen guía de su cultura. También presenciamos como cotidiana y humildemente comen los Yahuarcani en la selva indígena y es un retrato interesante y la mejor llaneza que consigue éste documental desde ésta su identidad general. Incluso vemos al gato familiar comer una pierna de pollo muy campechano. No es un retrato del estilo de instagram, lleno de superficialidad, sino tal cual, muy realista y auténtico; es una humildad transparente como es la que invoca todo éste documental -que tampoco pretende ser periodístico o declararse convencional-, pero si bien puede verse aun a Nuria en el camino de generarse mayores y más exigentes logros y arte, se nota que hay afecto y empatía por lo que ha recogido del Perú siendo la selva peruana muy seductora.