sábado, 9 de abril de 2022

La bestia debe morir


La bestia debe morir (1952), adapta una famosa novela negra de título homónimo, del poeta británico Cecil Day-Lewis, que además de poesía escribía novela negra con el sobrenombre de Nicholas Blake. Cecil es el padre del destacado actor Daniel Day-Lewis. La bestia debe morir la dirige el uruguayo Román Viñoly Barreto quien desarrolló su carrera en Argentina y ésta película es argentina. El guion lo escribió Viñoly y el español nacionalizado argentino Narciso Ibáñez Menta. Ibáñez Menta es el protagonista también del filme, como un escritor de novela negra que carga con un gran dolor y planea vengarse de un tipo que es una rata, dicho incluso directamente, quien no presenta culpa alguna. El filme abre con la muerte de un hombre y en un flaskback hasta dar con el presente y continuar resolveremos el misterio de quien pudo matar a éste despreciable hombre, si bien pareciera más que claro, pero se crean muy buenas dudas. Es un filme bien actuado en general, bien recreado, con su toque clásico. No obstante la apertura es algo agresiva tratando de señalar al malvado del filme y luce algo molesta y caótica. Pero entramos al flashback y como que se recompone el filme, hay menos sobreactuación. Ibáñez Menta luce sensible y pega muy bien en su personaje, otorga personalidad, luce inteligente además. Es un filme decente, pero también un poquito lento. Laura Hidalgo como una actriz y el gancho romántico -entre real y falso- genera muchas excelentes escenas. Es una mujer guapa y hace de una fémina de personalidad llamativa, acorde con ser actriz en la trama. El querer saber del culpable de la muerte de un menor empieza con no tener rastro alguno y de manera sencilla se crea un punto de apoyo fuerte y después el resto es fácil. Puede sentirse un poco como que estamos rellenando espacio con las siguientes interacciones, pero no son malas escenas, también es contar una historia aunque ya se sabe mucho, todo está prácticamente servido, pero de eso trata en buena parte la técnica elegida por Nicholas Blake. Es un filme clásico, simpático y se disfruta. A medio camino se pone la propuesta a cumplir con todo lo que se ha dicho, cada cosa la llegamos a ver, lo rata que es un tipo en todas sus formas, la corrupción del socio y los chismes de una anciana. Ibáñez Menta no tiene pinta de tipo violento, pero su dolor está muy bien plasmado. Tiene un aire poético, y su misión se justifica medio en lo extraordinario, pero creíble, se sostiene. La frase que describe la propuesta, que dice: El hombre debe morir junto a la Bestia, lo deja claro, no son lo mismo, pero la venganza es casi una necesidad -también existencial-, aun cuando al muerto en la mansión lo odian todos, y se suelta que hasta pelean por quien puede ser el primero en matarlo.