viernes, 18 de enero de 2019

Sir


Lo que pudo ser un melodrama abierto, algo telenovelero, donde abundan éste tipo de relaciones románticas, entre patrón y empleada, en el Perú tenemos a Natacha, Rohena Gera lo hace con un tratamiento delicado, muy cuidadoso de no caer en esto o al menos no en demasía, aparte de fomentar la relación sentimental muy lentamente, con mil atenciones de parte del patrón, Ashwin (Vivek Gomber), a quien Ratna (Tillotama Shome), la empleada del hogar, llama siempre formalmente Sir (Señor), y lo cuida al milímetro, le sirve la comida, limpia la casa, lo acompaña todo el tiempo, con suma docilidad.

Ratna es una mujer servil y muy humilde, mientras Sir es un muchacho de familia adinerada, pero como se ha de esperar Ashwin es un gran tipo, muy bondadoso y sencillo. El filme en ello pone al frente una relación poética, separada por el ridículo como lo llama ella. Pero a Sir no le interesa en absoluto, no tiene la más mínima duda. Todo parte de que Sir es dejado a punto de casarse y Ratna lo reconforta anímicamente. Ella no le corresponde fácilmente porque no quiere ser la puta del patrón, además de que es muy respetuosa de su origen, la villa, el campo, lugar arcaico donde la tienen relegada, pero aun así ella la lleva muy presente.

El desarrollo de los afectos entre el Señor y la empleada del hogar es bastante trabajado, hay mucho detallismo, y continua atención mutua. Casi todo el filme  es éste desarrollo de formar un vínculo afectivo sólido entre ellos, aun cuando Ratna es sumamente humilde, como en una telenovela de Thalía o Verónica Castro, pero sin llegar al trazo grueso de la ignorancia. Ratna estudia para ser sastre, pero lo que verdaderamente quiere ser es diseñadora de alta costura. En un momento Sir le dice que quizá llegue a ser muy famosa y ni lo reconozca.

Ratna tiene complejos, en varios momentos se siente menospreciada por si sola cuando su patrón no tiene esa disposición en sus comentarios, pero ella lo siente así. Ratna es inteligente y muy honrada, pero tampoco es un muerto, muestra alegría, aunque mucha sencillez. El filme tiene las características románticas de una película india, así que no teme ser sensible, aunque no exagera, se cuida de no ser melodramática como suele ser. La relación entre patrón y empleada es dulce, está bien cimentada. En un momento Ashwin lleva una mujer bella a su casa, a la mañana siguiente Ratna la ve salir del cuarto y ésta pide un vaso de agua. Ratna siempre servil la atiende, pero se percibe su desilusión, aunque sugerente.

La protagonista tiene una amiga con la que comparte mucho tiempo, en un momento la amiga se pone un casco rojo de motocicleta con una estrella al lado –como quien señala una revolución light-y lleva a Ratna a hacer compras para realizar su sueño de estudiar algo y poder superarse, suena en ese momento la música de celebración o alegría india. Es así de típica también la película. Pero aunque la relación romántica central es un lugar común visto millones de veces Rohena se las arregla para hacer un filme simpático y delicado a un punto, un filme noble. Es una propuesta donde los chicos de la ciudad son buenos chicos, como deja oír un diálogo.