Resnais se apoya en el
guion de la escritora Marguerite Duras, creadora de lacónicas frases cargadas
de hondo razonamiento algo inexpugnable. El filme se reviste de una elegancia y
profundidad en que los diálogos son base de reflexión sobre el romance de una
francesa con un japonés en la devastada y vuelta a nacer Hiroshima, espacio
geográfico que no piensa olvidar el desenlace de las hostilidades entre Japón y
Estados Unidos en la segunda guerra mundial como no logra hacerlo, traumada, Elle
(Emmanuelle Riva) que agazapada en un dolor amoroso producto del asesinato de su pareja a solo escasos años de juventud quiere cerrar ese círculo de su
memoria al entablar una fugaz aventura con Lui (Eiji Okada), un hombre del que
solo sabremos que está casado, muy bien educado y que apasionado insiste en prolongar
el affaire.
Bajo la oportunidad
de participar en una realización cinematográfica por la paz en la ciudad nipona
castigada con la bomba atómica Elle intenta resolver de su mente el inamovible recuerdo
de una desgracia acaecida en su ciudad natal de Nevers en Francia, conjugando los dos
puntos territoriales en inseparable fusión del lugar y la persona en única
humanidad para resolver el pasado pero dejando un pozo en Lui que como factor
secundario ayuda y a su vez enfrenta su propio momento decisivo con el que hay
que subsistir el resto de la existencia.
Asistimos a conversaciones
urbanas, en la intimidad de un cuarto de hotel, por las calles o en un bar. Funcionan
para tematizar el seguir adelante sometiéndonos a una especial situación de desgracia que está
en pugna para superarse. Hiroshima se vincula con la muerte de un hombre en
otra parte del mundo y mientras vemos imágenes derivadas de esa hecatombe que
nos sensibiliza sobre la guerra y sus repercusiones acompañamos a esa mujer
herida emocionalmente que vive una segunda oportunidad que igual de efímera
busca subsanar su corazón y pasar la página. Se lucha con vehemencia, pero no se
sabe si podrá lograrlo. Lui pide más que una escapada amorosa, en donde no
faltan víctimas que parecen quedar siempre en segundo plano, además de que padecen
ellos mismos. Trama de difícil resolución y en las pocas horas que les queda juntos se
discute, se rememora, se contextualiza, se usan flashbacks.
Vemos románticas
tomas de cuerpos mezclados en las sábanas mientras se repiten frases y se da un
tono poético a inquisiciones privadas y vistas detenidamente universales, no exento
el producto de fuerte dramatismo, sobre todo en la intensidad visual de lo
ocurrido en la ciudad que los alberga actualmente (lleva un comienzo de
aclimatación documental a un contexto histórico que puede chocar y desagradar
ante su crudeza). Ella dice yo soy Nevers y tú eres Hiroshima, punto central
del relato y que articula esa confrontación, esa insistencia de hoy y de ayer,
un interminable epilogo que queda en nuestra imaginación rondando luego de
tanta cavilación y vacilación, de duda sobre el futuro, para completar como sugiere la trama aunque si vemos a Hiroshima en 1959 (año de la obra de
Resnais) hay optimismo, mostrándonos un paisaje bello, próspero y preocupado por la debacle atómica que es un
hito de inflexión para sus habitantes y para el resto de los seres humanos como
articula Resnais en su tratado cinematográfico. Lleva vaivenes en un hilo que parece espontáneo
aunque está bien planificado; es un
filme potente y seguro, solo que sin dictaminar respuestas totales sino probas
en introspección.
Me resulta
infaltable la mención de su relación con la película Casablanca (1942), que podemos
ver como denominación de un establecimiento en Hiroshima. En ésta versión un hombre los une y no
los separa. La melancolía primero y después el amor de un perfecto romance -aunque pasajero- que hay que
vivir para obtener el perdón, el olvido, y cimentarlo finalmente como un recuerdo sano. No obstante es inevitable que tenga de historia triste, ya que todo indica que de igual
forma tiene que terminar, desde la que es una experiencia significativa, tanto como
concepto intelectual, que es lo que
plantea el dúo Duras-Resnais.