martes, 30 de julio de 2024

Taste of fear


Taste of  fear (1961) es una producción de la Hammer escrita por Jimmy Sangster, muy reconocido en la productora y éste uno de sus mejores trabajos como habitual guionista. Dirige Seth Holt. Es un thriller y una película de suspenso. Lo primero que hay que decir de ella es que es una película muy ingeniosa, no es lo que parece y lo digo de verdad. Puede señalársele de un poco tramposa, pero esto es parte de la trama también y es una lucha de poder aunque un juego invisible además. Es una película de investigación, hay un hombre que se le presiente desaparecido, asesinado, y ahí entra a tallar el efecto de la imaginación, la locura, un juego psicológico, si bien al final como película quedará como otra cosa, optará por una afirmación straight, frontal, dentro de un toque novedoso. Hay pocos personajes pero todos conllevan riqueza de complejidad. Tenemos al gran Christopher Lee como un doctor y mejor amigo. Realiza oficialmente un personaje secundario, pero como hay pocos todos son muy importantes. La trama maneja muy bien la imagen de la protagonista, una chica en silla de ruedas, interpretada por Susan Strasberg. Ella lleva una notoria indefensión, fragilidad física, que se pone bajo el reflector en varias oportunidades, pero es una chica valiente y aventurera. Ella hace de la detective de la historia. También es interesante el papel del chofer, con muy buena performance de Ronald Lewis, que hace de galán y se roba un poco el show, dibujado con mucha forma, para hablar incluso. Es valioso ver como socialmente lo tratan en su entorno, como por la joven rica (amistosamente, horizontalmente). El chofer sabe su lugar como obrero, pero al mismo tiempo llega a ser audaz con la muchacha rica. Le dice algunas cosas osadas, pero perspicaces. Cero amor telenovelero de por medio. Es una película que por el final resulta brutal, pero en mayoría del metraje todas son suposiciones. No obstante siempre es un filme de aspecto clásico, elegante, muy sofisticado para el grueso de la entretenida Hammer, pero de los que se dejan entender aunque para lograrlo hay que hilar un poco.