miércoles, 26 de enero de 2022

The lost daughter


Éste filme transcurre en una isla griega, trata sobre las vacaciones de una mujer de unos 47 años que yace sola, Leda (Olivia Colman). Leda sufre por su pasado, pasado que gira sobre su maternidad. Ella dice ser antinatural como madre, de ello sale una trama con el robo de una muñeca. El filme maneja muchos frentes de tensión y pensamiento, siempre sobre el eje de la maternidad, su dificultad hasta cierta mortificación y nuestra natural imperfección, sobre todo frente a arquetipos que actualmente se están reflexionando y desnudando a través de una óptica de nuevo feminismo. Ser madre implica responsabilidad y sacrificio y no todas están dispuestas a asumirlo o lo aprenden de mala manera, porque no se suele hablar de lo complejo que es criar hijos, niños. De todas formas amor es amor y ese sacrificio nunca opacará éste amor. Es un filme curioso a un punto, muy moderno, pero es un tema que ha estado siempre presente, sólo que ha sido poco discutido. El filme es creativo en mostrar ésta temática, en las formas que usa, son varios conflictos. Es un filme que tiene muy presente la culpa, el remordimiento, el sufrimiento siempre late ahí cerca, y llega a lo físico en Leda, ella se marea, pierde el equilibrio, mientras le atacan los recuerdos, los flashbacks, todos valiosos, virtud del filme, no cansar con ese recurso, siempre complementar el presente y la historia con otra gran y novedosa actuación, estos flashbacks no están por gusto ni por adorno, muy bien ahí Jessie Buckley, con un toque entre sensual e intelectual, entre priorizar ser madre o trascender en la profesión y en nuestra personalidad, porque hasta ésta merma frente a la crianza. El filme adapta a la italiana Elena Ferrante, es un seudónimo, no se sabe al 100% quien es en realidad. Es el debut de Maggie Gyllenhaal y es tremendo debut, por la puerta grande, y un éxito de producción de Netflix. El contexto es de una familia criminal que también está vacacionando en la isla, donde es "curioso" ver que Leda se siente identificada con Nina (Dakota Johnson) y su pequeña hija; en realidad es con cualquier madre y su devoción puesta a prueba, pero de esto va el filme y lo hace muy bien. Ayuda también en la identificación que Nina es una chica complicada, es en mucho una fémina de espíritu rebelde, de carácter trasgresor y atrevido, aunque aparenta cierta docilidad, amabilidad que se nota más en una joven Leda pegada más a lo intelectual. Nina luce como la típica mujer de un gángster, más allá de que muchos jóvenes hoy en día lucen así también para pasar por actuales o cool. Hay una interacción entre Nina y Leda que es incomoda, de cuidado, y a su vez de mutua atracción, no sensual, de personalidad. Es un filme donde Gyllenhaal arriesga y sale victoriosa, también es una obra muy americana desde la gente llana. El personaje que hace Ed Harris igualmente es glorioso, luce un lado romántico y humano muy sólido; representa muy bien su edad, 70 años, y no luce antinatural con el espíritu joven escogido.