sábado, 26 de septiembre de 2020

The fantastic


The fantastic (2020), mediometraje de la finlandesa Maija Blafield, pone a entrevistar anónimamente a unos norcoreanos en relación a la vida dictatorial en su país frente a poder ver películas foráneas, películas prohibidas en el territorio. Estos entrevistados dan su opinión íntima y personal sobre un cine que les parece extraño, novedoso, sobrenatural, analizándolo de cara a su realidad limitada, manipulada. El filme trata de conocer cómo en su país entienden ésta gente éstas películas de fantasía, de sci fi como Matrix, de acción como Rambo o películas románticas entre otras. Es un estudio sobre la mente y la percepción también, rozando la predisposición. Pero las respuestas son inocentes, sanas, son de sorpresa eso sí, pero lo ven con naturalidad, como cosas nuevas, pero comprensibles finalmente. No obstante se nota una cierta tendenciosidad del filme para que hablen algo contrario/negativo a su origen o den respuestas de mayor interés. Se entiende que Corea del Norte es un país con restricciones de libertad, derechos e igualdad, de nuestra normalidad, como la que existe en occidente, hay una cierta dictadura ahí. En Corea del Norte hay solamente 1% de gente con la facilidad de conocer lo foráneo, el resto como dicen los entrevistados yacen en la monotonía, tanto como en la limitación y en la abulia, pero los entrevistados ven en realidad de manera sencilla -aunque adictiva- ésta temática de los filmes extranjeros, salvo con cierta sorpresa y novedad ficcional. No creen que esto sea real, aunque hay algunas dudas, pero se entiende una tendenciosidad, querer buscar ciertas respuestas, más polémicas e irracionales, para que calcen con la tesis del filme, que no está mal tampoco porque uno está acondicionado por su realidad en cierta manera. Sin embargo la gente entrevistada se ve que es culta y sabe usar bien la abstracción a pesar de la novedad y la sorpresa. No obstante, como vemos, han respetado finalmente poner las respuestas honestas y sencillas. Después el filme busca adornar la propuesta con extrañeza, la misma que quiere crear un empaque, hacer un documental de autor. Pero se notan las costuras con esos efectos especiales tan efectistas, propio sobre todo del adorno sin más. Además hay imágenes de la frontera China-Corea del Norte y la zona libre entre las Coreas, cotidianidad, y esto se ve menos extraordinario, pero pega mucho mejor, mejor que esos efectos especiales y un carácter medio experimental. Es un filme no logrado del todo, pero que luce medio interesante aun así. Hubiera sido mejor el documental si habían más entrevistados y se enfocaban en su opinión igual de sencilla de lo nuevo que hallaban frente a ellos, proponiendo hacer un filme con el espíritu y magia natural de Eduardo Coutinho, en lugar de pretender sin conseguirlo un filme extraño. La diafanidad muchas veces vale más que lo raro.