lunes, 19 de agosto de 2024

The Beast


La propuesta del francés Bertrand Bonello bebe del cine de los/las Wachowskis y es una película de ciencia ficción que mediante un mecanismo futurista, y se dice que lo que hoy es magia o misticismo mañana será ciencia, o como decir lo que hoy es ficción mañana será una realidad, trata de purificar la mente o convertir a las personas hacia un estado más de perfección o mecánico, con lo que se producirán menos errores y muy poco sufrimiento en nuestras vidas, pero nuestra protagonista, Gabrielle (Léa Seydoux), no quiere sacrificar para conseguirlo al que considera su amor verdadero. No desea perder sus emociones y en ello el filme defiende la existencia del dolor, del miedo o de las fuertes ansiedades, porque se nos dice que todo esto nos hace sentir vivos, como quien no quiere rendirse ante la inteligencia artificial o el futuro (lo que en cierta manera alude el vacío), ese que mediante sueños o simulación le pasa revista a las múltiples vidas de un ser humano. El relato es por un lado como estar dentro de una sesión de psiquiatría. Se quiere sanar de las imperfecciones (que debemos atravesar rumbo al nirvana) y esto es justamente ser feliz con La Bestia, la que representa la mala suerte, el dolor y la muerte. Gabrielle siente un amor muy fuerte, muy real y es capaz de hasta enfrentar por éste a un asesino en serie en potencia. Es aferrarse a alguien y no querer soltarlo, las razones en el fondo son tenues pero el amor muchas veces no contiene explicación, pero aquí aplica trascendencia por tener o desaparecer las emociones en general, lo que nos hace humanos, lo que nos hace sentirnos vivos. La existencia pasa por aferrarse a lo difícil de asir, a lo que parece condenado o condenarnos al fracaso. En el futuro todo parece manejable, todo parece fácil que hasta la liberalidad no contiene ningún tipo de señalamiento de corrupción en una habitación destinada para ello, pero esa liberalidad se percibe muerta y eso es por lo que en el fondo lucha nuestra protagonista. Ella se topa con los mismos errores o constantes, aun cambiando de contexto, y en ello se puede entender que se anhela una salida espiritual más que una tecnológica. Gabrielle se ve como una persona básica y algo torpe, como quien además se acoge a cierto primitivismo. Bonello fabrica una narrativa creativa a un punto. Cuando parece recorrer el lugar común logra pegar el salto hacia la novedad, dejándose entender. Las 2 historias de vida de Gabrielle están bien narradas, de por sí son atractivas. El filme está despojado de contener mucho ornamento visual, si bien siempre hay nivel estético. El sci-fi es hacer ver a Gabrielle más que un ser humano, una actriz interactuando con sus memorias, inspirada en alguien pasando por algún casting de principiante, con una Seydoux mostrando talento todo el tiempo y con un George MacKay que en adelante hay que recordar. Gabrielle se introduce en un aparato a lo Cronenberg y termina sorprendiéndose con los Trash Humpers (2009). La trama del filme es como rebobinar una cinta una y otra vez, que recuerda a Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004).