jueves, 10 de octubre de 2019

Ginger snaps


Ginger Snaps (2000), la dirige un hombre, John Fawcett, pero el guion lo escribe Karen Walton, y se nota la mirada femenina en la película, con los trances y traumas que pasan las mujeres en la adolescencia. Incluso llega hasta la adultez femenina, poco más de la mediana edad; hay una línea que señala que de todo se culpa a las mujeres, con la madre de las hermanas protagonistas sintiéndose maltratada por éste lugar común. Ginger snaps emparenta la transformación en hombre lobo –mujer lobo- con éste trance difícil de la feminidad. Brigitte  (Emily Perkins) y Ginger (Katharine Isabelle) son éstas hermanas adolescentes que son marginadas en sociedad, son outsiders, vistas como freaks, y suelen pegarse a hacer sangrientas escenografías amateurs de asesinatos con ellas mismas, sueñan con el escapismo del suicidio. Pero una vez que Ginger es atacada por un hombre lobo y se empieza a convertir en uno, el meollo del filme, las hermanas quedan separadas. Brigitte ya no querrá morir y Ginger se volverá violenta, cada vez más salvaje traducido a cierta maldad o una transformación que no le deja salida con sus instintos animales, con una sed de sangre, y excitación que parte de lo sexual. En adelante hay un festín gore, de terror, donde se nota ahora sí mucho más la mano de Fawcett, una mirada mayormente masculina, más intensa, pero propia no del movimiento sino del fotograma artístico, del acomodo para la imagen estática, pero llena de vida, impactante, clásica del cine de género. Pero también hay grandes secuencias, como la del final con el hombre lobo –una bestia, un monstruo- asechando la casa de las hermanas, o la del ataque relámpago y frenético que transforma a Brigitte. Además sobresale en la memoria la audacia de hacer heroico a un dealer, aunque anclado a la adolescencia, al relajo de la imagen, a la despreocupación y a cierta simpatía. Éste filme es canadiense y es un muy buen filme de terror, tiene sustancia y potencia. Ginger Snaps 2: Unleashed (2004) en cambio no es buena, suena bien en el papel, pero verla es hasta aburrido, es casi el opuesto total malo de la primera.