martes, 25 de marzo de 2025
Fiume o Morte!
Fiume o morte! (2025), del croata Igor Bezinovic, ganó el premio mayor del festival de Rotterdam 2025. Es un documental que recrea dramáticamente imágenes de archivo y le pone por momentos un poco de comedia en el asunto. La historia que se nos cuenta parece salida de la ficción pero todo es real, con una documentación pormenorizada de lo que se nos muestra. Lo que vemos todo lleva un soporte histórico que se justifica directamente en pantalla. Igor nació y creció en la ciudad croata portuaria de Rijeka y es ahí donde se contextualiza el documental. Narra la invasión del célebre escritor italiano Gabriele D’Annunzio que en 1919 con 56 años tomó la ciudad de Rijeka por entonces llamada Fiume, un lugar que era disputado por italianos y por la naciente Yugoslavia. D’Annunzio formó un pequeño ejército y tomó la ciudad, sin prácticamente resistencia alguna. Lo que le ayudó a conseguirlo fue que era muy respetado y admirado en Italia y no querían hacerle daño. La misma Yugoslavia miraba sin hacer nada por temor al poder italiano. D’Annunzio puede verse incluso como cierta inspiración para el mismísimo Mussolini que en 1921-22 pondría en ejecución el fascismo. El mandato de Gabriele D’Annunzio duraría 1 año y 4 meses, durante 1919-1920. No fue propiamente fascista, pero lleva cosas en común. D’Annunzio gobernó sin ser elegido, y aunque la ciudad era croata había mucha población italiana por entonces y era hacia ellos quienes gobernaba, incluso menospreciaba al propio pueblo croata. Bezinovic hace uso de sus compatriotas de Rijeka que participan en las recreaciones. Muchos lo toman a juego, con lo cautivante que llega a ser para montón de gente participar de una película. Actuar en ella. Hay una cantidad considerable que lo hace bastante bien. Las recreaciones de las fotografías, murales o pinturas por la población actual de Rijeka se ve muy profesional, muy detallista. Fácilmente se podría haber hecho una película no documental de lo que observamos (es como si asistiéramos por una parte a su preparación, si bien éste es un filme hecho y derecho y encima bueno). Llega a haber una banda significativa de hombres calvos que copian la apariencia física de D’Annunzio para verlos en acción y muchos son gente seria, profesionales consumados de otras carreras. La película es moderna y dinámica, no es la típica película rara ganadora del festival outsider o minoritario, sino puede entretener sin dificultad a cualquier espectador. Hay acompañamientos que podemos tomarlos por punks o juguetones como el uso de una batería en una pequeña banda al aire libre y canciones que te ponen en ritmo o te sacan una sonrisa. La historia se narra de una manera distintiva y al mismo tiempo para todo el mundo. Se puede aprender de datos curiosos y asistirlos de manera atractiva y además corroborado como documental. Sin duda, D’Annunzio era un tipo especial, muy particular, con su infaltable cuota de locura que es lo que suele anidar, algo, en toda originalidad. Lo que hizo es un acto de extravagancia extrema para quien era él, un célebre y talentoso escritor de cierta edad. Parafraseando a Pasolini, éste podía haber sido el capricho o engreimiento de un egomaniático. Pero además hay que tener bastante coraje. Se enfrentó a actos militares, recientemente terminada la primera guerra mundial, o donde podía anidar la violencia y la muerte. De hecho hubo gente que perdió la vida con ésta pequeña invasión. A esa vera lo señalan ligeramente como un especie de futuro Che Guevara; otros, un prototipo de fascista. De Italia recibió cuantioso apoyo, como de hasta un premio Nobel italiano, incluso Mussolini le donó dinero. Fue tremenda aventura para él que perduró durante 17 años después donde fue a vivir y que ha quedado de museo, y que sembró un background bastante anecdótico en la hoy Rijeka. Se exhiben en pantalla muchas historias -hay mucha información interesante- de esa época, alrededor del lema símbolo que pintan en paredes las milicias de D’Annunzio, Fiume o muerte!, el no querer irse por nada del mundo. Visualmente es un muy buen documental; a ratos minimalista, pero que sabe recrear sólidamente el pasado. También es curioso oír las tantas impresiones de los croatas contemporáneos sobre el pasado de su ciudad, sobre la llamada Fiume y D’Annunzio habiendo bastantes que participan con sus performances, puesto que la historia fue escrita por un tiempo por italianos, pero éste documental es croata, está dedicado a ellos y de ellos hacia el mundo, es ahora su historia.
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