Justine (Garance Marillier) acaba de ingresar a la Universidad de veterinaria, y está pasando por una novatada. Ella viene de una familia vegetariana, pero cuando pruebe el sabor y apetito por la carne, de la mano de su hermana mayor, Alexia (Ella Rumpf), que también está en la misma Universidad, descubrirá que es una antropófaga.
Este filme debut de la francesa Julia Ducournau tiene la genialidad de la sutileza, de los momentos artísticos y creativos en cada paso que irá dando Justine en su descubrimiento. Justine es virgen y a la vez novata en una Universidad donde es arrastrada en ropa interior a una fiesta y presenciamos toda la liberalidad y locura de la juventud moderna. Justine debe encajar en éste nuevo mundo que se le abre y para más difícil luchar contra su instinto de alimentación que la hace desesperarse. Todos son descubrimientos para ella, cuando su hermana Alexia es más rebelde, libre e inconsciente.
Hay una gran escena cuando se está depilando Justine, un dedo juega como tentación de su antropofagia. En la escena caemos en una especie de inocencia de todo el asunto. Así se maneja Ducournau, con un fuerte feminismo liberador y también con cierta ternura. Justine tiene mucho por controlar, pero igualmente cosas por liberarse y formar su personalidad. Otra escena con ella frente al espejo muestra su poder de sensualidad y su explosividad femenina.
En el filme Justine siente atracción por su compañero de habitación, un chico gay, Adrien (Rabah Nait Oufella), al que no se le esconde su inclinación sexual, se ve en pantalla mucho como la ejerce. No obstante hay espacio para la espontaneidad de la proximidad. Pero ésta relación es otro golpe emocional que llega al ataque físico. Mientras tanto la relación con su hermana tiene vaivenes y choques pero es sólida finalmente. Éste filme está cargado de grandiosas escenas, como de pequeños momentos gloriosos. Cada etapa de sufrimiento y ansiedad de Justine tiene originalidad y sustancia. Justine en un momento de dolor debajo de las sábanas parece un bebé a punto de nacer, cosa con la que jugará mucho el filme.
La protagonista tiene un lado freak que se amolda perfectamente a su hambre caníbal. Garance Marillier es una actriz maravillosa. Ducournau la llena de momentos expresivos. Todo el filme puede leerse como un canto de femineidad. Siempre es interesante, y el terror se maneja en base al progresivo descubrimiento, a la lucha por calmarse y controlar la situación y al supurar forzado de la antropofagia. Alexia tampoco ayuda mucho, se presta de inmadura. Es como un demonio incitando a su hermana menor a aceptar su lado caníbal. Hay una pelea entre hermanas que es también un momento de soberbia ejecución.
La novatada presiona y abusa de la paciencia de la protagonista, que es atacada por varios frentes quedando muchas veces a merced de tanta presión. El generar intencionalmente desagrado, incomodidad, asco o escozor de la mano de Justine está muy presente en el filme. Es una gran historia con ratos intensos, donde la juventud es temible cuando se divierte. Justine en ese ambiente es una chica con su personalidad y fuerza pero nueva en el campo de estudio y en estado de crecer y conocerse más enfrentará pruebas enormes. Todo amplificado por la antropofagia, que es una mayor simbolización de su etapa de desarrollo. Ya lo dice el filme al final con un tono algo sarcástico a la par que se muestran heridas de horror y malas experiencias. Vas a tener que idear una forma de superarlo. Es decir, es problema tuyo, crecer y ser uno mismo es un problema personal.