La segunda película de S. Craig Zahler es pura diversión, su
brutalidad es exagerada, en parte irreal y fantástica. Vince Vaughn en la segunda
temporada de True Detective (2015) ya había demostrado ser un tipo rudo como el
gánster Frank Semyon, pero en Brawl in Cell Block 99 (2017) su inspiración
parece ser Charles Bronson, aunque Vince Vaughn como Bradley Thomas no solo
pelea a puño limpio sino rompe huesos.
El filme tiene a Bradley tratando de resarcir su matrimonio,
buscando tener un hijo, por lo que al querer tener mucho dinero se mete a la
venta de drogas. Durante un negocio es atacado por sus indisciplinados compañeros
y Bradley simplemente acaba con ellos. Es arrestado y enviado a la cárcel. El
mafioso que controlaba a los indisciplinados matones pretende vengarse de
Bradley, quien obligado debe cumplir una misión y pasar a la peor cárcel, donde
le espera el jefe Warden Tuggs (Don Johnson). Para todo esto Bradley debe
ponerse muy violento.
S. Craig Zahler hace una película con mucha acción y peleas imponentes.
Bradley es un arma de combate cuerpo a cuerpo implacable. Los efectos
especiales de algunas muertes en manos de Bradley lucen a leguas falsos, pero
esto más bien genera una gran sensación de entretenimiento y placer. La
brutalidad no escatima gore alguno ni tremenda sobredimensión estética. Tiene
escenas muy extremas, sobre todo al final.
El halo de fantasía es a todas luces claro, y es una
película muy emocionante cargada de adrenalina y potencia visual. Tanto Don
Johnson como Vince Vaughn son dignos de antología, de novela gráfica, de cómic,
de las mejores películas de medianoche. El final del filme es irreverencia
pura, pero justificada, por más impactante que sea. Otro personaje maquiavélico
es el de Udo Kier, como el intermediario del mafioso tras Bradley.
Bradley Thomas es un tipo meditativo y hermético, guarda sus
sentimientos para sí, suele ser muy neuronal, inclusive para golpear salvajemente
o matar a alguien. Lo hace por más paradójico que suene, o difícil de
comprender, por fuerzas mayores. Tiene sus razones. Por su familia es capaz de matar
a quien sea. Tendrá que lidiar con éstos mafiosos que lo manipulan y quieren
castigarlo. Sólo al final vemos a Bradley abrirse al resto.
Lo de tratar con un tipo que entiende perfectamente lo que
hace es atractivo, inquietante y también complicado de aceptar, cuando es
alguien que ante una necesidad superior le pasará por encima a cualquiera. Lo
dice el diálogo con un policía, usted tiene el raciocinio suficiente como para estar
del otro lado de la mesa, es decir, defender la ley y a los indefensos. Pero Bradley
es también un asesino nato, un tipo que busca el camino fácil del dinero. S.
Craig Zahler es tremendo entertainer.