martes, 27 de julio de 2021

The Cell, Incesto en los Andes y His house


Incesto en los Andes 

Dirige el ayacuchano Palito Ortega Matute, sobre el mito andino del Jarjacha. El filme técnicamente es decente, cumple con un buen estándar, aunque sin destacar mucho estéticamente. El filme tiene una apertura novedosa a un punto, pareciera que falta una mejor iluminación pero la oscuridad, las tinieblas, que solo permiten dejar ver a las personas moviéndose sin verse el entorno, con lámparas de mano todos, hace ver un efecto curioso, una atmósfera atractiva, como que el monstruo puede aparecer de cualquier parte, y que el miedo de oír, poco antes de salir, un cuento de terror se cumpla. El efecto luminoso, de destello, y especial coloración, para señalar a la bestia satánica, también apunta a una cierta virtud del filme, de generar un lenguaje propio si se quiere, aunque austero. El filme por el final da rodeos, explica mucho, que puede fallar un poco, pero crea propio background de terror, trabajando el folclore nacional. Elaborar algo personal, y original en cierta manera, a través de la identidad de un país, son puntos a favor y enriquecen el género además. Los gritos y las risas en ciertos momentos suenan tan fuerte y constantes que incomodan, pueden molestar un poco, pero también inquietan, esto es bueno y malo al mismo tiempo. El incesto en la Sierra -como enseñanza y cuidado- es representando con un monstruo, con un especie de demonio y leyenda, con el Jarjacha, demonio que vemos comer vísceras humanas, y quien extirpa los ojos de sus víctimas como rito. Por el final vemos algo parecido a una posesión demoniaca, y un exorcismo con toques de lucha contra el vampirismo. Sin duda, esto puede terminar siendo cine B de culto, junto al filme más sucio y anterior -del 2000- del también ayacuchano Mélinton Eusebio. Incesto en los Andes (2002) se puede ver en Amazon Prime Video, un éxito de ésta plataforma, ¡aplausos!; Prime Video apuesta por el cine regional peruano y por filmes raros, curiosos, en su catálogo, cuando el cine regional no suele tener tanta difusión o lo ven como un patito feo, como para subirlo a plataformas de streaming. 


The Cell 

Yace infravalorada, y me parece una película notable, llena de personalidad y originalidad, sobre todo si miramos que fue hecha hace 20 años atrás. Quizá porque la protagoniza es la hermosa Jennifer Lopez, una actriz de cine comercial romántico y amable, de cine ligero, y no es una actriz que uno la vea que encaje fácilmente con la imagen del horror, del miedo, ya que trasmite calidez y relajo, ese que vemos cuando el director indio del filme Tarsem Singh la pone en calzón y camisa, tomando algo del refrigerador mientras pasa cerca su gato; ésta imagen sexy te saca del lugar, pero es algo breve. Es un filme sólido, tiene una trama contundente de pies a cabeza, todo está muy bien explicado sin subrayar y está plagado de ingenio, de historias originales, puesto que Singh -y el guionista en solitario Mark Protosevich- han plasmado material artístico de otras fuentes como la pintura, los libros de historia, la psicología, la realidad virtual o la literatura. Es un filme que persigue a un asesino en serie y recuerda a los libros de Thomas Harris. Jennifer Lopez es una psicóloga de niños perturbados y se mete mediante la realidad virtual en la mente extrema de un esquizofrénico, interpretado notablemente por Vincent D´Onofrio. Ésta mente está poblada de cine de fantasía, con toques de terror, muertes y esclavitud, que lleva de sadomasoquismo; éste asesino en serie es un feminicida que convierte a sus víctimas en muñecas sexuales, practicando con ellas la necrofilia. The Cell (2000) es un filme oscuro, que Singh inteligentemente suaviza. La carga de perturbación es grande, pero el ingenio del director indio hace que el filme sea uno notable, pero también comercial; no es una clase vacía de estética, todo está al orden de algún tipo de sustancia, es un filme lleno de pequeños vínculos, como con lo medieval o con los sátiros y la represión sexual. 


His house 

Ganó el Bafta -los Oscar ingleses- a mejor debut del cine británico del 2021, la dirige Remi Weekes. Tiene a 2 protagonistas, actores, en estado de gracia, Sope Dirisu y Wunmi Mosaku, como un matrimonio salido en balsa de África, escapando de las guerras civiles y la muerte. Sope, como Bol, guarda una acción oscura, un pequeño truco perverso, de esto suele decir que él y su esposa son de los buenos, frente a la duda, de cara al señalamiento contrario del seguro social; el filme juega un poquito con esto que es notable, aunque al final la propuesta opta por no criminalizar a Bol. Así mismo hay un momento perturbador cuando Wunmi, como Rial, apunta a un estado a lo Norman Bates con un cuchillo sobre la mesa, pero el filme escapa a ello al final. Estos dos puntos son lo único recriminable a éste filme; después es una muy buena película. His house (2020) posee momentos que incomodan, que realmente asustan, con las tantas visiones de la casa, producto del mito y un brujo demoniaco, manejador de justicia y folclore africano. Pero éste estado de susto no se exagera tampoco, tenemos una buena historia entre manos, que apunta a la diversidad y a un tema en boga, la migración forzada hacia Europa, mostrando -al estilo de cierto cine social- como se comporta Inglaterra frente a ésta situación. El filme tiene asertividad e ingenio contando el pasado, haciéndolo pasar por un trance de uno fuera de sí, mediante una alucinación macabra, que tiene destellos de buen terror, como con la sonrisa sutil de la actriz Yvonne Campbell, donde su prominente gesto aparece para refutar la versión oficial, la de los protagonistas; o con la imagen de la vecina loca, que hace la actriz Vivienne Soan. Ésta película ha tenido buena visibilidad gracias a estar en Netflix.

jueves, 22 de julio de 2021

Trilogía del CinemaScope

 


La trilogía del CinemaScope le pertenece al austriaco Peter Tscherkassky. Está formada por tres cortos; el primero dura casi 3 minutos y los dos restantes 10 minutos cada uno. Tscherkassky hace cine experimental, trabaja con el found footage, específicamente editando otras películas. La trilogía la forman L'arrivée (1999), Outer Space (1999) y Dream work (2001). El mejor de los tres de lejos es Outer space, que trabaja el found footage con la película de terror The Entity (1982). En The Entity la actriz Barbara Hershey es molestada sexualmente por un demonio, un ser invisible. Tscherkassky, en su corto, distorsiona, manipula a su gusto, el elemento visual, el material con el que vemos el filme y es un viaje nuevo el que fabrica, de sentidos más que de racionalidad o por una narrativa, aunque la tiene en la forma más básica. No obstante Hershey sigue atormentada en el corto, se ve por la casa, como indica el inicio. La mujer entra en un estado de locura, se rompen cosas, hasta que como que el in crescendo explota finalmente y luego se detiene. El filme aumenta el movimiento de las imágenes distorsionadas -no demasiado perceptibles pero sí se entiende algo-, cada vez más; después mantiene un estado intenso, hasta perpetrar un caos sostenido, un espacio de gran tensión, y como subidos en una montaña rusa luego de la adrenalina -y el terror- empieza a calmarse, a ir hacia la salida, la parada, hasta detenerse, mostrando un estado de respiro con lo que se alcanza a ver de la protagonista original, frente a un espectáculo de luz y sombras, duplicados, pedazos rotos, miradas múltiples, destellos o el simple metraje (material fílmico) imitando un corte de tijera o quemadura evolucionando. No es una historia la que nos seduce, es una estética cambiante, en movimiento. L'arrivée es como el primer paso, una prueba, a lo que sería el éxtasis que representa Outer space. L'arrivée en comparación es muy simple, en ésta se manipula la película Mayerling (1968); es la distorsión de la llegada de un tren hasta la bajada de la amada, interpretada por Catherine Deneuve, dándole un beso a un hombre que la espera abajo. La distorsión sostenida -el juego del movimiento y el parpadeo continuo- va hacia la claridad de la imagen, el gran beso final, el gran romance y Fin. Dream work copia Outer space, pero ésta vez en lugar de que la casa sea el mal, la fuente de locura, el mal es la representación de algo más llano, más normal, una pesadilla. Dream work es menos intensa que su predecesora, y tiene otras distorsiones. El cine experimental puede ser interesante, ingenioso, honesto, y otro engañoso, inexpugnable, malo, hay que escoger, como en todas partes. 

lunes, 19 de julio de 2021

The woman who ran


The woman who ran (2020), de Hong Sang-soo, es una película de conversaciones, de pequeños encuentros, es un filme de paisajes austeros, también se percibe una obra autobiográfica, se siente como un filme íntimo, personal, con mucha de la personalidad del director, un director que hace películas de manera ingeniosa, aun bajo la sencillez formal. Una chica guapa, inteligente y sencilla, Gam-hee (Kim Min-hee, la actual pareja del director y con quien ha hecho varias películas), simplemente sale a pasear, y se encuentra con amigos suyos que ve por separado. Ella dice que no suele andar lejos de su esposo, los últimos 5 años han sido así. Gam-hee no parece muy apasionada de decir que ama a su marido, a quien no veremos nunca, pero termina dándose cuenta que lo ama; un chispazo le deja esa sensación en una conversación, antes duda definiendo el amor. Así se expresa Hong Sang-soo a través de los personajes, no parece querer ser rotundo en ningún momento, dice las cosas con tranquilidad, con humildad, es un conversador racional, pero relajado. En el filme se dan posiciones contrapuestas, se buscan los argumentos, sencillos, pero buenos. Las conversaciones llevan su reto, pero desde gente educada, que dice lo que piensa, pero que respeta lo contrario, siempre con formas. El filme tiene a gente conversando también con quienes uno no quiere, con gente que fastidia o uno guarda resentimiento, o con gente que se opone a nuestra bondad. Esas conversaciones son alturadas, pero uno defiende su posición. Una mujer ama a los gatos independientes de su edificio, los alimenta por simple bondad, pero un vecino no gusta de los gatos, pero lo dice con eufemismos y argumentos, con modales. Ambos conversan, expresan sus pareceres y así van dándose momentos sutiles de interrelación en el filme. Hong Sang-soo manifiesta a través de su protagonista que le agrada aislarse, que los demás incomodan, que las personas hacen que uno haga y diga lo que no quiere. Suena a verdad en buena parte, la interrelación humana no es fácil, los seres humanos en general tienden a ser molestos finalmente. Pero Gam-hee cree en la amistad al fin y al cabo y tiene buenos tratos con alguna gente, con ellos comparte cafés, tragos, comida, anécdotas y hasta secretos. Gam-hee no luce como alguien difícil, pero como con el hombre popular puede también llegar a ser fastidiosa. Ni que decir del hombre popular. El filme así mismo comenta y pone varias situaciones de relaciones de pareja y matrimonios. Éste es un tema importante para Hong Sang-soo; igualmente con la profesión del cine y el arte en general, siempre yace presente. Es una propuesta adulta, incluye algo de atrevimiento, pero su concepto es el de un filme amable y muy respetuoso. Es una obra que habla, pero pensando. No es un paseo en el parque (en ningún sentido), pero es un filme interesante.

domingo, 18 de julio de 2021

Pig

 


Pig (2021), debut de Michael Sarnoski, coguionista del filme junto a una novel Vanessa Block, es una película original, un poco rara a primera vista, luego perfectamente entendible, aunque no lo clásico que uno suele ver, pensando en grandes audiencias. Se ha estrenado recientemente en EE.UU., el 16 de julio, hace tan sólo 2 días. El gancho es legítimo, aunque desde luego no exacto. Se vende como un John Wick interpretado por el mega popular, cinefilia brava, Nicolas Cage. En la película nombrada John Wick (Keanu Reeves) se volvía loco, salía en absoluta venganza, tras la muerte de su perro; de la misma manera, Nicholas Cage hace de un hombre en busca del secuestro violento de su cerdo, su mascota. Pero éste filme de Sarnoski es otro muy distinto. En Pig no hay coreografías impresionantes de acción ni de artes marciales. Apenas Cage, como Rob, echa una única pelea, en busca de info sobre su cerdo, y lo hace pasivamente; se deja golpear (valientemente) para saber de su amada mascota. En adelante Cage pasa de un ermitaño recolector y negociante microempresario de trufas a andar con pinta de vagabundo, sucio y manchado de sangre, en pos de su bello cerdito, que él confiesa amar, más que tenerlo por herramienta de trabajo. Rob no es un tipo violento en absoluto, es en realidad un ser melancólico, asunto que está en varios personajes, la ausencia del amor golpea duro, te destruye. Ésta propuesta se centra en estos sentimientos, en la ausencia que genera atroz tristeza. Otro punto del filme es que versa sobre la gastronomía, también sobre ser auténtico y no tan sólo un capitalista frío; el éxito a fin de cuentas -se argumenta- es secundario, el amor es más importante, y ésta propuesta lo demuestra inteligentemente, también de manera audaz, y aunque no hay acción pura y dura por ninguna parte seguimos estando ante un drama ingenioso que nunca aburre, sino que sorprende siempre, sólo que exige no estar tan acostumbrado a los fuegos artificiales, sino también apostar por la apertura mental, por la diversidad y creatividad, por la observación sin muchos tumbos, pero con feeling detrás y coherencia; no se trata de filmes experimentales o de cine arte minoritario donde hay que ver montón de cosas arbitrarias a interpretar o mirar una pared vacía por horas, no es la explotación de la lentitud exacerbada, disfrazada de sabiduría. Pig es cine amable, pero que requiere de tranquilidad y atención en particular, y ciertamente es un filme entretenido, incluso con momentos buenos de humor discreto. Aquí los personajes se comportan muy normal, con su perversidad de a pie sí, pero de manera sencilla. Versa también la trama sobre el amor por los animales, por nuestras mascotas, por esos otros amados hijos. Es un filme que sin duda te sorprende, sin tantas ínfulas, y de manera auténtica, con verdadera inteligencia. El misterio del secuestro del cerdito también da para pensar, para dialogar. 

jueves, 15 de julio de 2021

Hard Boiled


Hard boiled (1992), de John Woo, es un monumento de película, una de las películas más grandes del género de acción. Su segunda hora está dedicada casi toda a la batalla campal en un hospital como cuartel secreto de venta ilegal de armas y como un jefe gángster, Johnny Wong (Anthony Wong), toma de rehenes a los muchos pacientes del hospital, incluidos los bebés, y empieza a disparar a diestra y siniestra contra todo el mundo cuando la policía intenta controlar la situación, enfrentar a ésta mafia. Ésta hora es brutal, una clase de acción de principio a fin, es harta violencia y bravura de la buena, harto atrevimiento, montón de entretenimiento, acción pura y dura de la más gloriosa. En el medio dos policías unen fuerzas, uno que yace de encubierto en la mafia china, de tanto tiempo que ya ni recuerda bien si realmente no es un gángster, Alan (Tony Leung); y el otro, conocido como Tequila (Chow Yun-Fat), un policía de los más duros, apasionado y osado, pero no tan bien visto por su superior. Chow Yun-Fat hace de un policía loco al tuétano; en un momento entra sólo a enfrentar a un pelotón enorme de la mafia, entra bajando en repel arrojando bombas de humo y disparando sin cuartel. En ésta maravillosa secuencia de acción, previa a la hora final, motociclistas mafiosos son incendiados por los disparos de Chow Yun-Fat. El arranque del filme también es super memorable, con Tequila y su mejor amigo Benny enfrentando thugs, y un criminal asesino a sueldo especial que viene aparte, en lo que fácilmente parece un chifa con mesas con jaulas de aves en éstas, jaulas que hacen de recordatorio de Le Samurai (1967), obra que admira John Woo -y todos los amantes del buen cine-. Hay acribillamientos bestiales en el chifa, de gente común incluida, marca del filme. John Woo sacrifica además personajes creativos en honor de hacer un filme sublime. Tony Leung hace de un policía convertido en fiero gángster, planea como top, alguien que (trasgresoramente) mata fríamente para convencer al resto de criminales, incluido el asesinar a algún policía, aunque también a veces por error, cosa curiosa. Leung interpreta a un tipo melancólico, romántico, que sufre existencialmente con tanta muerte, con quien se ha convertido. Hace grullas de origami, cada una representa una muerte ocasionada por él, fabricando con ellas un estado de culpa latente. Leung hace de un asesino violento y al mismo tiempo sofisticado. Es el opuesto de Chow Yun-Fat que hace de un tipo super campechano y algo bruto en sus ademanes, pero efectivo e inteligente en lo práctico. El gran John Woo se demora en crear personajes, crea personajes notables, tiene varios en ésta película, como el asesino Mad Dog (Phillip Kwok), quien tiene su código de vida propio, su código criminal, aun cuando suele se muy salvaje, casi un cyborg. Así también Anthony Wong esculpe un líder criminal a la altura de tanto loco asesino y policía brutal. Hay una escena donde policías sacan bebés entre tiroteos saliendo de altura por las ventanas. John Woo genera escenas trepidantes, tensas, intensas, cerca del límite, algo polémicas. De esa manera vemos a Tequila cargando un bebé mientras está combatiendo disparos, enfrentando criminales. En otro rato Tequila queda prendido en fuego del cuerpo agarrando al bebé y se salva audazmente. Ojo a ésta "pequeña" escena, super grandiosa, un detallito que pinta de cuerpo entero el filme, una obra de arte.

miércoles, 7 de julio de 2021

Wrath of man

 


Hacer películas de acción con alta dosis de comedia puede pegar de muy cool, pero también no gustar a muchos, en los que me encuentro, mejor es la acción sin tonterías, la que se toma en serio el género; por ahí algo de relajo o ironía cae bien, pero es una ruleta rusa ponerle mucho humor, en el fondo funcionan pocas así. No obstante de todas maneras el cine no posee finalmente reglas. El director de ésta película, el británico Guy Ritchie, suele mezclar comedia con acción y le ha ido tanto bien como mal, hay muchos que lo adoran, otros lo detestan. Por ahí para bien y para mal se le compara con Tarantino, yo creo que no se parecen a fin de cuentas. Tarantino es el amo del hedonismo imperfecto, uno de los más grandes del cine de entretenimiento. Ritchie no es que sea malo, pero Tarantino le saca ventaja. Ritchie ha hecho curiosamente con éste remake, de una película francesa, su mejor película hasta la fecha. Por encima de sus más sonadas. ¿El secreto?, tomarse en serio la acción, cero comedia y muchas buenas escenas de adrenalina. Utiliza a un actor hiper popular del cine de acción puro y duro, ahora metido en algo un poquito más de autor, con aquel juego de encajar como rompecabezas los tiempos y repetir y completar perspectivas de una escena clave, de un robo, de una muerte que dinamita y pone el punto de inflexión al filme. Ésta propuesta tiene su misterio que a media película pone sobre la mesa. El protagonista de acción es Jason Statham, que es un buen actor, aunque propio del cine más comercial. Statham es H, un guardián de camiones blindados, de camiones que transportan dinero. H empieza atacado psicológicamente por los demás guardianes que lo ponen a prueba todo el tiempo. H se mantiene sólido, aun cuando los otros guardias pueden ser bastante molestos. Al final, como suele pasar, perro que ladra no muerde (en general, como con el personaje que hace Josh Harnett y algunos más), y H es el verdadero man de las situaciones. Una vez que H tiene que enfrentar ladrones y asesinos del dinero que transporta los hace papilla de la manera más profesional y fría. Todos quedan helados, lo llaman loco. Hay desconfianza hacia él, pero pronto el filme vuela más alto y se ve que más de un guardia tiene rabo de paja. H es un asesino por naturaleza en busca de venganza, de una venganza justificada, pero brutal. Scott Eastwood hace de ladrón, de los camiones blindados, y lo hace bien, es como un cowboy en busca de diversión -robando, matando-, pero en un tono serio, sin excesos del tipo caricaturescos (sólo lo justo diríamos). El filme tiene muchos buenos robos, uno colocado como rompecabezas, pero el robo a la agencia donde están todos lo camiones blindados es realmente una maravilla, algo épico, un super evento, es acción en la gloria máxima; posee cambios de cámara vertiginosos, vemos mil cosas saltando de un lado a otro, vemos mil escenas de acción perfectamente concatenadas y veloces, en medio de traiciones, ambiciones y metas personales. Es la recreación de un robo de los más grandes que ha dado el cine. Éste es para sacarse el sombrero ante Guy Ritchie. El filme es muy bueno. Tiene actuaciones también interesantes como el planificador que dibuja el actor Jeffrey Donovan, la bella y fuerte guardiana que hace Niamh Algar, el jefe -aunque muy normal- que hace Eddie Marsan, el ladrón colaborador y cool que hace Darrel D´Silva y sobre todo el magnífico personaje de pies a cabeza que interpreta Holt McCallany, aparte de un trabajo bueno de Jason Statham que salta de un tipo apenas pasando los exámenes de ingreso como guardián, menospreciado por el entorno, por los compañeros, a una máquina impresionante de matar, seco como nadie, directo al punto, que es lo que hace de la acción de Ritchie una joya última del género. Tampoco escondo que me fascinan las películas de atraco, y ésta es notable. 

lunes, 5 de julio de 2021

The Killer

 


The killer (1989) es una de las obras maestras de John Woo y una de las grandes películas del cine de acción de Hong Kong y del género en general. John Woo escribe el guion (sólo) también. Sin duda, es un filme excesivo, hay un millón de tiroteos y caídos en el trance, sangre por doquier, balas a raudales, hay mil y un secuencias de acción, uno ni se imagina. Pero hay algo de respiro, para hacer humano al protagonista, al asesino Ah Jong (Chow Yun-Fat), para preocuparse y salvar a una niñita, para salvar -en más de una oportunidad- a su futura pareja, y ser leal con compañeros de trabajo, asesinos a sueldo con su propio código de vida (ciertas virtudes, cierta moral), e incluso entablar empatía con policías -sin que medie corrupción-, tan salvajes, tan bravos y diferentes a todo el mundo como el inspector Li Ying (Danny Lee). Li y Ah Jong harán amistad; primero porque deben enfrentar algo mayor que su natural rivalidad legal, deben buscar sobrevivir también; segundo porque Li admira (por lo bajo y no tan discretamente) a Ah Jong y se siente identificado con él, con su proceder de antihéroe con humanidad, lo cree un especie de doble suyo (el ego de Li tampoco es pequeño). Tanto Li como Ah Jong son temerarios. Li luce medio loco; Ah Jong es más campechano, menos preocupado en sí mismo. Chow Yun-Fat interpreta a una máquina de matar -puede acabar con batallones enteros en poco tiempo-, es un tipo bastante efectivo, cruel y frio, con los criminales, pero por otra parte es un hombre curiosamente sensible, muy dócil y amable con gente indefensa o común. Yun-Fat trasmite mucho control, mucha calma, mucho relajo, sin ser cómico, en el trato diario, ordinario; sólo cambia cuando empiezan las balaceras. Ah Jong es tal cual el lema ser y no parecer, aunque trasmite respeto en la calma. John Woo crea un protagonista, un antihéroe, memorable, perfecto, con Yun-Fat. Como nota curiosa está ver que Li parece practicar el confucionismo, mientras Ah Jong parece que es católico, aunque dice no creer en Dios, pero que el catolicismo le trasmite paz. El refugio de Ah Jong es una iglesia católica; en la apertura hay una hermosa fotografía con la iglesia en medio de una fuerte lluvia. Ésta obra tiene 2 subtramas -que producen otras grandes escenas de acción- con el mensajero de la mafia y mejor amigo de Ah Jong, Fung Sei (Chu Kong), y otra con Li y su también mejor amigo, un oficial de policía y compañero valiente y correcto, Tsang Yeh (Kenneth Tsang). El filme tiene sus buenas escenas de lealtad y amistad entrañable. El filme también ofrece escapes vistosos e ingeniosos, como uno "ligero", pero por partida doble, de gángsters y policías, de la casa del (anti)héroe, y otro bastante audaz, práctico (sin muchas vueltas que dar), del aeropuerto. Ah Jong no le teme a nada, que al sentirse víctima, al sentirse traicionado y sentenciado (el juego que juega), temerario como nadie, va en busca de matar al mismísimo nuevo capo de la mafia, a Wong Hoi (Shing Fui-On) que yace rodeado de mucha protección. Así hay montón de escenas grandiosas de acción en ésta propuesta, que no sorprende notar que The Killer, claro está, debió inspirar -como otras joyas de Hong Kong y de John Woo- al maravilloso thriller coreano. También es notable la escena con la chica ciega, entre policía y asesino amenazándose con las pistolas, haciendo mímica, sin que la mujer se de cuenta. En el trayecto se bromean poniéndose sobrenombres de dibujos populares de Disney. 

domingo, 4 de julio de 2021

Belzebuth

 


Ésta película del mexicano Emilio Portes es bastante pesada, machacadora, excesiva, redundante, es como darle y darle y no crea placer sino fastidio, no ese del tipo del que finalmente puedes disfrutar, no se trata de miedo, de ese pequeño masoquismo de querer asustarnos un poco por diversión que es propio del género, no, es una película que agota. Tiene algunos momentos inspirados, aunque pocos. El más resaltante es cuando la figura de un Cristo en yeso semi destruido tirado en el suelo en una casa abandonada es poseído por el demonio de la trama. Después el filme abre con muertes a niños y a bebés, esto es desagradable más que trasgresor, aun cuando, obviamente, no se ven las muertes directamente, sino hay una puesta en escena artística. Joaquín Cosio es un buen actor, pero aquí tanto exceso lo dejan a ratos mal parado. El exceso, el drama exacerbado, la intensidad, no siempre es reflejo par de talento o elogio, aun cuando se suele pensar que sí y ganar así premios más fácilmente que a través de otras performances más sutiles. Tobin Bell tiene un personaje de cierta originalidad, es un sacerdote que parece pandillero americano, y sí pega en el papel que le dan, propio de un tipo preparado para enfrentar al demonio. El filme tiene de Terminator 2 (1991), con el pasaje a EE.UU, y, claro está, del Exorcista (1973), a la que imita en filosofía, y no es el camino hacia la excelencia, es más bien todo lo contrario. Más, y peor, más desagradable, de lo mismo, no representa audacia, y además se aleja de lo original. No es un bodrio, hay anhelo de atmósferas, hay anhelo de sorpresa, pero no un filme memorable. No obstante al menos crea curiosidad, no es una propuesta vacía. El final es mismo Terminator. 

sábado, 3 de julio de 2021

A better tomorrow


A better tomorrow (1986), de John Woo, revolucionó el cine de acción a nivel mundial (incluido Hollywood y marcó un estilo en Hong Kong), es el hito en que la acción se volvió sangrienta, implacable, llena de tiroteos vistosos, impresionantes, y largas secuencias de trepidante acción, exhibiendo duelos maestros, hiper violentos, entre gángsters y policías. La historia que se nos cuenta es sencilla y muy bien distribuida y narrada, donde dos hermanos se hallan enemistados por el currículum criminal del hermano mayor, de Ho (Lung Ti), cuando recién se recibe de policía el hermano menor, Kit (el gran Leslie Cheung). Ho es una persona noble y quiere dejar su vida de capo criminal para no afectar a su familia, especialmente a su adorado hermano, pero antes de claudicar es traicionado y tras un feroz tiroteo enviado a la cárcel por tres años. Durante estos 3 años todo cambia. Ahora el novel criminal Shing (Waise Lee) es el nuevo jefe de la mafia y se enfrenta a su humillante pasado. Ho tiene un mejor amigo y compañero, un antihéroe criminal que es tremendo en acción, Mark (el hoy legendario en el género Chow Yun-Fat). Mark produce vistosas coreografías de adrenalínica acción, lo que no sorprende viendo el ícono en que se convierte Yun-Fat para el cine de acción de Hong Kong. Mark termina de mendigo con una pierna dañada, frustrado espera una segunda oportunidad criminal de la mano del liderazgo de Ho. Pero Ho no quiere volver a su pasado oscuro. Mark parece más hermano de Ho (es más leal) que el propio Kit; Kit yace resentido con su hermano mayor. Kit se comporta como un niño engreído, inclusive sus movimientos parecen guiados por ello, por rabietas. El cine hongkonés tiene ese estilo, se mezcla cierto relajo, una expresividad corporal tirando a la comedia, sin ser demasiado chistoso tampoco, sin perder la seriedad del género de la acción. Leslie Cheung se comporta efusivo, arrebatado todo el tiempo, dentro de su físico pequeño. Kit quiere ser trascedente en la policía, quiere destruir a las mafias, ser un héroe aunque sin ínfulas, es un tipo apasionado, correcto, idealista, pero también inmaduro y muchas veces no tan reflexivo. Ho luce tranquilo; la verdadera fuerza de la naturaleza, un tipo de armas a tomar, un animal salvaje, es Mark, y también, pero menos efectivo, Kit. Ho es como más neuronal, un líder neto, un tipo que da ordenes, aun siendo humilde. John Woo hace de inspector de policía, tiene poca injerencia, pero no lo hace mal. Es un filme simpático, entretenido, con sus relaciones en conflicto, sus dramas familiares y vocacionales, y encima con coreografías magnificas, aunque aun en ciernes, pero pioneras, de lo que haría el género, pensando a la vez que éste es el punto de popularidad, de comienzo, y con propias virtudes es notable. 

jueves, 1 de julio de 2021

Plan B


Hulu es una plataforma de streaming que pertenece a Disney y ahí se puede ver ésta película y por lo que se ve con ella es el lugar trasgresor de la compañía. Plan B (2021) es el segundo largometraje de Natalie Morales, actriz secundaria por lo general, muy poco conocida, pero con visión como se puede constatar al haber logrado lanzarse a la dirección de cine, y con sentido del humor grueso y rebelde. Se nota que Morales quiere decir algo propio, en medio de un empaque indie pero entretenido. El filme nos muestra a dos mejores amigas, a Sunny (Kuhoo Verma) y a Lupe (Victoria Moroles). Sunny es de ascendencia india y Lupe latina. Las dos son americanas, nacieron y viven en EE.UU., pero traen la cultura familiar encima. Ellas tienen padres tradicionales y ambas chocan con estas tradiciones. Como en EE.UU. la gente es más liberal, o libre si se quiere ver así, las dos están luchando por mantener sus raíces e imponer (mezclar) en el asunto su personalidad gringa. Sunny es vista como una nerd, su madre quiere que sea una niña correcta, la mantiene engreída, pero Sunny ama a un chico y quiere tener sexo con él, quiere como todas las americanas ser cool. Lupe es una chica avispada sexualmente, esa imagen es la que muestra, pero ella esconde un secreto. Tanto Lupe como Sunny tienen que luchar por hacer respetar sus decisiones y su personalidad. No obstante Sunny y Lupe no podrán dejar de ser los bebés de su padres, gente tradicional, medio estricta, pero que realmente se preocupan por ellas, y las quieren. Falta llegar a un punto medio. En el trayecto de un error de Sunny, que emparenta el filme con Never rarely sometimes always (2020), Sunny hará un viaje con su mejor amiga Lupe en busca de la solución. De esto se desprenderán mil aventuras, y harto sarcasmo e irreverencia; la juventud retratada es la más picante, torpe y despierta a partes iguales, provocando audacias y humor bravo y fuerte. Hay una escena con un genital masculino con piercing que es super atrevida -hasta el cierre grosero con la madre-, así como cuando Sunny y Lupe entran a una casa de drogadictos jóvenes y el escenario es hiper realista que impacta tanta sordidez, aunque esto no se sostiene por mucho tiempo para luego pasar a hacer bromas más inocentes, aunque con harto sarcasmo que involucra suciedad, gran cantidad de barro. Es un filme que en sus últimos 40 minutos deja de ser irreverencia típica juvenil, la diversión de típicos chiquillos americanos, para poner mensajes de definición personal con aventuras más gruesas y más osadas. Es un filme que tiene su personalidad, aunque es también propio de la diversión superflua. Es una película no de las más grandiosas pero ciertamente más que decente.