Hacer películas de acción con alta dosis de comedia puede pegar de muy
cool, pero también no gustar a muchos, en los que me encuentro, mejor es la acción sin tonterías, la que se toma en serio el género; por ahí algo de relajo o ironía cae bien, pero es una ruleta rusa ponerle mucho humor, en el fondo funcionan pocas así. No obstante de todas maneras el cine no posee finalmente reglas. El director de ésta película, el británico Guy Ritchie, suele mezclar comedia con acción y le ha ido tanto bien como mal, hay muchos que lo adoran, otros lo detestan. Por ahí para bien y para mal se le compara con Tarantino, yo creo que no se parecen a fin de cuentas. Tarantino es el amo del hedonismo imperfecto, uno de los más grandes del cine de entretenimiento. Ritchie no es que sea malo, pero Tarantino le saca ventaja. Ritchie ha hecho curiosamente con éste remake, de una película francesa, su mejor película hasta la fecha. Por encima de sus más sonadas. ¿El secreto?, tomarse en serio la acción, cero comedia y muchas buenas escenas de adrenalina. Utiliza a un actor hiper popular del cine de acción puro y duro, ahora metido en algo un poquito más de autor, con aquel juego de encajar como rompecabezas los tiempos y repetir y completar perspectivas de una escena clave, de un robo, de una muerte que dinamita y pone el punto de inflexión al filme. Ésta propuesta tiene su misterio que a media película pone sobre la mesa. El protagonista de acción es Jason Statham, que es un buen actor, aunque propio del cine más comercial. Statham es H, un guardián de camiones blindados, de camiones que transportan dinero. H empieza atacado psicológicamente por los demás guardianes que lo ponen a prueba todo el tiempo. H se mantiene sólido, aun cuando los otros guardias pueden ser bastante molestos. Al final, como suele pasar, perro que ladra no muerde (en general, como con el personaje que hace Josh Harnett y algunos más), y H es el verdadero
man de las situaciones. Una vez que H tiene que enfrentar ladrones y asesinos del dinero que transporta los hace papilla de la manera más profesional y fría. Todos quedan helados, lo llaman loco. Hay desconfianza hacia él, pero pronto el filme vuela más alto y se ve que más de un guardia tiene rabo de paja. H es un asesino por naturaleza en busca de venganza, de una venganza justificada, pero brutal. Scott Eastwood hace de ladrón, de los camiones blindados, y lo hace bien, es como un cowboy en busca de diversión -robando, matando-, pero en un tono serio, sin excesos del tipo caricaturescos (sólo lo justo diríamos). El filme tiene muchos buenos robos, uno colocado como rompecabezas, pero el robo a la agencia donde están todos lo camiones blindados es realmente una maravilla, algo épico, un super evento, es acción en la gloria máxima; posee cambios de cámara vertiginosos, vemos mil cosas saltando de un lado a otro, vemos mil escenas de acción perfectamente concatenadas y veloces, en medio de traiciones, ambiciones y metas personales. Es la recreación de un robo de los más grandes que ha dado el cine. Éste es para sacarse el sombrero ante Guy Ritchie. El filme es muy bueno. Tiene actuaciones también interesantes como el planificador que dibuja el actor Jeffrey Donovan, la bella y fuerte guardiana que hace Niamh Algar, el jefe -aunque muy normal- que hace Eddie Marsan, el ladrón colaborador y
cool que hace Darrel D´Silva y sobre todo el magnífico personaje de pies a cabeza que interpreta Holt McCallany, aparte de un trabajo bueno de Jason Statham que salta de un tipo apenas pasando los exámenes de ingreso como guardián, menospreciado por el entorno, por los compañeros, a una máquina impresionante de matar, seco como nadie, directo al punto, que es lo que hace de la acción de Ritchie una joya última del género. Tampoco escondo que me fascinan las películas de atraco, y ésta es notable.