domingo, 31 de octubre de 2021

Annette

 


Annette (2021), de Leos Carax, es un filme bastante triste, aun cuando no es que uno pueda ser ligero con el asesinato, que no puede tomarse sin importancia, pero la autocondena, la tragedia y la autodestrucción también existen, aparte de la perversidad de arrebatar una vida, encima de gente buena, por no controlar las pasiones internas, partiendo de algo banal como la competencia y ambición profesional, y otra velada en la infidelidad y cierto machismo, también por la corrupción, la apetencia incontrolable del deseo sexual y la sexualización continua de la mujer, incluyendo el maltrato hacia ellas, y para más inri ser un alcohólico, y no poder tener la consciencia en su sitio para frenar nuestro ímpetu, nuestra ira, nuestras frustraciones. Carax y los guionistas y compositores del filme la banda Sparks lucen super freaks en su historia, pero el cine también busca abarcarlo todo, y por qué no meterse en la existencia de un asesino, y darle matices, aun teniendo mucha oscuridad, en la piel del talentoso y arriesgado y todoterreno Adam Driver como Henry, un cómico que de arranque busca la polémica y poco a poco va hinchándose como un globo hasta reventar y destruir todo a su paso, incluido algo tan preciado y bello como un hijo, una bebé, Annette, que tiene la curiosidad de ser literalmente en pantalla una marioneta. Marion Cotillard es la musa, Ann, un ser de cierta inocencia, y aunque hay en ella un poco de culpa (un mínimo) es Henry el gestor de su destino finalmente, que va dejándose llevar por el mal, aun cuando tenía algo de buen padre, e inicialmente había un romance de cierta belleza con Ann, compartían hasta una canción de amor. La banda Sparks hace un musical interesante, pero a la vez incomodo, sus canciones son extrañas, no se puede evitar sentirse uno raro con su historia, cuesta tenerle empatía, punto que le otorga personalidad y riesgo a aplaudir, pero también le quita inevitablemente distancia. Es una obra super freak indiscutiblemente, la imagen del final de como se ve Driver es impactante, sumamente realista, es otra persona, atrás queda el ego inflado y el aire ganador de los movimientos boxísticos y el relajo combinado de los vicios aun en ciernes. Es un filme triste porque Annette, una bebé inocente, sufrirá mucho, aun cuando en parte hay que notarlo elípticamente. También es triste por el devenir de Henry, quien hace de Ann ese demonio de ultratumba que lo acompañará luego. Notable la emotividad que trasmite el actor por lo general cómico Simon Helberg, aunque Driver está gigantesco. Este es un filme propio de nuestra época, una donde se busca mucho inquietar, descolocar y hasta herir al espectador, pero el cine no deja de buscar novedad, de ser intenso, lo cual es algo a fin de cuentas positivo, la cosa sería reflexionar un poquito más en nuestras búsquedas, sin tampoco dejar de notar que las capas son más finas.

viernes, 29 de octubre de 2021

Petite maman


Petite maman (2021), de la francesa Céline Sciamma, es una película que podría pasar por un simple ejercicio cinematográfico (algo intrascendente, un regodeo banal de la inteligencia), con sus mezclas de la identidad de personajes en lugares comunes, formando toda una estructura de relaciones complejas de identificar (quien es quien en cierto momento, quienes están interactuando), con su quehacer de intrincar lo que en realidad es bastante sencillo de contar y entender, una pequeña historia familiar. Pero éste filme no se siente vacío, cala, es una bonita historia, enfocado en el deseo de despedirse de un ser querido muerto antes de poder cumplirlo. Es ahí que aparece en la imaginación de una niña, para otros propio de una película de fantasía, una pequeña, la pequeña mamá, Marion (Gabrielle Sanz), un doble, una niña gemela, como amiga imaginaria y cierre emocional y existencial de Nelly (Joséphine Sanz). La propuesta trata del amor enorme por nuestra madre en distintas generaciones, huida del hogar o muerta por enfermedad, ese es el juego y la habilidad cinematográfica que muestra el guion y la dirección de Céline Sciamma que ciertamente tiene ingenio y competencia. Este "juego" o inventiva de identificación exigente es entretenido, exhala cierto placer cinéfilo, también porque tampoco está muy lejano entender la historia, ésta nueva forma (ardua) de contar lo cotidiano, lo que a todos nos toca el corazón. Otra cosa notable de ésta estructura compleja de contar es que está hecha de escenarios, personajes y contextos bien básicos. Punto nuevamente para la originalidad, ingenio por sobre inversión. El filme ya yendo al fondo es bueno, muestra sensibilidad, muestra momentos donde surge empatía y de manera artística. Nelly es una niña ideal, tranquila, siempre tierna y linda, puede que esto no sea tan atractivo para algunos, ya que cuidar y criar niños, nuestros niños, sin ayuda (como se ve en el filme), es realmente tremendo trabajo de paciencia y sabiduría hecha en el camino, de a pie, es cosa difícil. Sin embargo Nelly trasmite al mismo tiempo simpatía, aceptación, uno disfruta de presenciar un personaje inocente y sano en un ambiente que no es desagradable. No obstante sabemos que la madre sufre aunque "discretamente", sin que se confirme mucho de su situación, puede ser también la enfermedad de la depresión. Extraemos que Nelly aunque no se percibe directamente sufre un poco también al ver triste a su madre o quiere ayudarle, de esto la gran importancia de la despedida. Finalmente es más la amistad y complicidad que comparten la que trabaja Sciamma y le queda un filme bello así. Tanta elipsis y misterio hacen también que lo feo quede medio oculto, tenemos ante todo un filme luminoso, en medio de una época de rarezas y relatos oscuros. 

miércoles, 27 de octubre de 2021

Dune


Dune es como Tenet (2020), grandes películas de sala, para ver especialmente en la sala de exhibición, películas que podemos llamar de fuegos artificiales, cine espectáculo y también 2 obras notables del séptimo arte. No obstante Dune, de Denis Villeneuve, es una obra sencilla, sin excesos, sin sobre abundancia, todo está en su justa medida. La tecnología del futuro es sólida, y no es mucha, mejor así, pero más que suficiente, para no caer en el error, en la tontería, al tratar de imaginar demasiadas cosas futuristas. El filme habla de un mesías, al estilo de Jesús, alguien positivo para el universo, pero Paul Atreides (Timothée Chalamet) es también un guerrero en ciernes, no un pacifista como Gandhi, Mahoma o Jesús. Atreides se hace llamar un freak por ser un hombre predestinado, con visiones, en sueños, un tipo elegido para cambiar el universo. Villeneuve es astuto y coloca lugares fáciles de reconocer en un lugar más extraño como sería un típico sci-fi. Así vemos un enfrentamiento entre los hombres de la casa Atreides liderados por un jefe militar interpretado por Josh Brolin contra unos comandos asesinos de la casa Harkonnen, como si estuviéramos viendo Gangs of New York (2002). Es un filme que también se percibe esotérico, sobre todo al inicio, y tiene algo del cine de terror, así los poderes mentales de la madre de Paul y del mismo Paul parecen propios de las brujas del cine de género. Es una obra no solo de un mesías sino de su madre, su guía, tal cual toda madre quiere encaminar a un buen futuro a su hijo. Ésta madre la interpreta Rebecca Ferguson. El padre es una figura poderosa, pero más común. El malvado máximo es bastante bueno, el barón Harkonnen (Stellan Skarsgard), un tipo gigantesco, voluminoso. Yace trabajado con gran pulso y sin ninguna necesidad de ser políticamente incorrecto. El filme tiene a Chalamet, flaquito, como un joven prometedor, y no desentona, sin ser impresionante. Ésta austeridad guerrera colinda con cierta sofisticación estética, es un guerrero propio del tiempo futurista que de cierta forma vivimos. El desierto como contexto y base de la novela de Frank Herbert -escrita en 1965- pone la nota clásica al filme, como un lugar curioso al ser domesticado por lo indígena además, por las tribus llamadas Fremen. Ésta propuesta recuerda ligeramente, por partes, a la saga de Star Wars, aunque la novela de Dune es anterior incluso a la primera trilogía que arranca en 1977 y seguramente Star Wars bebió algo de la novela Dune. Las naves futuristas asemejan a libélulas y se ven excelentes. La pelea del final con el actor de color Babs Olusanmokun es maravillosa a su vez, muy representativa, toda una gran iniciación. Es un filme que se ve cosmopolita y no luce forzado en ello. Zendaya como la musa del héroe está muy bien utilizada -poco, en sueños más que todo, pero notablemente-, sin que sea vea sexy, sino natural simplemente. Momoa trasmite relajo y empatía ligera para bien y mal, pero se percibe como un efectivo guardaespaldas asesino. Éste propicia buena acción, sin que ésta primera Dune tenga mucha, pero hay y se proyecta bastante potente, minimalista, poco pero sugerente. Es un filme que no aburre nunca, y está más que bien narrado, es novedoso sostenidamente, sin que tenga que hacer malabares o efectismos, todo tranquilo, fluido. El filme tiene una atmósfera algo retadora y se le siente personal, melancólica, de aire solitario y meditativo, gris y tenebrosa, ayuda la paleta oscura de colores. La notable banda sonora de Hans Zimmer parece que tiene una onda religiosa, con sonidos como de terror, que aportan misterio al filme, manejan o imponen un halo ficticio de cierta oscuridad, aunque es un filme claro y sencillo en realidad, de entretenimiento puro y duro del bueno, de nivel. Todo el momento en la nave cuando transportan de presos a Paul y su madre es de antología, éste momento será un clásico en el futuro, es perfecto, Villeneuve le pone terror y realismo algo sucio.   

sábado, 23 de octubre de 2021

Wheel of fortune and fantasy


Se tratan de 3 historias, dirigidas por el japonés Ryusuke Hamaguchi, presentadas en el festival de Berlín 2021 y ganadora del segundo lugar de la competencia principal. Son cuentos donde se habla muchísimo, pero de manera inteligente, atinada y empática. Es una película de tremenda austeridad, pero de buena factura y audaz por conseguir nivel con tan poco. Medio que se siente como propio de una telenovela sofisticada, aunque, claro, todo drama o problemática vivencial es también un poco telenovela. En la primera historia una chica moderna teje y desteja la madeja del amor con un prometido -que bascula de ex- sojuzgado por su atractivo y personalidad, lo manipula a su antojo, hasta que se hace el harakiri -con su infaltable melodrama- y le hace ver la realidad, prácticamente lo golpea con un maso, ya que la mujer además argumenta muy bien. Finalmente llega la humillación, inclusive autoinducida, pero curiosa y difícilmente todos quedan felices. Es un filme que toca mucho la sexualidad, muestra apertura mental y bastante modernidad, sin mostrar nada de nada explícito, todo son palabras, en medio de escenarios sencillos, y solo tomas necesarias. Los rostros a veces miran enfrente pero están como perdidos en sus sueños. El segundo relato es sobre una venganza, un chiquillo arruinado por su profesor le pide a su bella amante, una mujer mayor que él, que seduzca al profesor y le tienda una trampa. El profesor tal cual la mujer atractiva y difícil de la primera historia es otro as, muestra harta inteligencia -mediando un cierto porcentaje particular de inocencia- y seduce a la mujer intelectual y emocionalmente, por encima de lo sexual, de nuestra inevitable vulgaridad. La lectura del libro del maestro tiene un toque erótico (y es extensa). Pero el profesor es de otro planeta. El filme tiene un giro inesperado, un poco de ironía cruel. Como reza el título hace hincapié el azar y la fortuna. Es un juego donde uno no sabe quien va a ganar y el mal y el bien se confunden o se diluyen. El tercer cuento requiere de la fantasía, dos mujeres se encuentran en la calle y se hacen pasar por la historia inconclusa y/o existencial de la otra, produciendo un encuentro terapéutico y buena onda. Es llenar el hueco y paliar la derrota, mediante el poder de la palabra y la honestidad, ponerse en los zapatos ajenos. Son historias intimas, donde la gente se sincera y sana de alguna manera, aunque también hay historias inconclusas, pero con final elíptico, de lo cual podemos ver e imaginar que vendrá, algún tipo de satisfacción se vislumbra. Quizá sucede todo demasiado poéticamente o de forma perfecta, pero se trata de una película también. Aunque ésta propuesta se siente nipona también ostenta muy buena universalidad -ayudan escenarios neutrales si se quiere-, un halo muy humano, con su inteligencia y con su sofisticación, pero también con claridad y fuerza, con la ruptura hiper analizada y la reconciliación con uno mismo de la mano, aun en lo fantasma o en la fantasía. También se cuecen segundas venganzas y picardía. Hay su buena sensibilidad además. 

miércoles, 20 de octubre de 2021

Titane


Éste filme ganó la palma de oro 2021. Es el segundo largo de la francesa Julia Ducournau. Éste filme es un ovni, una película que no ha temido ser un bodrio, que es un alarde de personalidad. No significa que cualquier retahíla de "absurdos", extremos y locuras van a convertirse en gloria, pero en efecto el filme de Ducournau lo logra. Es un filme ultra contemporáneo. Una mujer problemática, Alexia (Agathe Rousselle), llega a lo criminal, es una asesina en serie, tiene dificultades de adaptación desde la infancia, lleva titanio en la cabeza y una desagradable cicatriz al lado de una oreja. Ella es una mujer tosca y muy fuerte, también es bisexual y cuando quiere muy sexy, tanto como cero femenina. Es la esencia de una mujer con múltiples caras, difícil de definir de una sola manera. En todo el filme circula la noción de la maternidad y la paternidad, son dos caras que se mueven por separado, pero aunque auspicia a la familia disfuncional que todos quieren ver de actual no deja de mostrar que no se puede evitar la continuación y la esencialidad de la humanidad de otra manera, sino es una lucha perdida, así vemos a Alexia teniendo sexo con un vehículo y embarazándose de éste, luego sufriendo horriblemente, supurando aceite rancio, negro. Un hombre por su parte, Vincent (Vincent Lindon) ha perdido a su hijo -desaparecido hace muchos años- y no puede vivir con ese dolor, anhelante de llenar ese vacío como el mismo destino de Alexia, de embarazarse, le adopta (pasando ella por hombre), a prueba de todo (poniéndose cada vez más complicada la situación), es querer algo y hacerlo realidad como sea. Esto llega hasta colocarlo a sobrevolar la autodestrucción, esa que representa en sí Alexia, pero que como un Travis Bickle se redimirá extrañamente y cerrará un circulo perfecto. Ducournau si bien tiene momentos donde defiende la homosexualidad y es ganarse al público, ostenta un 30% de no querer congraciarse con nadie, y salpica de impacto e incomodidad a todo el mundo, es un filme un poco difícil de ver, de ahí que Francia muestre tremenda declaración de ideales postulando ésta película a un cupo a los Oscar (bien definido con la ubiquidad de banderitas galas). Hay momentos donde sensorialmente llega a molestar, es un filme muy agresivo, uno teme qué vendrá después. Pero aunque juega con el incesto o el abuso sexual curiosamente también tiene varios momentos donde te hace reír (sin ser una comedia), sino se trata de esa sonrisa cómplice y cinéfila que logra tanta personalidad y aun así cierta lógica de conjunto, aun con tanta violencia inicial propio del torture porn del terror y algo de locura sci-fi que toca de frente con el absurdo, pero finalmente esquiva el ridículo. Éste filme es como el choque de lo clásico o esencial con la extrema, abundante, sufriente, inevitable y violenta modernidad que dan un nuevo ser a lo Kubrick, a pesar de todo. 

martes, 19 de octubre de 2021

Canoa

 


Canoa (1976) es la película más famosa y celebrada del director mexicano Felipe Cazals (recientemente fallecido, el 16 de octubre del 2021, hace 3 días), su mejor película y el máximo legado que deja al cine mexicano. En ésta se cuenta un hecho real, el linchamiento de 5 trabajadores de una Universidad, por el pueblo de San Miguel Canoa, Puebla, en 1968. El filme tiene de falso documental, pero sin mucha sutilidad. No obstante maneja cierta ironía y costumbrismo notable en ello. Después habla del lugar tal cual un documental serio y abre con la nota periodística del crimen. Pronto se convierte en una película de entretenimiento (cine de género), además de reflexiva, sobre estos muchachos excursionistas que hallan el terror en Canoa. Los muchachos hacen una buena recreación, se notan tranquilos, alegres, sanos, relajados. Luego cae la lluvia, una atmósfera propicia. Ellos buscan algún lugar para resguardarse y empieza a maquinarse el crimen, va creciendo y alimentándose la histeria, los miedos azuzados y exagerados frente al comunismo visto como destructor del catolicismo y propulsor de la hegemonía del ateísmo. Es un pueblo dominado por un cura que usa lentes oscuros. Éste cura enardece a las masas, las enoja y las predispone para matar comunistas, reflejando la época y la lucha política del México de fines de los 60s (aunque viene de mucho más atrás), de Latinoamérica y en realidad del mundo de entonces. El cura es un ser político, no solo social, y es un benefactor económico además, fuente de dinero y soporte, ostenta el mayor poder en el pueblo, así es visto como generador de progreso, puso el agua, la luz, caminos, etc en Canoa, un pueblito medio escondido. Cuando se forma la turba gigante con antorchas incluidas y van a la casa del vecino odiado -donde están los excursionistas tomados por estudiantes comunistas- empieza el terror por la puerta grande. En adelante es tortura, frenesí y muerte, por buen tiempo, la imagen del crimen en sí y lo mejor del filme, aunque algo simple, pero más que decentemente recreada y atrapante. 

domingo, 17 de octubre de 2021

Distancia de rescate


Ésta película escoge no ser una película de terror. El tema es simple, está claro, es casi un esquema pero va de sutil, se trata de la conexión entre madre e hijo que se relaciona con amarlo con fervor o mantener una distancia emocional, digamos que dejarlo en segundo plano frente a otras cosas, puede ser una relación lésbica como se puede interpretar veladamente entre las 2 madres que pasan por lo mismo. Sus hijos se enferman y hay que salvarlos con magia, hacer que la mitad de su alma pase a otro lado y venga una mitad nueva, para el caso algo oscuro que hará que la madre medio que desconozca a su hijo, donde pudo anidar el terror. Después el hijo es visto como una amenaza que borda en realidad la locura o la creencia en esa magia usada, es como si nuestra mente divagara y creyera algo que está solo en nuestra mente. El hijo de Carola es visto como un especie de ente diabólico, criminal si se quiere ver, pero en realidad el niño nunca hace nada, nunca se muestra peligroso, ni siquiera raro, es hasta silencioso y tranquilo, es todo imaginación de la madre, delirio, aun cuando el filme y la novela de la argentina Samanta Schweblin quieren hacernos creer que algo va a suceder, que el niño algo malo piensa. En ello muchos pueden decepcionarse de la película, olvidando que va de inteligente y sutil. Es un filme que crea una atmósfera imaginaria (que no existe, como que está vacía), tal cual la voz en off donde es simplemente un recurso literario creativo de estar contando a un estilo una historia, es simplemente un adorno. El niño, hijo de Carola (la mujer fuerte que hace Dolores Fonzi), se comunica en voz en off con la protagonista, con Amanda (la bella damisela que interpreta María Valverde), el niño curiosamente la dirige, le pide que cuente bien la historia, como esa vocecita que seguramente imaginaba Schweblin frente a la hoja en blanco y que en el papel ciertamente ha de verse visto interesante y bonito. Por media película tanta promesa de la voz en off pues ya llega a molestar, ya deja de ser interesante como al comienzo. La relación entre las mujeres en un lugar rural de Argentina aislado crea un contexto atractivo, muy cinematográfico. El filme tenía material para hacer buen terror, pero queda muy débil, medio melodramático -entre positivo y negativo-, le preocupa más la denuncia medioambiental que va algo escondida y tampoco es que esté mal, pero pudo ser mucho mejor. Es un filme curioso, de gran factura para ser latino, es un filme arty, pero claro. Llosa muestra que tiene oficio, no ha hecho un gran filme, pero ha mostrado que le sobra capacidad. El filme de Claudia es típico de nuestra época, de feminismos ubicuos y cargados. Parece un alegato en pos de más libertad para la mujer, menos maternidad, más imperfección, nuevamente más comprensión. No creo que esto esté mal, pero parece que nos estamos pasando a la otra vereda, al otro extremo. 

El imperio de los sentidos


Ésta obra es muchas cosas, una película de culto, una película pornográfica, una película polémica, una película arty finalmente solvente. En ella se cuenta sobre una prostituta, Sada (Eiko Matsuda), que se enamora de un cliente cuando trabaja de empleada en un burdel. Éste cliente es Kichizo (Tatsuya Fuji), un hombre alegre, suele reír mucho (y no desentona), que es muy sexual, nunca detiene su libido. Cuando descubre a Sada encuentra a su otra mitad, ella también es muy sexual, pero curiosamente se ha enamorado con  locura de Kichizo, cuando las prostitutas por lo general suelen ser más frías y más avispadas. Sada es un poco niña, pero también medio loca. Éste filme cuenta una historia real, un crimen pasional y quizá accidental, justamente por la continua experimentación sexual y donde entra a tallar silenciosamente la culpa. En la obra de Nagisa Oshima hay una felación con pelos y señales, hasta Sada se traga y babea el liquido seminal, con cara de inocente, así es su eterna expresión. Es un filme pornográfico, tiene varias escenas tales, de calibre hardcore, y quien no guste del porno va a desechar el filme, pero al mismo tiempo tiene un sólido argumento y es una película coherente. La sexualidad de ambos llega al exceso, es demasiado dominante, y los lleva a la autodestrucción. No es un filme de mensaje cristiano o fácil, pero tampoco es trasgresor de gratis ni sin pensar, es en mucho la historia de una mujer imperfecta que tiene muchos complejos encima, a pesar de que como pareja son muy libres, todo ello proviene de la promiscuidad de Sada, y querer compensar y dominar a Kichizo. En las mil formas que maneja la película hasta el sexo se llega a materializar como castigo. También es una relación obsesiva y un poco criminal; Sada teme mucho perder el amor y control de Kichizo, éste le corresponde aun estando casado, él está también enamorado, pero es querer mantener la aventura en frenesí y pasión constante la que los impulsa al hoyo.  

jueves, 14 de octubre de 2021

Momma's Man, La Bestia y Buffalo Juggalos


Momma's Man

El director de éste filme es Azazel Jacobs, hijo del famoso director de cine experimental Ken Jacobs. Su última película es French Exit (2020), pero aunque es curiosa, una comedia absurda y deadpan (de humor seco o, para algunos, inteligente) está plagada de ridículo y tontería, pero aun así se le siente auténtica. En un momento ahí dicen no temer a los clichés y le creo. Ésta película tiene una sólida construcción de la relación madre e hijo, desde la gente pudiente que está por perder todo su dinero. Ese filme aunque es notoriamente imperfecto trasuda alma, además tiene dos actuaciones muy dotadas, entre madre e hijo interpretados por Michelle Pfeiffer y Lucas Hedges. En ese filme el resultado final conlleva buen entendimiento de sus partes, cierra bien, pero antes tiene ocurrencias que buscan el humor deadpan y el absurdo y no logra ser lo que pretende, ser audaz o inteligente. Pero es de una imperfección que vale la pena y presenta un encanto. Momma's man (2008) también es imperfecto, tiene ocurrencias muy indies quizá, pero también tontas. Pero nuevamente lleva harta alma y hasta es mucho mejor que French Exit. Éste es un filme bueno para recomendar. En la trama tenemos a un joven que tras un viaje de negocios se refugia en casa de sus padres, ya que siente la presión del matrimonio y de cuidar a su hija pequeña, de las responsabilidades y agobios cotidianos. También extraña su adolescencia, un estado de relajo y despreocupación. Los padres, interpretados por los verdaderos padres de Azazel, que trabajan con el cine experimental en la trama, son muy cálidos, tolerantes, pacíficos y no juzgan a su hijo, hasta lo engríen. Esto hace ver dos mundos, aun cuando la esposa del protagonista no luce amargada ni fastidiosa, pero es inevitable la diferencia. De todas formas el filme deja en claro que el protagonista, Mikey (Matt Boren), ya no encaja en el pasado, no es un chiquillo, se nota, y el ambiente es silenciosamente tenso por su demora a regresar a su matrimonio, aun cuando tiene de infantil y de loco, de niño jackass, y sus padres son puro amor. Otra belleza del filme es que la casa de sus padres es grande pero no es ningún palacio, tiene mucho de humilde, hasta de viejo. Mikey extraña su barrio, pero éste ya no es el suyo. No puedes ser un chiquillo por siempre, hay que crecer, pasar a la siguiente etapa, asumir tu rol, eso queda muy bien plasmado. Por todo, un filme valioso.


La Bestia

No soy de ver pornografía hace años, pero estos son en realidad efectos especiales, con respecto a la parte donde la protagonista tiene un sueño húmedo y regresión del pasado. Éste sueño estaba incluido en los 5 relatos de la anterior película del director, del polaco Walerian Borowczyk, llamada Cuentos inmorales (1973), de lejos lo mejor de esa propuesta. Los otros 4 relatos eran o anodinos o muy comunes, aun tratando con Elizabeth Bathory y recurriendo al sarcasmo trasgresor señalando la lujuria y carnalidad orgiástica de la iglesia católica. El relato llamado La bestia es una pequeña joya, éste se editó luego en 1975 en la película homónima que tratamos ahora, poniéndolo todo pero por partes durante la segunda y última mitad del filme. No es específicamente pornografía, es finalmente efecto especial, ya que tratamos con un lobo humanoide u hombre lobo transformado, aunque a mil de sexual, cargado de fluido donde Borowczyk es brutal, grotesco, grosero, impenitente y también muy jocoso y audazmente irreverente, pero dueño de cine al fin y al cabo. Es una pequeña obra maestra, pero para gente osada. La demás película se pega al corto, pero en realidad es todo accesorio, por más lógica que le impriman en ella. Lo sabroso de ese filme accesorio es ver la belleza y erotismo de Lisbeth Hummel, donde Boro pone el lente próximo en su sexo y le da tremenda existencia en pantalla. No obstante obviamente la gran hazaña le pertenece a la actriz Sirpa Lane que se ve atacada por el lobo humanoide hambriento de sexo. Ella corre desesperada mientras es desnudada de a pocos pero ferozmente. El animal se masturba siguiéndole y arroja liquido seminal por doquier. Luego captura a su presa, la violenta y ésta total incorreción, de las más bravas, termina en fantasía porno, ella se excita y "seducida" pasa a tener sexo de todo tipo con el animal, con las tetas, con los pies desnudos, con la vagina, con la boca, mientras el animal bota y bota fluidos una y otra vez. Es un alarde salvaje de comedia gracias a una pizca de terror y harto efecto especial, pero pasa la prueba de la recreación contundente y propina efervescencia en estado puro. Donde quiera que se vea, en cualquiera de los dos filmes, es éste corto y sueño húmedo el que ha inmortalizado -y asesinado por igual- a Borowczyk.


Buffalo Juggalos

Éste corto de casi 30 minutos le pertenece a Scott Cummings, editor de las películas de Eliza Hittman. En éste documental conocemos -observamos en realidad en acción- a los Juggalos, fanáticos de un grupo de hip hop que tiene toda una subcultura a cuestas, donde hay afición al terror, el grupo Insane Clown Posse, y como ellos los fans se pintan la cara de payasos y como vemos en viñetas son muchos violentos y propician el miedo y cierta desadaptación, pero también hay otros que profesan el amor libre, el amor igualitario, la sexualidad despierta, algunos son aficionados por lo común al wrestling profesional, el de mentiras, y en general son bien freaks. Es un corto experimental también y van apareciendo los juggalos mostrando cada uno quien es en alguna expresión marcada de su personalidad y así conocemos a todo el grupo y su definición conjunta. Como ésta música ama el terror hay un halo de fantasía e imaginación que los circunda, una cuota de ficción. El filme propone cierto mundo extraño poblado como si estuviéramos en el videojuego Silent Hill. No obstante hay algo de humor. 

miércoles, 6 de octubre de 2021

La nuée y The Entity


La nube (La nuée)

Ésta película del francés Just Philippot es sobre plagas (de saltamontes). Se cocina lento. Tiene una argumentación bastante bien trabajada. Es de las obras con historia más que de explicites o violencia, como a su vez es más manejo de tensión e imaginación que de impacto. Una joven madre soltera tiene que mantener a sus dos hijos, una adolescente (difícil) y un niño, tiene una granja con criadero de saltamontes que vende como proteína, pero se le complica su reproducción y que se los compren a precio justo. De manera paulatina y sutil descubre que alimentándolos con sangre de cualquier tipo estos se multiplican velozmente. Dicho descubrimiento la hace ganar dinero, poder acceder a una mejor vida. Pero hacerlo le demanda corrupción y perversidad. Ella empieza a perder la ética. Surge la disyuntiva entre el progreso y sacrificar los valores. La película recién por el final muestra terror práctico, muertes, brutalidad, desarrolla en todo apogeo el filme de plagas en acto puro y duro, libera al monstruo que ha estado cultivando, antes lo alimenta (literalmente). Ésta propuesta tiene un excelente manejo del protagonismo de los insectos, verlos de cerca provee varias muy buenas escenas. Es una obra que gira entorno del amor de madre, por encima de cualquier cosa, como también de hacer lo correcto, porque tarde o temprano la corrupción siempre trae consecuencias, destruye todo. 


The entity

Película de culto, del canadiense Sidney J. Furie, pero que se adscribe al cine americano, por producción, distribución y locación americana. La protagoniza la americana Barbara Hershey. Barbara lo deja todo en la cancha, se entrega en cuerpo entero, literalmente inclusive. Éste filme se basa en una historia real, aunque versa sobre algo paranormal. Adapta la novela del americano Frank De Felitta, que se encarga del guion. La historia es sobre una mujer, Carla Moran (Hershey), que es ultrajada constantemente por un ente invisible. Éste ente la violenta con brutalidad, hay escenas impactantes de esto, dos en especial, en una es rápido, en la otra Hershey yace desnuda maltratada lentamente. Es un filme doloroso e inquietante. A esto se suma que en toda la trama hay una lucha entre ciencia y sobrenaturalidad, la ciencia la refleja un psiquiatra en particular, el Dr. Sneiderman (Ron Silver), alguien joven que también se siente atraído por Moran. Moran es muy guapa y tiene bonita figura, y aunque ha fallado en varios matrimonios y a quien ha escogido como pareja, hasta con el último, su estándar masculino es bien bajo, sabe de la atracción y pasión que provoca, aunque sea una mujer humilde. Moran no siente que está loca, cree en algo paranormal, pero no puede vencer el entendimiento cotidiano de la realidad y se hace ver por un psiquiatra. El filme argumenta bastante científicamente, esto puede fastidiar y aburrir, pero también genera más fuerza escénica, una trama sólida. El psiquiatra por todos los medios trata de desmentir y ridiculizar lo sobrenatural. Los estudiosos de los extraordinario se mantienen firmes y tratan de ayudar con ingenio a Moran. El filme no teme ser escabroso o perturbador. No obstante es complicado mantener el impacto (auténtico). Se llega a hablar de perversiones, entre sutil y algo de atrevimiento, aunque con cuidado. Es un filme interesante, bien hecho, y con su notable terror y originalidad.