sábado, 23 de octubre de 2021

Wheel of fortune and fantasy


Se tratan de 3 historias, dirigidas por el japonés Ryusuke Hamaguchi, presentadas en el festival de Berlín 2021 y ganadora del segundo lugar de la competencia principal. Son cuentos donde se habla muchísimo, pero de manera inteligente, atinada y empática. Es una película de tremenda austeridad, pero de buena factura y audaz por conseguir nivel con tan poco. Medio que se siente como propio de una telenovela sofisticada, aunque, claro, todo drama o problemática vivencial es también un poco telenovela. En la primera historia una chica moderna teje y desteja la madeja del amor con un prometido -que bascula de ex- sojuzgado por su atractivo y personalidad, lo manipula a su antojo, hasta que se hace el harakiri -con su infaltable melodrama- y le hace ver la realidad, prácticamente lo golpea con un maso, ya que la mujer además argumenta muy bien. Finalmente llega la humillación, inclusive autoinducida, pero curiosa y difícilmente todos quedan felices. Es un filme que toca mucho la sexualidad, muestra apertura mental y bastante modernidad, sin mostrar nada de nada explícito, todo son palabras, en medio de escenarios sencillos, y solo tomas necesarias. Los rostros a veces miran enfrente pero están como perdidos en sus sueños. El segundo relato es sobre una venganza, un chiquillo arruinado por su profesor le pide a su bella amante, una mujer mayor que él, que seduzca al profesor y le tienda una trampa. El profesor tal cual la mujer atractiva y difícil de la primera historia es otro as, muestra harta inteligencia -mediando un cierto porcentaje particular de inocencia- y seduce a la mujer intelectual y emocionalmente, por encima de lo sexual, de nuestra inevitable vulgaridad. La lectura del libro del maestro tiene un toque erótico (y es extensa). Pero el profesor es de otro planeta. El filme tiene un giro inesperado, un poco de ironía cruel. Como reza el título hace hincapié el azar y la fortuna. Es un juego donde uno no sabe quien va a ganar y el mal y el bien se confunden o se diluyen. El tercer cuento requiere de la fantasía, dos mujeres se encuentran en la calle y se hacen pasar por la historia inconclusa y/o existencial de la otra, produciendo un encuentro terapéutico y buena onda. Es llenar el hueco y paliar la derrota, mediante el poder de la palabra y la honestidad, ponerse en los zapatos ajenos. Son historias intimas, donde la gente se sincera y sana de alguna manera, aunque también hay historias inconclusas, pero con final elíptico, de lo cual podemos ver e imaginar que vendrá, algún tipo de satisfacción se vislumbra. Quizá sucede todo demasiado poéticamente o de forma perfecta, pero se trata de una película también. Aunque ésta propuesta se siente nipona también ostenta muy buena universalidad -ayudan escenarios neutrales si se quiere-, un halo muy humano, con su inteligencia y con su sofisticación, pero también con claridad y fuerza, con la ruptura hiper analizada y la reconciliación con uno mismo de la mano, aun en lo fantasma o en la fantasía. También se cuecen segundas venganzas y picardía. Hay su buena sensibilidad además.