El filme de Benny y Josh Safdie tiene una partida muy
sencilla, dos hermanos, Nick (Benny Safdie) y Connie (Robert Pattinson), roban
un banco, y en la fuga atrapan a Nick. Connie temiendo por la vida de su
hermano que es retrasado debe buscar 10 mil dólares para pagarle a un abogado y
lo saque de la cárcel. Pero esto, desde luego, no será cosa fácil. El filme es
todas las correrías y desventuras que pasará Connie en busca del dinero.
Los hermanos Safdie tienen habilidad para retratar la calle,
a la gente marginal y peligrosa, vagabundos, muchachos perdidos, delincuentes o
pequeños comercializadores de droga y sus amigos yonquis. En Heaven Knows What
(2014) ya veíamos todo ello, sumándole como eje una relación obsesiva, abusiva
y traicionera entre una pareja de muchachos. Pero era principalmente la
historia de Harley (Arielle Holmes) y los tumbos que daba en la calle, con
gente lumpen como ella, como su amigo drug
dealer Mike (Buddy Duress).
Good Time (2017) es ver a Robert Pattinson de uno de estos
muchachos solitarios y vagos que se mete a cada rato en problemas. Su Connie a
pesar de todo es inteligente, pero para lo corrupto. Sabe tratar con gente
peligrosa. Él tiene pinta de tratable –de simpático para la audiencia- pero es
también un criminal. Connie ama a su hermano y quiere protegerlo.
El filme es vertiginoso. Tiene también muchas sorpresas. Lo
interesante de sus figuras es que tienen un lado sucio y violento y al mismo
tiempo uno sensible o con habilidad social. Nunca sabes cómo van a reaccionar,
a veces muy suavemente, en otros casos de la peor manera. Hay un buen manejo de
la violencia. Connie se aprovecha de la gente, pero lo hace muy sutilmente. Es
un embaucador, un seductor. La calle tiene matices en el mundo de los Safdie. No
es todo sórdido. Tiene sus luces. Pero es ineludiblemente un mundo duro. La suerte
no acompaña a Connie, que por más astuto que es salta de problema en problema.
Al final la cosa es muy simple, pero la preocupación y el afecto es lo que
moviliza al protagonista.
Los Safdie son buenos para retratar seres humanos, tampoco
temen ser políticamente incorrectos e irónicos en el trayecto. El robo de
Connie y Nick se hace con máscaras de rostros afroamericanos. Da a pensar que
la corrupción y el crimen callejero no es potestad de un color de piel, que están
los white trash, quienes en el robo recurren
al estereotipo. Robert Pattinson es perfectamente creíble en su papel de chico
marginal y delincuencial, y no necesita exagerar, no necesita verse agresivo o
vulgar. Good Time es una propuesta que es dulce en el fango e impredecible,
ataca cuando menos te lo esperas.