Aunque suena improbable, difícil, de que alguien llegue a
sentir aprecio por quien ha matado a tu padre y no fue un padre que detestabas
o estuvo ausente en tu vida éste filme de Christopher Caldwell y Zeek Earl no
es un mal filme, es más bien interesante y entretenido. Es un sci-fi con su ciencia
propia, con su magia cinematográfica para mostrar el futuro. Una de las
curiosidades de la propuesta es extraer especies de gemas de dentro de unas
bolsas tipo estómago que yacen en medio de la naturaleza –en la tierra- como
vida fantástica y pueden destruirse las gemas si las extraes mal o mutilarte al
introducir por necesidad tu brazo.
Esto genera ambición y la codicia violencia y, desde luego, crimen.
Luchan entre todos por obtener éstas gemas, habiendo un padre y una hija buscándolas
por problemas de dinero para poder ir a donde quieren, que a esto le llaman
ciclos, a los viajes por el espacio, como gasolina. El tándem padre –hija desciende de emergencia en una luna y empiezan a buscar las gemas, en esta tierra de
nadie, a lo desierto americano de western. Ésta luna se ve como un bosque de
fantasía, con destellos del tipo de unas luces de colores cayendo en medio de
mucha vegetación. Tan simple como ello, y ahí está su luna, contexto y notable
y efectivo escenario.
Prospect (2018) es una película de aventuras, todo parte cuando dos
tipos asaltan al padre y a la hija protagonistas, a Damon (Jay Duplass) y a Cee
(Sophie Thatcher), y termina en ésta rara amistad de querer al enemigo, entre
Cee y Ezra (Pedro Pascal). El filme se mueve en formar el vínculo, con un Ezra justificándose
lo mejor que puede en lo que parece casi imposible, exhibiendo otros lados de
sí, de tipo abusivo y bruto a hombre de palabra y sensibilidad. Hay cierta química entre Pascal y Thatcher, a pesar de la diferencia de
edad, pero nada extraordinario ocurre a ese respecto que no sea un esbozo, estando
más pegados a la amistad.
Es un filme que entra rápido al meollo, en sólo quince
minutos prácticamente todo esta explicado y dentro de su cuota de original ciencia
ficción. Tiene un discurrir intenso, salta de aventura en aventura, en medio de
esa amistad que forman Cee y Ezra, donde anida la relación más potente del
filme, aunque criticable por una parte, pero rica al fin y al cabo para el uso
y trayecto de la propuesta. Lo mejor, lo más creativo, es la extracción de gemas representando
la fiebre de oro. Después hay mercenarios, asaltantes (outlaws) y sencillos buscadores
de oro como en un western, pero con la cara de la ciencia ficción. Es un sci-fi
de elementos sencillos, pero con su originalidad, con mucha aventura, intereses
crudos y raras lealtades en juego.