Que el cine de terror se haga en países inesperados se oye
algo estupendo. Ya sabemos de la cualidad del cine de terror para entretener y debajo
contener alguna revisión social o el estudio de un contexto trascedente de la
realidad, por lo cual no suena extremadamente peculiar que se hagan películas
del género en lugares como Irán o Turquía, porque tiene sentido, sin embargo resulta
(aun) atípico que se dediquen a este tipo de relajamiento cinematográfico. Películas
como Baskin (2015), del turco Can Evrenol; Shelley (2016), del iraní radicado
en Dinamarca Ali Abbasi; y la presente, del iraní Babak Anvari, son propuestas
imperfectas, con varios puntos a mejorar, pero tienen su propia valía
e interés, más allá de su nacionalidad.
Baskin y Shelley manejan atmósferas opresivas, tensas, misteriosas y lo hacen con estilo propio. Shelley es la ambiguedad del encierro en uno y el juego con la soledad y el desamparo, mientras trabaja con lo inesperado, lo bestial y el trastocar de las esencias a raíz de la maternidad. Baskin se da lúdica y oscura con el pasado, la memoria y el olvido, se mueve en los ciclos (con final sorpresivo incluido), la tortura y el miedo a lo oculto o guardado.
Baskin y Shelley manejan atmósferas opresivas, tensas, misteriosas y lo hacen con estilo propio. Shelley es la ambiguedad del encierro en uno y el juego con la soledad y el desamparo, mientras trabaja con lo inesperado, lo bestial y el trastocar de las esencias a raíz de la maternidad. Baskin se da lúdica y oscura con el pasado, la memoria y el olvido, se mueve en los ciclos (con final sorpresivo incluido), la tortura y el miedo a lo oculto o guardado.
Under the shadow (2016) se coloca dentro de un contexto histórico, el
de la guerra entre Iran e Irak en los 80s cuando Irak bombardeaba Teherán con
su fuerza aérea (llegamos a ver un enorme misil atorado en un techo, que le otorga al filme un aspecto curioso y extravagante que irrisorio), para lo que tenían
que ocultarse en sótanos adaptados especialmente. El filme nos cuenta la vida
de una pequeña familia iraní, centralmente en que una joven madre quiere volver a la
universidad pero la institución no la acepta de vuelta porque fue parte de un
movimiento revolucionario de izquierda. La joven madre se llama Shideh (Narges
Rashidi) y tiene la exigencia de ser una buena madre con su pequeña, Dorsa (Avin
Manshadi). Shideh es muy temperamental, brusca y buscapleitos con su marido y
algo tosca y descuidada con su hija.