Un apocalipsis de zombies en Lima en clave de comedia tiene
su curiosidad y originalidad en la historia del cine nacional, aunque a la hora
de visionarla no haya mucha originalidad con lo que vemos en realidad. No
obstante el filme no es de mala calidad, tiene efectos especiales competentes,
no impresionantes, pero si eficientes al menos. Además es una comedia que funciona,
da risa por momentos, aunque también hay momentos obvios, planos, simplones,
mucho lugar común en sus bromas y en lo que cuenta su narrativa, como el enamoramiento
entre el hijo de una empleada del hogar, Felipe (Emilram Cossio), y la hija de
una familia adinerada limeña, Claudia (Anahí de Cárdenas). Felipe muere por ésta
niña pituca que interpreta por millonésima vez Anahí de Cárdenas y le queda
como anillo al dedo aunque con una actuación propia de televisión. Felipe sueña
con estar con Claudia, que a pesar de su diferencias sociales fueron muy amigos
de niños y comparten cierta complicidad, que se plantea tipo Chavo del ocho con
un tira y afloja romántico, sin beso de por medio, apenas una recostadita en un
hombro, con final melancólico por un lado y rapero y burlón pajero por otro. Junto a
ellos en las correrías y escapes de los zombies están 2 tipos “curiosos”, un guachimán
híper marcial (Cesar Ritter), y un borracho salsero (Miguel Iza); tanto Iza
como Ritter son buenos actores y ofrecen varias risas, y hasta Iza lo conjuga con buenos lugares dramáticos haciendo muy bien de borracho, atrayendo lo popular en especial, sobre todo con la música (la salsa), pero sin exagerar, sin jalar a todo el barrio encima, como suele
hacer la mayoría cuando piensan en hacer algo peruano. La energía de Ritter en
su papel también es de destacar. Éste filme sabe usar y mezclar muy bien lo
popular con lo pituco, y no cae tampoco en el golpe bajo, ni en el criollismo
vulgar y feo. Emilram Cossio tiene carisma, aunque simple, y Anahí de Cárdenas
es una buena compañera de mataperradas e ilusiones amorosas. La música
mayormente es en inglés y cada canción que acompaña tiene sentido con lo que
vemos, aunque suena un poco incongruente con el cine latino, hubiera sido más
audaz aunque más difícil hacer algo notable ponerle música en el mismo idioma. Aj Zombies, perteneciente a Daniel Martín Rodríguez, parece q no tuviera rumbo, es
más un par de chistes lights pasables o decentes que otra cosa; no será plus
ultra, pero películas como éstas deben hacerse.