jueves, 19 de octubre de 2023
Usted puede ser un asesino
Usted puede ser un asesino (1961), del director español José María Forqué es un buen filme, una buena comedia, muy bien hecha, tiene buena factura en toda esencia de un cine clásico, cuidado, inteligente, pero peca de muy convencional y tiene momentos buenos, pero le falta más curiosidad, más originalidad, peca de muy correcto simplemente, pero uno lo disfruta, porque a pesar de todo es muy superior a lo que usualmente se hace hoy en día en la comedia, ya que tiene la esencia del cine clásico, de un cine top, aun cuando no arriesga a ser muy creativo, sin por ello exigirle extravagancia o efectismo, habitual hoy en día. Una pareja de amigos ante el viaje de vacaciones de sus esposas deciden como ellos mismos dicen, tirarse una canita al aire, traer/invitar dos chicas jóvenes guapas para matar, disfrutar, del momento. Pero de pronto aparece un extorsionador y termina éste sujeto despreciable muerto. Entonces el calculador Simón (Alberto Closas) decide deshacerse del cuerpo, aun cuando todo apunta a ser un accidente, cosa que luego cambiará para agregar más audacia, que se plantea dentro del noir. El mejor amigo de Simon es Enrique (José Luis López Vásquez) quien se deja arrastrar siempre por su amigo. López Vásquez hace caras graciosas, tiene gestos naturales muy simpáticos y empáticos con el humor; hacen de un buen dúo con el serio Simon. De cierta manera hacen de la pareja clásica del humor, el tipo "inteligente" y medio abusón y el sidekick pasivo y algo tonto. Sus esposas las interpretan dos actrices famosas españolas (curiosamente está ubicada la película en Francia, pero no hace mucha diferencia). Margarita (Amparo Soler Leal) es medio pícara, irónica y astuta, mientras Briggitte (Julia Gutiérrez Caba) es del tipo enojona y vengativa. En un momento Margarita se luce bastante, cuando trata de idiota al inspector de policía con historias falsas. El filme se mueve en base a que los amigos quieren salir -que no los identifiquen- de ser culpados de asesinos, en parte autoculpándose para ellos mismos y tratando de salvar el pellejo a toda costa, pero luego el filme se torna uno criminal, de investigación, y hasta tiene una escena con maniquíes que se pone seria a lo noir que trata de impresionarte, dentro de una comedia que se respeta bastante, como lo haría con las artes marciales Bruce Lee en Enter the dragon (1973), muchos bajo la inspiradora The lady from Shanghai (1947). Ésta última escena de María Forqué, quien está adaptando a su compatriota Alfonso Paso, a su dramaturgia de título homónimo de 1958, es notable, inclusive maneja cierto toque psicológico. En la parte de deshacerse del cadáver -aunque solo es un rato, poco tiempo, aunque hay hasta de Hitchcock- hace pensar que pudo haber inspirado a otros como al guionista americano Robert Klane y la bastante divertida Weekend at Bernie´s (1989) que dirigió Ted Kotcheff.