lunes, 15 de enero de 2024
Killers of the Flower Moon
Killers of the flower moon (2023), de Martin Scorsese adapta el libro de no ficción de título homónimo con subtitulo Los crímenes en Osage y el nacimiento del FBI, del periodista americano de investigación David Grann, sobre como blancos en Oklahoma mataban a los de la tribu Osage que estaban principalmente establecidos en éste estado de EEUU y quienes se habían hecho millonarios con el descubrimiento en sus tierras de petróleo, pero que necesitaban de tutores blancos por la ley y muchas mujeres indias se casaron con blancos. Pero en el filme de Scorsese que se basa todo en hechos reales vemos como los blancos hacen planes para quedarse con las tierras y los bienes y las herencias, matando directamente a los de la tribu Osage, o envenenando lentamente a las mujeres. El personaje que hace Leonardo DiCaprio, Ernest Burkhart, es en buena parte un ignorante, pero ambicioso y a esa vera totalmente manipulable e inescrupuloso, dependiendo de las ideas de su tío, William Hale (Robert De Niro), que era un terrateniente rico pero quería más dinero y tenía muchos planes para que sus sobrinos lo consiguieran de las herencias y bienes de las indias. William Hale era a la vista de todos como un especie de amigo de las tribus o un consejero muy bien relacionado, pero detrás era en realidad todo un criminal pensando en contratar vaqueros delincuentes para matar indios para obtener riqueza, o tenía amigos doctores que eran capaces de envenenar hasta su propia madre por dinero, aunque también denota cierto racismo, minusvalorar a las tribus. Burkhart se casa por consejo del tío con una india Osage, Mollie (Lily Gladstone), y dice amarla, pero le interesa más hacerse rico y no duda en querer matar a quien sea por conseguirlo. Mollie sabe como son los blancos, sin embargo se casa con Burkhart que a leguas no se ve muy decente. DiCaprio con la mandíbula salida a lo Marlon Brando de El Padrino hace de un ex veterano de la primera guerra mundial que en realidad era cocinero de las tropas que viene sin nada en busca de futuro donde su tío que le da siempre las pautas a seguir, bajo un notorio cinismo, como quien habla con alguien más lento, y éste cinismo a ratos hace ver el filme de Scorsese como una comedia de humor negro, con el constante resalte de la sugerencia escondida en la palabra "inocente". Burkhart como es de cierto aspecto estúpido parece no estar del todo consciente quien es, que clase de persona es, o qué está haciendo. Hay un planteamiento claro para el espectador de que es una persona terrible, pero como éste hombre es lento hay cierta ligera ambigüedad en su personalidad -como quien parece dudar, desorientarse o reflexionar por momentos como con la explosión homicida, pero también luce como quien se queda al poco rato en el vacío, en el limbo mental- que hace que una Mollie, tampoco muy despierta, no lo bote, sin poder alejarse del notorio peligro que él representa para incluso su propia vida. William Hale no duda en matar ningún supuesto amigo perteneciente a la tribu Osage (la que conoce de toda la vida), como en detalle con el indio melancólico suicida. DeNiro hace un memorable papel de un ser flagrantemente despreciable, pero sofisticado y culto dentro del mundo del western -de lo salvaje- con cuota noir -de oscuridad criminal-, mientras DiCaprio se enmienda de haber hecho de un personaje tan débil, pero sobredimensionado, plano, en Gangs of New York (2002), logrando ser ahora un gran personaje con varias dimensiones aunque con el eje de la perversidad. DiCaprio logra estar a la altura de los grandes personajes del cine, de los grandes malvados lacayos. Es una película que se puede definir dentro del cinismo, del blanco matando al indio, para quedarse con sus bienes y es especifico lo que se denuncia, como cierta indiferencia general hacia lo que sucedía con ellos. Todo lo expuesto de los crímenes de la tribu Osage es en la década de los 20s y se ve que Mollie recurre al presidente del país, a Calvin Coolidge, y éste muestra ética y manda al naciente FBI -con unos 12 años de existencia- a investigar con un tipo real, el agente del FBI Thomas White (Jesse Plemons) que sí piensa en ir hasta las últimas consecuencias con su deber. Mollie hace de una damisela en peligro en pos de que la rescaten, pero es su accionar -su activismo- el que le proporciona lo que necesita, incluso salvándola de ella misma. Mollie la mayor parte del tiempo para en cama, lo suyo es realmente deprimente, pero Scorsese se centra en las acciones perversas, en los malos hombres, le da forma a cada criminal contratado, le pone folclore, le pone personalidad y lo hace produciendo entretenimiento con pensamiento social. Todo lleva una construcción plena, un desarrollo sólido, pero con ritmo (puesto además que la película que adapta Scorsese con el célebre guionista Eric Roth dura como 3 horas y media y exige novedad, flotando con éxito, dentro de un cinismo recurrente), para que cada muerte sea significativa y se vea el mecanismo del saqueo, de la apropiación, de un grupo criminal liderado por William Hale.