sábado, 17 de junio de 2023

La bruja

La bruja (1954) del mexicano Chano Urueta se puede decir que pertenece al cine de oro mexicano (donde Urueta fue realmente inicialmente parte con un cine más clásico), pero es también una película de terror de cine B mexicano, pero el pináculo máximo o su obra cumbre dentro de la prolífica obra en el cine de género de éste tipo y el exploitation en que Urueta se enfrascaría hasta los 70s. Urueta se presenta como parte de la transición de un mundo a otro. Éste filme tiene de interesante -más allá de su vocación de entretenimiento primario- aunque no pretende demasiado, en la parte en que la apariencia física pasa de ser totalmente horrible, sin concesiones telenoveleras pero dentro de los efectos y el maquillaje del cine de segundo grado -que está bien-, a la mujer seductora y muy apetecible físicamente, interpretada por Lilia del Valle, actriz que tiene un parecido físico con María Félix. Lilia primero es una mujer horrenda, ignorante y muy pobre que vive como esclava en la recreación mexicana del circo de Freaks (1932) liderado por una versión mexicana de un especie de Orson Welles a medio camino de vida, llamado Paulesco (Luis Aceves Castañeda). Lilia físicamente luce inicialmente como una bruja y aun dentro de un submundo de deformidad y miseria es tratada bruscamente por todos. Un día unos empresarios generan que la hija joven de un científico muera y éste jura vengarse. Éste médico-científico, el Dr. Boerner (Julio Villareal, actor reconocido, en su última etapa) siempre ayuda a la gente humilde y recibe mucho aprecio del mundo que representa Paulesco quien le regala a la bruja. Éste doctor-científico -que tiene de mad doctor- la convierte en una mujer irresistible. Como la obra teatral Pigmalión el doctor la instruye y la reviste de la apariencia de la fortuna. No le pidan mucho al filme, todo es rápido y no da muchas explicaciones, Urueta y el coguionista Alfredo Salazar se ahorran bastante, pero la bruja es ahora la figura de Lilia del Valle como quien representa en su presencia justamente el cine clásico o el cine de oro mexicano. Ella antes ha jurado lealtad y tiene el deber de matar a 3 hombres, a 3 empresarios, solo que uno de ellos es el inocente galán que hace Ramón Gay. La historia de la bruja también es la historia de Cenicienta, o del Jorobado de Notre Dame cumpliendo fantásticamente sus sueños de amor. En un momento el príncipe azul verá tal cual la apariencia de la bruja, de su amada, y su respuesta se ve decente, aunque ya está todo consumado, en todo sentido. Es un filme que tiene material para ser interesante de verdad, pero no aspira a mucho, y cumple en lo muy justito simplemente. Incluso cómo va cumpliéndose con la meta del Dr. no está mal, pero le falta un poco más de originalidad, porque tiene como para hacer algo valioso, y en ello hay que darle mérito a la idea general por la que se mueve la película, sobre la bruja putrefacta sentimental convertida en un suntuoso objeto de seducción agradecida con la vida donde da todo por el amor. No obstante es también aunque no lo vemos directamente, una asesina, aunque de personajes inescrupulosos que han matado a una joven libre de pecado y llena de sueños. También influye la desmedida ambición y aprovecharse de otros en esos empresarios con los que trata el Dr. que se justifica arguyéndose un cambio de liderazgo donde el príncipe azul es en mucho nulo. Las escenas con el desborde de entusiasmo del pueblo y el submundo con los duelos de cuchillos parecen como parte de otra película, pero éste es cine B, donde por lo general se aguanta mucha libertad. Da la impresión que se quiere dar una dimensión social, pero es poco trascendental, más parece que tratamos con gitanos. Así mismo el juicio popular parece una copia de la Inquisición. Aunque hay mejores ideas complementarias, o mejores resoluciones, tiene más que suficiente encanto para atribuirle el lugar de película de culto.