El documental de la argentina Agustina Comedi remite a su
padre, Jaime, a quien ella le rinde homenaje, hablando de su homosexualidad.
Jaime de un momento a otro decidió casarse y tener un hijo, era su sueño tener
un hijo. Estuvo con un hombre 11 años poco antes, Néstor, quien fue su mejor
amigo en su nueva vida. Comedi entrevista a gente cercana a su padre, tratando su
verdadera orientación sexual.
El filme desentraña su pasado y resalta que debió ser libre,
porque eso es maravilloso expresa, como lo señala el hijo pequeño de la
directora al final del filme cuando se le pregunta indirectamente por algunos
significados. Comedi no tiene pena ni molestia en revelar el sacrificio que
hizo su padre para encajar en la sociedad y en la imagen paterna de ella, hija
que confiesa ser bisexual, lo que ayuda también a entender el hacer éste documental.
El dolor queda ajeno, en su madre, más que seguramente, aunque el filme dice
que Jaime le decía una y otra vez que volvería a casarse con ella, y le llevaba
siempre flores.
Pero el pasado era la esencia de éste hombre, a quien su
hija ya grande, porque se fue temprano, murió cuando aún era una adolescente,
cuando ella tenía 12 años, comprende, le conmueve, porque su homosexualidad
estuvo desde siempre, y no era una pequeña parte que manejar como le refirió un
examen psicológico. Todos los entrevistados hablan de la homosexualidad de Jaime,
esto es muy sólido, hay hasta antiguas parejas, como un travesti. Lo que más le
mueve al filme es que no pudo vivir a plenitud su tendencia sexual, por la
sociedad argentina tan represiva que vivió, de la que hablan muchos en la
propuesta.
La única persona que se abstiene de hablar es la madre de la
directora, Monona, pero la vemos en las imágenes y se habla de ella, se dice
que hasta hoy carga consigo una foto de su marido. Se casó con él sin saber de
su homosexualidad, recién cuando su hija tenía 4 años supo que su marido era
gay, pero como vemos siguió con él. No se dice como lo resolvieron, hay muchas
cosas que quedan sin explicarse del todo, una de ellas es la razón del cambio
de Jaime, no está tan claro, aunque hay indicios, presión social, querer tener
un hijo, una ruptura amorosa, la propia familia dándole consejos y preocupándose
por el Sida.
Si Jaime tuvo o no sus escapadas casado tampoco se dice, se
habla de un cambio y una parte que dejó atrás tras nacer su hija. No obstante
se topaban con él antiguos amigos gays, aunque Néstor, su vínculo más fuerte
con su pasado decía verlo muy poco o nada. Jaime filmaba todo, pero no salía en
las imágenes, y es como decir que daba paso a su nueva vida y él se borraba o
quedaba en segundo plano. En el documental hay mucha presencia de Agustina, de Disney
en especial, y esa simbolización de vida familiar feliz.
Pero el filme quiere rescatar y enaltecer la libertad, el
ser uno mismo, aun cuando por lo que se sacrificó es por quien habla -la directora- y su realidad, que nazca, tener un hijo, una esposa, una vida heterosexual, una vida
familiar tradicional. Pero el amor de hija es inconmensurable, sumada la propia
identificación homosexual, y es decirlo, comprenderlo, superarlo quizá también
y al mismo tiempo que no se repita en otros, y que todos vivan su sexualidad,
libres, felices, aceptados por la sociedad. Lo importante es Jaime, el amor
hacia el padre.
Lo que vemos son los videos caseros del padre y entrevistas,
en mal estado la mayoría por el soporte y por el tiempo. La cordobesa Agustina
Comedi indaga con naturalidad entre amigos, familiares, antiguas parejas y
compañeros de ideología, la socialista que Jaime usó – donde muchos negaban la
homosexualidad y se lo hacían más difícil- para apoyar a los gays. El filme
trabaja con una enorme cantidad de videos caseros, hasta presenciamos bailes de
travestis, pero sobre todo a la hija pequeña, dominando por completo la
existencia de Jaime. La madre queda relegada en éste culto al padre, pasa a un
plano de devoción por sobre todo. Jaime es el protagonista que no aparece, o aparece muy poco, pero que es más que uno, representa a muchos, y esa es la
complicidad que fomenta el filme, su empatía, la sensibilidad.