miércoles, 29 de diciembre de 2021

Don't Look Up y Silent Night

Son 2 películas apocalípticas, Don´t look up, del americano Adam Mckay, y Silent Night, de la británica Camille Griffin. Silent Night (2021) recién éste último fin de semana navideño estuvo estrenada comercialmente en España y fue recibida por el público español con cierto entusiasmo. Don´t look up (2021) se estrenó igualmente en ésta semana navideña, pero en netflix y a puertas de año nuevo lidera el ranking de las películas internacionalmente más vistas en ésta popular plataforma. 

Silent Night es una propuesta pequeña, no maravillosa, pero decente. En ella un grupo de amigos de infancia se reúnen familiarmente por navidad y empiezan las típicas peleas y sorpresas de toda cena de éstas fechas. Silent Night es una comedia de humor negro pero también una comedia de terror. El elemento de miedo del filme es que afuera de la casa un extraño gas está matando a la humanidad y el gobierno británico ha entregado pastillas para que la gente no sufra, y se suicide. Toda la cena no es nada del otro mundo, es lo que se suele ver, aunque con humor británico, y esencia europea, como con la mujer que pelea por el amigo enfrente del marido, en un tono no tan vulgar pero de subtexto liberal sexual. Los presentes en la cena son todos antipáticos, por más idealistas que se pongan, cunde no lo chusco, pero sí el engreimiento. El filme tiene un mensaje sencillo, pero bueno, sobre el sufrimiento, representando en un niño idealista, que entiende que el sufrimiento no lo puede detener y que hay que enfrentarlo, la muerte no es una opción para él, aun no habiendo futuro. El niño quiere luchar. El resto que representan al mundo son escapistas, no quieren sufrir, buscan la evasión. Éste niño la tiene difícil porque aun es pequeño y depende de sus padres. No obstante aun así intentará triunfar en su pensamiento poco popular. Todo el filme está plagado de idealismo, no todo es interesante, hay cliché, mientras el gobierno es prácticamente una nada para los presentes, seguramente hay una crítica al gobierno británico en su quehacer político de los últimos tiempos, pero lo más valioso es la individualidad de éste jovencito proponiendo pelear y no claudicar, incluso frente a lo que luce irremediable. Léase una lectura que se puede plegar a todo señalamiento del sufrimiento, tan común a la humanidad. 


Don´t look up como base le dice a casi a todo el mundo estúpido, porque no quieren ver, solucionar, razonar, luchar un cometa que va a acabar con el mundo en tan solo 6 meses. Éste filme es una sátira y una película muy frontal, no deja nada a medias, es todo y sin límites, esto le juega en contra, no sólo porque insulta a todo el mundo desde un pedestal -en realidad ecologista, sobre el cambio climático- sino que se extraña mayor intelecto para exponer y pensar algún tema, sobre todo importante. Subestima a la gente, lo dice todo por eso como para bruto y encima menospreciando literalmente, abundan las bromas directas sobre lo estúpida que es mucha gente. Se escuda en que está diciendo la verdad, entonces es correcto y elogiable lo que hace. Lo gracioso es que nadie se siente identificado con la estupidez, en realidad todos creen que son esa minoría que en un momento el hijo de la presidenta salida de la era Trump señala sin dar muchas pistas, como para que los más "astutos" se rían sin verse en el espejo. El filme se ríe de las redes sociales y un gran público con éste, cuando más bien deberían agradecer la oportunidad maravillosa de poder expresarse, aun cuando efectivamente hay de todo y hay que escoger la paja del trigo. Lo virtual efectivamente imita la vida. El filme también ríe bastante de la clase política, de la americana, una curiosidad, cuando siempre han solido salvar al mundo, pero son los residuos de haber vivido la era Trump y alinearse con el resto del mundo. Es verdad que las clases políticas se prestan para la sátira, pero tampoco esto apunta a producir soluciones. El filme es básico en su pedido, en un momento la ambición de mucho dinero destruye una salida fácil. En sí es un filme que puede estar pecando de simplista, igual de facilón como a quienes señala de brutos. El filme es atractivo, porque hay grandes actores, muy populares y talentosos. No lo hacen mal, desde luego, y hay líneas narrativas que no son necesariamente malas, hay alguna comedia franca rescatable, lo de la amante conductora de tv es dar en el clavo. Pero la superioridad, el menosprecio continuo, la historia como para bestias hacen que uno no se ría mucho o nada. McKay se la juega toda es cierto, es osado, tiene personalidad, pero eso tampoco necesariamente significa grandeza. La verdad que quiere movilizar el pensamiento debe tener su tino, debe tener su educación, debe tener cierto respeto. En un momento dicen que expliquen sin matemáticas; más claro, imposible, pero ya se siente todo alardeando (vacío). Si bien no es que uno alabe la filosofía mas oscura (y por lo general torpe en comunicación), pero tampoco el otro extremo. El filme se la pasa renegando de los estúpidos, que incluye cosas valiosas como las redes sociales, aun cuando es verdad la libertad requiere de responsabilidad y madurez y cantidad de gente no la tiene ni la valora. Justo ahí es otro punto, hay que valorar, agradecer, ser un poco humilde, y eso va para todos, hasta para genios y gente muy popular. Hacer algo contra el cambio climático es urgente, pero requiere otro tipo de "arreo", no tan vulgar, porque el trato es chusco, es como imitar el mismo método del que se quiere reír. No es necesario decir estúpido para explicar algo, tampoco la literalidad. Hay mejores formas. Hay chistes que no son graciosos. También, aunque un final más breve y más humilde, mejor final el de Melancholia (2011). 

domingo, 26 de diciembre de 2021

The Matrix Resurrections


Matrix Resurrections (2021), de Lana Wachowski, es la 4ta de Matrix tras 18 años de las 2 últimas, es sin duda un suceso, y ésta película no está gustando, no ha gustado, pero se nota que será una película de culto a la larga. Ésta no es una película perfecta, pero es más que decente, es una buena secuela. En ella te explican todo lo anterior, se alimenta mucho de su pasado, de su propio pasado, de las tres obras anteriores, pero luego agrega algunas nuevas ideas al concepto ya cimentado de Matrix. No es un aporte grande, pero suficiente como para entender su existencia como película, cosa que se discute en el filme, cuando Neo (el gran Keanu Reeves) se ha vuelto famoso y rico creando un videojuego que es la trilogía de Matrix. Como pertenecen a un estudio o productora de videojuegos analizan en metacine varias cosas con respecto a hacer una película. Debaten la razón de hacer una cuarta propuesta, ironizan mucho, rajan del hambre de dinero y superficialidad del cine más popular. Discuten que el cine es grande y Matrix dentro porque se hace uso de trascendencia, de filosofía, de sustancia y no solo de acción y espectáculo, lo cual ciertamente es discutible, el cine para entretener puro y duro también es noble y valioso, muchas veces necesitas de esa acción sin más, como de esas películas de terror sangrientas, y esa desconexión y super relajo. Pero obviamente el cine e incluimos el más popular, made in Hollywood, también requiere de la magia de la trascendencia, del cine popular con autoría, de riesgo y originalidad. El séptimo arte es un conjunto de muchas partes, buenas desde su lugar, es el canto de la diversidad, del eclecticismo cinéfilo. El filme juega un rato a la ironía, al metacine, a que Matrix es una película, videojuego o programa, es lo mismo, y su razón de ser, su valía. En otro momento se dice que el ser humano es muy loco, muy imaginativo y tiene hambre de ficción, tal cual la vida, la simulación, le aburre. El nuevo tema es hacer de la Matrix un mundo mejor para todos, Matrix 4 habla de convivencia, entre Anderson (lo real, Reeves) y Smith (lo virtual, ahora Jonathan Groff), volviendo al cauce clásico, a controlar la cabeza mecánica o el programa del mundo virtual, representado en el analista (Neil Patrick Harris), el que piensa, y ha aprendido a valorar a Neo, quien -ya más viejo y un hombre un poco cansado, aunque aun sabe kung fu, como él mismo dice- solo quiere rescatar a Trinity (Carrie Anne Moss), algo "pedestre" pero indiscutiblemente necesario como el amor. Neo es una leyenda, y puede que el nombre en la nueva Matrix se base sobre todo en su fama. No obstante Keanu Reeves actúa con semejante entrega, compromiso y nobleza que su personaje sin duda está en lo alto de cualquier cinefilia. Lo demás, la acción es para pasar el rato, aunque lo de los suicidios usando cuerpos como proyectiles tiene su novedad y gracia. Hay nuevos nombres que pueden no ser tan geniales, igual las anteriores Matrix también tenían un poco el mismo defecto, algo de sentir de relleno, pero finalmente cumplen su pequeña función. El nuevo Morpheus, su reconexión, conceptualización y renacimiento, y desvinculación del rostro de Laurence Fishburne, así como de Hugo Weaving (que igual son míticos), también tiene de notable, así como esa figura a través de la desintegración y aparición de átomos. Groff en particular está muy bien en su papel, maneja virtuoso la ironía y cierta vanidad -marcas de la casa, de Smith-. El resto del equipo no será en realidad tremendo aporte, pero hay un sentido, serán superficiales pero igual todo grano de arena contará al final. Las máquinas del mundo real también manejan su atractivo, aunque lo importante en realidad esté en el mundo fantástico de lo virtual, es decir el mundo como lo conocemos. Nota aparte es la pelea entre el nuevo Morpheus y Neo que está muy buena, con su toque a lo Dragon Ball y medio kung fu de los 70s, retro, con un Reeves que como todos manifiestan envejece bien (incluso hay una broma de ello).  

Drive my car


Ésta película se basa en un cuento de Haruki Murakami. Dirige el nipón Ryusuke Hamaguchi, director que ha sido la sensación del año 2021 para la cinefilia internacional, en especial para la cinefilia hardcore. Estuvo compitiendo en el festival de Cannes por la palma de oro 2021 y ganó mejor guion en el evento. Hamaguchi junto con Wheel of fortune and fantasy (2021) ha llegado al top máximo y se vislumbra que clasificará al Oscar 2022. Ésta película nos muestra a un director de teatro y reputado actor teatral, Yusuke (Hidetoshi Nishijima), y su gran amor por su mujer, Oto, pero que esconde algo sórdido, ella es promiscua y lo engaña continuamente, hasta tiene sexo en su propia casa, y él sabe. Esto es tratado de diversas formas, una de ellas es la principal, pasivamente, pero en la historia del sueño se dice claramente que ella en realidad esperaba una reacción, pero Yusuke por miedo a perderla nunca la enfrentó y se siente culpable por ello, siente que eso es parte del devenir de Oto. Oto tiene una cierta justificante, si bien la corrupción no se justifica nunca, no debe justificarse. En ésta película se mezcla la realidad y cotidianidad de los personajes con el teatro, con la obra en particular de El tío Vanya, de Antón Chejóv, y sucede que fuera de la ficción dentro de la ficción se repite la obra de Chejóv y se comunicaran entre sí, como intentado dar respuestas a la obra teatral, auscultando intelectualmente la temática de las ausencias o carencias y la sordidez empujada a esa vera o quizá ésta acaece medio accidentalmente, de manera inconsciente. Yusuke participa de la puesta de Chejóv y es asignado con un chofer, una muchacha llamada Misaki (Toko Miura), aquí surge otra línea narrativa que en buena parte es similar a lo que ha vivido y vive el patrón Yusuke. Lo de Misaki también guarda secretos muy íntimos y anida la culpa; se dicen que pudieron salvar a esa persona amada y conflictiva, la persona de sus vidas. Murakami suele utilizar el sexo con atrevimiento, con modernidad, y plasma una mirada occidental -incluyendo lo intelectual- donde se apuesta por cierta originalidad. De esto nace otra vertiente de análisis o de respuesta, la normalización de los sucesos, señalar una ordinariez de los hechos claves, de lo que hace Oto, donde se expresa no hay mayores explicaciones, donde todo dan a entender es secundario, y se ve con tranquilidad lo que en realidad no es así o no suele verse así. Yusuke se apoya en Misaki y entablan una amistad de duelo, de llevar una misión trunca, de completar el vacío y lo que dejaron de hacer, aquellas conversaciones difíciles, complejas, y que más que seguro incluían terapia. Notemos que la madre de Misaki incluso es media Norman Bates, un ataque y alarde de creatividad de Murakami. Entre Yusuke y Misaki hay una relación sofisticada, no implica sexo de ninguna forma, ni tampoco amor, su amistad es muy clásica nipona, analítica y mística a partes, muy educada y con distancia -no hay que olvidar que existe una relación laboral y una pirámide-, pero se hablan de manera autentica y sincera, conocen y piensan los más oscuros secretos mutuos, si bien el mal no proviene de ellos en realidad, ya que lo suyo fue cobardía y debilidad, y pasividad, dejar que las cosas pasen y les pasen por encima -aunque Misaki si se llegó a agotar-, no perversidad, aun cuando ahora son gente fuerte, seria, de carácter, pero aun nobles. Hay otra línea narrativa del filme también importante y de interrelación jugosa, con un muchacho y amante de Oto, Koji, que de lo existencial llega a la autodestrucción, el que va revelando secretos que van cambiando como él se ve frente a la historia y otros. Lo de la esposa muda sí luce intrascendente, se manifiesta ripio, aunque pinta de sensible y supuestamente profundo y hasta quiere ser curioso y en realidad no lo es. No obstante le agrega matices al conjunto, atempera lo sexual en la obra de Murakami. Hamaguchi es joven, tiene sólo 43 años, y se nota muy talentoso. Su debut en el cine fue un trabajo universitario, hizo una adaptación de Solaris (2007); por encima del resultado que fuera denota su ambición, ese gen de querer hacer algo distintivo e inmortal, actualmente más propio del ingenio que del presupuesto y es un éxito. 

jueves, 23 de diciembre de 2021

The hand of God


Al mirar ésta película salta una virtud que celebrar y algo que recriminar. La virtud es que el famoso director italiano Paolo Sorrentino es un creador nato, encargado así mismo del guion, cosa que es muy importante. Lo que hace en la presente película es por una parte fantástico, algo que requiere de un trabajo colosal, mucho dinero y un gran equipo de gente complementada al milímetro, todo al servicio de su visión personal, esto está claro como el agua, contándonos sobre él y lo que piensa realmente. Es concebir lo que hace la literatura, desde otra arte. No obstante es una construcción mucho más lejana del alcance de cualquier mortal. Realizar una película, y que sea buena encima, es algo grande. Lo recriminable es que aunque no es un filme industrial, sin alma, robótico o insípido, sí se percibe un tipo de método en su quehacer cinematográfico -más allá del obvio tecnicismo-, la autoconsciencia por momentos de estar haciendo algo para sacar una complicidad fácil, dando algo medio similar de mecánico, algo visto de lejos efectista, pero como camuflado en pseudo autenticidad. Esto se percibe a medias, entre propio, personal, y gancho vacío, dependiendo el lapso. Así se manifiestan algunos momentos logrados y otros deficientes, en un filme irregular, aunque no malo; a ratos luce simplón, a otros se da glorioso. Quizá de verdad, porque Sorrentino es libre como dicen sus personajes, también osado como pocos -y es cierto que maneja algo de incorreción política- y con base real como señalan otros, aunque suene a comercial barato de motivación y personalidad, desde un maestro notorio, algo cliché, un cineasta rebelde y outsider. Eso sí esos clavados que se mandan de la nada son hermosos. Magistral la escena con una seguidilla de hombres lanzándose al agua, en orden, con el fondo de una ciudad digno de premio de fotografía. Sorrentino nos habla de Nápoles; cómo con los mejores hijos nos hace amar su ciudad origen. Es una historia de crecimiento, con una gran tragedia a cuestas, es un filme donde se ama a la familia, un éxito en ese sentido. Es un filme también donde se adora a las mujeres, nuevamente un éxito y doble celebración. Todas las escenas de la tía Patrizia (una hermosa Luisa Ranieri) son obra maestra pura, absolutamente todas sus escenas son perfectas. Daba hasta para hacerle una película a ella sola, que como dice otra voz de la película, no es solo sexo, también drama para que todo brille. La apertura con las transparencia de sus sugerentes tetas es oro en estado puro, por "pedestre" que suene. Ésta propuesta consta de varias aventuras, de sucesos pintorescos, cargados de un espectáculo muy personal, se siente la presencia de Sorrentino, y es llamativo, pero no lo más llamativo; medio que se le otorga un giro o remate curioso a cada aventurilla; Sorrentino quiere poner su sello y lo consigue, sin duda, como cuando una bella y alta mujer del tipo de las modelos acompaña a un millonario y en la -casi- soledad y el silencio de su sensual e impactante caminar en la noche abandonada suelta un insulto de rechazo al protagonista, al joven Fabietto (Filippo Scotti), chico inocente, sensible y educado, que madurará con cada episodio, sobre todo con el drama capital que vivirá y llegará a escenificar intensamente. Sin embargo hay algunos momentos que huelen a fábrica rancia de autor, como con la escena sexual con la vieja. El filme en conjunto es como si estuviéramos dentro de una Big Fish (2003) a la italiana, trabajado en el realismo y la sexualidad. Es curioso que se mencione al mítico Fellini, del que todos dicen Sorrentino se inspira, pero no evita la incorreción hacia éste, poniendo en pantalla a un Fellini breve pero poco simpático. Plasma inspirarse a través de alguien más local, aunque finalmente todo apunta a la gran ciudad, a Roma, por más manoseo previo romántico. Maradona está presente como héroe en Nápoles y familiar, incluso milagro personal de por medio, se siente un pequeño homenaje, está bien tratado, sin exagerar, sin verlo por todas partes.

martes, 21 de diciembre de 2021

The Innocents


En Dreamcatcher (2003), de Lawrence Kasdan, la peor película que he visto en una sala de cine, un hombre con discapacidad se convierte en el héroe de la historia. Pero donde en la de Kasdan era algo apurado, como salido de la nada, con poca solidez, ridículo y en parte insulto al espectador aquí en la propuesta del noruego Eskil Vogt es un elogio a la inteligencia. Eskil vuelve a tener una persona con retardo como héroe, pero aquí el personaje va creciendo gradualmente, va ganándose poco a poco al público y a su entorno, llega a generar empatía y a construirse en una lograda resolución y notable evento sobrenatural de desenlace cocinado a fuego lento y en la sutilidad de efectos mínimos en un parque de juegos. Ésta chica con retardo no dejará de serlo, la figura seguirá ahí, sin que pierda realidad, la dureza de cierta imagen, pero mostrará que puede ganarse el amor de su hermana menor, inicialmente cruel, salvaje con ella. Todo irá de la mano de otra pequeña -morenita de bello y curioso rostro despigmentado- que la valorará, la comprenderá y le enseñará a su hermana menor a cumplir con su responsabilidad, y amar y respetar al prójimo y al desvalido, al que yace en desventaja, desde lo práctico, desde la propia experiencia, poniéndose en el lugar ajeno, desde el reflejo, del gemelo de su perversidad inicial. Es ahí donde el filme muestra a un niño malvado, hecho así por la violencia familiar, por la falta de paciencia y bondad de su madre. Éste niño yacerá lleno de ira, de resentimiento y buscará satisfacción en la venganza, sin por ello recurrir a la exageración gestual, sino más bien a la naturalidad expresiva, aunque con algún cliché de trance de por medio. Entonces entra a tallar lo excepcional, lo sobrenatural, el terror, éste niño tiene poderes, puede hipnotizar y manipular a su gusto a la gente, puede mover cosas, quebrar cosas con la mente. Cómo él se encarga del disparador de su personalidad y el origen de su odio, en la cocina, es una cachetada a la consciencia. Habrá una brutal elipsis con éste cuerpo. Es un filme sólido, con una muy buena historia entre manos, que maneja muy bien el terror clásico, argumentando. Muchas veces lo raro no es lo mejor, como pasa con ésta película, que a los niños los viste con el mundo adulto, sin generar incongruencia, los niños pueden tener maldad nos dice. Vogt no es un desconocido, es habitual guionista de las películas de su compatriota Joachim Trier. Ésta es una película sencilla, clara, pero muy bien ejecutada.

Las mejores películas del 2021


No tienen orden alguno entre sí.

  1. The disciple (Chaitanya Tamhane)
  2. The white tiger (Ramin Bahrani)
  3. A Sun (Chung Mong-hong)
  4. Another round (Thomas Vinterberg)
  5. Supongamos que New York es una ciudad (Martin Scorsese)
  6. The souvenir (Joanna Hogg)
  7. Never rarely sometimes always (Eliza Hittman)
  8. The father (Florian Zeller)
  9. The Mitchells vs the Machines (Michael Rianda y Jeff  Rowe)
  10. Soul of a beast (Lorenz Merz)
  11. La place d'une autre (Aurélia Georges)
  12. Espíritu Sagrado (Chema García Ibarra)
  13. Noche de fuego (Tatiana Huezo)
  14. Pig (Michael Sarnoski)
  15. Cry Macho (Clint Eastwood)
  16. Petite maman (Céline Sciamma)
  17. Titane (Julia Ducournau)
  18. Wheel of fortune and fantasy (Ryusuke Hamaguchi)
  19. Dune (Denis Villeneuve)
  20. Annette (Leos Carax)
  21. The First 54 Years (Avi Mograbi)
  22. A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)
  23. Out of Sync (Juanjo Giménez)
  24. The Green Knight (David Lowery)
  25. Jesús López (Maximiliano Schonfeld)
  26. Nitram (Justin Kurzel)
  27. Wrath of man (Guy Ritchie)
  28. The power of the dog (Jane Campion)
  29. Drive my car (Ryusuke Hamaguchi)
  30. De todas las cosas que se han de saber (Sofia Velázquez, la mejor película peruana del 2021)

Top 6: mejor cine de terror del 2021

  1. Last night in Soho (Edgar Wright)
  2. The Innocents (Eskil Vogt)
  3. Mad God (Phil Tippett)
  4. Los huesos (Joaquin Cociña y Cristóbal León)
  5. Malignant (James Wan)
  6. Lamb (Valdimar Jóhannsson)

domingo, 19 de diciembre de 2021

The novice


Ganadora de mejor película en la competencia nacional, americana, y mejor actriz para la protagonista, Isabelle Fuhrman, en el festival de cine de Tribeca 2021. Es una de las 5 nominadas a mejor película en los Independent Spirit Awards 2022, premios que han vuelto al cauce eligiendo películas con un tope mucho menor al de las grandes producciones Hollywoodenses, distinguiéndose nuevamente de los Oscars. Es el debut en dirección de cine y guionista de la experimentada editora de sonido Lauren Hadaway. Es una película que tiene personalidad en su estética, tirando para colores azules, turquesas, compaginando con el frio de la zona. También trabaja bajo la estética de la tensión y el nervio, del sudor profuso y constante, del esfuerzo duro y parejo, que llega a sentirse de cercanía de crisis y quiebre, siempre al filo de caer, de explotar, de rendirnos al cansancio, así mismo de perder, de ser finalmente derrotados. La protagonista se llama Alex (Isabelle Fuhrman) y es novata en el equipo de remo de una Universidad, está en su primer año universitario, es una ganadora neta, una chica que ama esforzarse, más que talento es la motivación máxima en persona, casi como comercial de marca deportiva, como Nike, ropa que vemos que llega a usar. Alex quiere ser la mejor del equipo de remo, la vemos luchando dentro de un alto nivel. Ella no cree en los pronósticos -que le tiran para abajo como novata- ni siquiera en ganarse la amistad de sus compañeras, ella es competitiva a mil y quiere ser la número 1, hasta llega a la obsesión, a la fijación (casi) absoluta. El filme es éste retrato de esfuerzo extremo, de atleta excepcional, y lo hace muy bien. Tiene cierta redundancia, pero es sobre todo un éxito de pasión por el deporte, acometido desde la élite. Es un retrato deportivo muy crudo, muy real, muy rudo y duro, puede que un poco incómodo, tiene su impacto, aunque exhibido con mucho dramatismo, el sudor se siente, salpica fuera de la pantalla. Además hay romance lésbico, la chica protagonista es queer. Éste retrato romántico se siente parte solamente, no es lo más importante, pero está decentemente tratado; lo más grande aquí es el deporte y es otro logro del filme, la naturalidad de la elección sexual, aunque tiene un cierto tonteo del día a día en la relación. No obstante hasta se comparte habitación. Ésta propuesta puede sonar a critica hacia la obsesión (destructiva) dentro del deporte, pero al mismo tiempo es contundente con aquello de ten cuidado con lo que aspiras o asume la grandeza de tus sueños, que no va a ser fácil. Es un filme que se siente bastante indie, pero bien ejecutado. Puede quizá exagerar un poco y en algo redundar, pero está lleno de virtudes, un largo sostenimiento que habla de ingenio y solidez general.  

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Junior


Justine es una muchachita de 13 años que es como un tipo más de una banda de adolescentes -un calzoncillo más, como se dice en jerga por acá-, no es una chiquilla guapa, tira a masculina, es tosca, algo cochinita, tiene acné y viste muy anti femenina. A Justine su amigos le dicen Junior. Ella entrará en una transformación, que recurre al terror y a la fantasía, un poco a lo desagradable, mientras recuerda levemente a La Mosca (1986), de David Cronenberg. Pero debajo de ésta recreación fantástica se oculta algo muy común y bastante real, el estar bastante consciente de ser mujer, a partir del deseo que éstas producen en los hombres. La dueña de éste corto de 22 minutos, la francesa Julia Ducournau que yace aquí en su debut, y hoy consagrada tiene 3 películas en su filmografía, incluida la presente, señala el machismo y la brutalidad de ver a todas las mujeres atractivas como putas, perras, así de seco. Claro, los que creen esto son niños o pequeños aun y tienden a la simplificación más primaria o poco meditativa, pero también copian a los adultos y cómo estos ven el mundo. Éste corto es también una denuncia, común y no menos importante. Pero al mismo tiempo, y está muy bien, Ducournau no quiere que una mujer evite ser atractiva, de esto el cariño y defensa de la hermana mayor coqueta y sensual, e inclusive de la enemigas de su edad con quien a Junior se le llega a identificar por una parte. Lo de putas sobra, nos dice el filme. Pero Ducournau piensa no solo en la belleza, sino que una mujer atractiva aun puede ser amiga, compañera, una fémina a tratar por igual, con relajo. Puede que el corto falle un poco al diferenciar entre feas y bonitas, ya que la belleza finalmente es subjetiva, sin ser ilusorio, no debería ser tan definitoria, pero su contextualización enfatiza en la figura previa de Junior, deja claro muchos descuidos de ella en su imagen. La figura es efectiva al uso y no insulta a nadie finalmente, aunque puede que le de demasiado valor a la belleza, pero es un tema propio de la edad también y una realidad planetaria, una afirmación de nuestra humanidad. Todo esto no suena especialmente creativo, artísticamente hablando; estar fuera de la crisálida puede ser un poco decepcionante, frente a un mundo mucho más creativo en el terror y la fantasía, pero el filme trata de pensar una temática en particular y le funciona, deja argumentos en el aire. No es un corto maravilloso, pero es decente. También se ve que en la maravillosa Raw (2016) perfeccionaría mucho éste corto, volvería a las mismas ideas de manera notoria e incluiría a la misma actriz, a Garance Marillier, acá debutando también. El rastro del corto llegará hasta Titane (2021), sólo que las ideas volaran tanto que dejará una lectura bastante novedosa, original, ultra moderna y un poco inclasificable. Raw será una consolidación maestra de sus ideas y Titane un juego de plasticidad sublime. Por todo esto hace de éste corto y debut, aunque de arte más pedestre, algo a aplaudir. 

lunes, 13 de diciembre de 2021

The power of the dog


The power of the dog (2021), de la neozelandesa Jane Campion, es una película imponente (sin que tampoco recurra a muchos elementos visuales), una de las sensaciones de la temporada previa a los Oscars 2022, producida por Netflix. Mereció mejor director en el festival de Venecia 2021. Es una obra notable, pero no una obra maestra, porque es demasiado clara, tanto que hasta casi te deja ciego, tiene partes subrayadas, deja todo muy a la vista, como para que no hagas ningún esfuerzo de comprensión; éste exceso de explicación hace que deje una cierta sensación de ociosidad en uno, le quita magia al juego con el cine. Se extraña un poco de sutileza, espolvorearla aquí y allá, esto la hubiera convertido en una obra perfecta. No obstante tenemos entre manos una gran historia, super interesante, además de original, es un western gay, un western sin disparar una sola bala, con una temática labrada en profundidad, con mucha sustancia. Es como la continuación de una Brokekack Mountain (2005) dentro de una versión perversa. Un hombre menciona constantemente a alguien muerto hace más de 20 años, quien le enseñó a ser quien es, a Bronco Henry. Phil (Benedict Cumberbatch) dice que apesta, pero le gusta ser así. Bronco Henry le enseñó un disfraz, que en un mundo como el que vive, un western, donde se remarca el machismo y la masculinidad y la bravura y la tosquedad lo empuja a ser agresivo. Phil yace enfundado en la ira, lleno de miedo. Ha decidido apestar, esto lo lleva a ser una mala persona, un peligro y una peste para una mujer en particular, la madre de Peter (Kodi Smit-McPhee), interpretada por Kirsten Dunst, Rose. Habrá que enfrentar esa amenaza, ese gen de desequilibrio emocional, de destrucción de la paz, victima del mundo también. Rose sufrirá y como dice la voz en off en la apertura, habrá una prioridad, eso hace del filme algo rico. Cumberbatch domina la pantalla, hasta muestra escenas sensuales, éste es el único lugar donde el filme de Campion deja de ser clásico, excesivamente clásico (hasta alejarse un poco de esa gloria de antaño). Es una propuesta que nunca es vulgar, dice las cosas con gran nivel y no es elitista. Una sutileza, una elipsis, es la primera experiencia sexual de Peter, donde Peter finalmente es como dice él mismo, es alguien duro, aunque le digan afeminado, fue quien encontró ahorcado a su padre. Dunst siempre tiene cara de ansiedad, se redunda en ello pero es vital. Otra elipsis, hay algunas, es la ausencia del hermano y marido, que no lo juzgan, pero tiene culpa. Phil trata mal a su hermano, pero en el fondo no puede ni quiere vivir sin éste. Es claro que por ello odia a Rose. Phil muestra matices, es tremendo personaje, domina la obra, llega a mostrar humanidad al verse como en un espejo, el mundo tiende a repetirse. No será un western por las balaceras, pero hay gente igual de dura, digna de esos contextos, sólo que más allá de las apariencias, de las primeras impresiones, inclusive de los lugares comunes y los menosprecios. Phil apesta, pero como dice el gobernador, es una suciedad bien ganada, al ser ganadero, y le es efectivo, aunque como dice un famoso microcuento, al levantarse el dinosaurio seguirá ahí, todos los dolorosos problemas existenciales. Phil es mala persona, se burla del alcoholismo y la autodestrucción por dar una mención, pero en ésta inteligente historia él es más que eso y eso es notable en un filme, tallada su persona minuciosamente eso sí. Es un western clásico en sentido de que se repele la debilidad, pero la pregunta salta a la vista, ¿a qué costo?, de ahí salen mil respuestas y un estudio glorioso, como varios eventos claves. 

domingo, 12 de diciembre de 2021

Las leyes de la frontera

 


Las leyes de la frontera (2021), del español Daniel Monzón (el director de Celda 211, 2009) nos exhibe a un muchacho de 17 años, apodado El Gafitas (Marcos Ruiz), que entra en una banda de muchachos criminales. Lo hace enamorado, atraído, por Tere (Begoña Vargas). El Gafitas era visto como un bobo, pero es con el acercamiento a ésta banda que el chico se avispa y hasta realiza actos reprobables. El escenario es franco, realista, los muchachos estos hasta roban con navajas y pistolas, ponen en peligro a la gente, venden drogas. Un filme no tiene que ser moral, pero ponerle inocencia o simpatía a un muchacho que se dedica a esto es un poco incongruente. No obstante El Zarco (Chechu Salgado), líder de la banda, y el nuevo inspector de policía dejan ver que El Gafitas en realidad no encaja con esto, no tiene la pasta de tipo duro, pero bien que se deja llevar, justificado por su atracción sexual a Tere -que tiene buenas escenas de éste tipo-. Es un filme que cumple con entretener, aunque no sobresale mucho. El final es soporífero pegándola de sensible, encima extenso. Las persecuciones con disparos se ven simples, pero al menos son decentes. Hay una buena relación cinematográfica entre Tere y Gafitas, mientras Tere es libre como el viento. El Zarco tiene su buena imagen, así mismo Gafitas, cada uno en su rol. Tiene una virtuosa ambientación a 1978 y la música tiene personalidad desde lo nacional que otorga un pequeño plus. Es un filme básico, ya visto, pero lo español le otorga cierta novedad, es hacer la versión patria de algo que le pertenece a todo el mundo, el trance a la adultez, salir de la inocencia, intentar ser "cool" de paso y tener sexo con una chica guapa con personalidad llamativa. Ciertamente le falta más acción; lo de la noche de baile a lo Travolta entre tragos o visitar a las prostitutas tiene su encanto frontal y poco más. No es tan memorable (un mínimo), pero tiene una cuota de entretenimiento. 

sábado, 11 de diciembre de 2021

Nitram


Nitram (2021) es una película que se despliega en la temática de la venganza y en la criminalidad, temas que domina el talentoso director australiano Justin Kurzel. Ésta venganza es contra algo gaseoso, la venganza es contra el mundo, contra nuestra vida y nuestras frustraciones y los tantos golpes y humillaciones de la existencia. El filme analiza el por qué de la masacre de Port Arthur, Tasmania, Australia. Al protagonista se le llama despectivamente Nitram (Caleb Landry Jones), es un chico con problemas de adaptación, extraño y quizá un poco loco, pero intenta ser algo decente, pero es el mundo y la gente que lo rodea que con tanto golpe lo empuja hacia abajo medio sin querer; la realidad es así de dura para todos, vivir es complicado y decepcionante muchas veces, hay que lidiar con esto para sobrevivir e intentar ser feliz, pero Nitram es visto como un retardado y cómo a veces se comporta de manera absurda y desequilibrara la caída le llama con fuerza. La historia también es como éste peso recae en especial en la madre (una estupenda Judy Davis), que comete el error de no tolerar ni comprender a su hijo complicado, cree incluso que se burla del dolor ajeno. Nitram es más cercano a su padre (un gordo y carismático Anthony LaPlagia), quien es dócil con él y lo trata con sensibilidad y mucha paciencia, paciencia de santo. No obstante el padre es un hombre muy frágil y hará que Nitram más bien pierda el equilibrio con su debilidad e hiper sensibilidad. Nitram en el fondo tiene buenos sentimientos, necesita rumbo y mentores más sabios. Pero Nitram yace un poco abandonado a su suerte, a sus defectos y a malas interrelaciones personales. No obstante conocerá a una mujer interesante, aunque un poco freak, interpretada por una virtuosa y mayor Essie Davis. Caleb Landry Jones ganó mejor actor en el festival de Cannes 2021 por ésta película y es muy merecido. Nitram en sus manos luce infantil, con continuos exabruptos y reacciones desconcertantes, pero no luce violento. En todo esto entra a tallar una denuncia, la facilidad y hasta la corrupción para conseguir armas para la época en Australia, mediados de los 90s, algo que se dice asoma nuevamente en la actualidad. La desadaptación de Nitram empieza a tomar peor forma cuando descubre las armas, su descontento existencial toma un hobby peligroso. El resto, entonces, es cuestión de tiempo, Kurzel no recrea mucho la masacre (evitando lo más fácil y llamativo), apenas lo mínimo y muy acomodado, porque ya dejó en claro lo que busca razonar, de dónde proviene, cómo llega a suceder, el incidente, todo el cúmulo de errores alrededor de Nitram y además deficiencias de la ley. Vemos como todo golpea a la madre en una toma super sugerente y poderosa, que concentra mucha tristeza silenciosa y puede que hasta culpa. Nitram es también una víctima del mundo. Reducir todo a la locura es no ver el panorama completo, no ir más allá de la superficie, de una parte del problema, mal llevada, incluso se ven médicos negligentes, como gente abusiva, soledad y malos guías. Es un filme notable para pensar en la criminalidad, en argumentar causas sólidas. De paso es atrapante.

miércoles, 8 de diciembre de 2021

The Card Counter


Dirige y escribe el guion Paul Schrader. Versa sobre un jugador y apostador de cartas, ex presidiario, llamado William Tell (Oscar Isaac). Es un antihéroe y un tipo un poco loco, como cuando cubre con sábanas las habitaciones que alquila. Pero finalmente es una buena persona, observando que intenta cuidar de Cirk (Tye Sheridan); se puede ver que es un personaje con matices, un buen personaje. Ésta obra toma el derrotero del juego de cartas, que involucra fuertes endeudamientos. En esto entra a tallar La Linda (Tiffany Haddish), aunque igual que William termina siendo una persona con humanidad. No conocía a Haddish y me ha dejado una grata sorpresa, físicamente es atractiva, una afroamericana grande, exuberante, luce llana pero tiene su cuota de sofisticación. La Linda es un personaje con calle, pero no cae en el lugar más simplista, aun cuando tiene un papel en el submundo y se presta para el entretenimiento. Es una propuesta visualmente austera en muchas partes, en su producción de arte, pero siempre es competente y tiene aun así nivel, como toda la obligada parafernalia que monta ir de viaje a competir en las cartas. William Tell es un nombre de leyenda; como Ana Bolena en Spencer (2021) Schrader seguramente le da similitudes a su criatura con el mito, pero creo que alcanza quedarse con ser un ex preso anónimo, con temor a ser descubierto, por un pasado que agrega solidez al protagonista, sobre las torturas militares en cárceles extrajudiciales. De esto último ingresa en el panorama y crea relación Cirk con nuestro antihéroe, de aquí nacerá el thriller. Es un filme de un par de caras, pasa de algo más simple como el juego de cartas a lo criminal y viceversa, ambas cosas dialogan entre sí. Tiene definitivamente un muy buen guion. Oscar Isaac está soberbio; en un momento dramático mediante un monólogo muestra maravillosamente el fastidio mental que le genera su pasado. Haddish también agrega personalidad y realismo, además de que no se ve una mujer muy común en el cine, y tiene talento, puede verse imponente y sensual y en otro momento romántica o sensible. Es un filme cool con naturalidad, como cuando vemos escribiendo a William mientras bebe whisky en su habitación. En manos menos duchas esto definitivamente hubiera naufragado, contiene muchos elementos para fallar, pero nunca lo hace. El juego de cartas agrega interés con muy buenas explicaciones, y nunca aburre cuando suele ser un juego con mucha pasividad. La austeridad general también está muy bien manejada, hay sequedad pero se siente parte del protagonista y la ciudad. 

lunes, 6 de diciembre de 2021

¡Al abordaje! (À l'abordage)


Éste filme francés aparece en el top 10, de lo mejor del año 2021, de la revista francesa Cahiers du cinéma. Es una película sencillita, simpática, básica, con todos los elementos para gustar a muchos, es fácil de generar empatía, sobre todo en quienes quieren valorar mucho más el respeto por las diferencias raciales, y ver una igualdad fuerte, aunque apuntando a enaltecer -a priorizar- a las minorías, como la gente de color en Francia. En éste filme 2 amigos de color, Félix y Chérif, se van de vacaciones a un pueblito francés. Ellos son los únicos hombres de color, pero el filme de Guillaume Brac no quiere colocar conflictos raciales ni esas cosas, sino ver todo muy tranquilo y sin mayor distinción, dentro de una obra típica de verano francés, propio de una comedia ligerita, cero rotura de cabeza, cero polémica, incluso propone inocencia dentro de un empaque super amable, que no teme ser un poquitín tonto. Es una propuesta sensible, donde Chérif un poco se menosprecia, se llama fracasado en el amor, en el arte de la seducción, se ve gordito y no se halla muy atractivo. Él llena sus carencias físicas con una personalidad bonachona y diligente, es así que conoce a una chica bonita, joven, con un niño pequeño, y lentamente se la gana, haciendo de niñera, pero de manera muy práctica y simple. La película tampoco complejiza ésta relación ni lo que hace Chérif para ganarse a la chica. Es un filme del tipo buena onda, feliz, los problemas de los protagonistas son intrascendentes, es el verano y las conquistas solamente (de paso, medio velado, se trata de un poco de sexo), desde algunas diferencias y algunas limitaciones, nada del otro mundo tampoco, estamos en el siglo XXI, hay bastante agua bajo el río. No hay mucho más, pero a veces es justo lo que buscamos, desconectar y ver algo bonito y ya. Félix es un poco más engreído que Chérif, lo suyo cae un poco en la vanidad, pero como se trata de enaltecerle, el desarrollo apunta a dejarlo triunfante, aunque ciertamente hay un poco de rechazo de valor, que dificulta para bien el retrato, lo vuelve más común y real en general, para todos, menos idealizado y paternal. Cuando se pone un poco de picardía a la chica de Félix el filme mejora un poco. La igualdad racial en una película viene mejor en la natural imperfección humana. No en el insulto ni la discriminación, sino en nuestra gama de emociones y complejidad. La chica de Chérif es prácticamente muda y la de Félix no ata ni desata mucho, parece tal cual sus pantaloncitos que traslucen su trasero, una chica para el verano, y así va el filme, finalmente de muy francés. No es una luminaria de película, aquí no hay demasiada trascendencia como propuesta, pero es agradable, bien hecho a esa vera. 

domingo, 5 de diciembre de 2021

Lamb


Ganadora del premio a la originalidad en Un Certan Regard, Cannes 2021. Debut del director islandés Valdimar Jóhannsson. Es una película que tiende a desconcertar, sobre todo al estar uno demasiado acostumbrado a esperar narrativas convencionales, o a buscar explicaciones claras. Pero el filme que vemos es de pocos detalles, pero los tiene, hay que afinar la vista y coger las pequeñas pistas. Ésta propuesta en realidad es más simple de lo que uno puede creer, simplemente hay que separar planos. El filme tiene un plano subjetivo, sin recurrir a la técnica cinematográfica de la toma de la cámara, sino notando que se hace uso de éste recurso literario. Una pista central yace en el cementerio, cuando descubrimos ahí el nombre del extraño bebé que cuidan. La trama trata como una pareja de esposos, Maria e Ingvar, Noomi Rapace y Hilmir Saer Gudnason respectivamente, adoptan a un animal como su hijo, y éste toma rasgos humanoides. Maria e Ingvar han perdido a su hija y el enorme dolor que sienten hace que ellos vean a Ada, como se llamaba, en una oveja que recogen y tratan como a un niña. La rutina es determinante, estos entran en un estado de depresión y silencio, para luego introducirse en un pequeño delirio. Ambos con una simple mirada cómplice se ponen de acuerdo, aceptan un cierto estado de locura, que no es más que llenar el inmenso dolor, una ausencia muy determinante, reemplazable tan solo con éste estado de delirio. Entonces cómplices, compañeros de viaje en el mismo vacío y pseudo salvación trastocan la realidad y lo que vemos es cómo ven el mundo, dentro de un plano subjetivo literario, es decir vemos a la oveja moviéndose como un niño. La fantasía se apodera de ellos, de la pantalla y engaña al espectador o lo hace participe de un lugar bastante emocional, medio escondido en aquella frialdad y soledad de la montaña. También de momentos extraños, pero igualmente tiernos. Es una declaración de paso de los derechos y la defensa y cuidado de los animales en general. Dígase una defensa sólida, porque del primer estado que se halla uno, de sentir cierto ridículo o tomadura de pelo, pasamos a sufrir temor y tensión por la seguridad de Ada, cuando llega el hermano de Ingvar,  Pétur (Bjron Hlynur Haraldsson), quien encima tiene pinta de criminal, de tipo duro, mediante una escena sencilla, pero muy sugerente. En ese momento Pétur no entra al juego, le parece que algo descabellado está sucediendo, pero como luego revela sentimientos hacia Maria es ponerse en el lugar del hueco que existe en la pérdida, entiende el estado que presencia. Nuevamente el filme nos engaña. Se cuela la fantasía que es como seguir la cuerda en realidad. Pronto todo deviene en tragedia. Presenciamos un plano fantástico en pantalla, pero lo que sucede en verdad es algo que se entiende perfectamente. Es un malentendido. Ese desenlace de relaciones es muy poderoso, cargado de sorpresas ¿Qué va a hacer Maria frente a un segundo despojo? Se tejen muchas probabilidades, el filme cambia varias veces de decisión en poco tiempo. Luego participamos de la explicación surreal (la venganza de las bestias y lo que puede ser tenido por terror), la fantasía que posiblemente sea la leyenda que se cuente en la zona de ahora y adelante, en que lo humanoide puede significar cierta dificultad de adaptación e identificación de la adopción en general. Es una historia muy escueta como para impresionar, pero es notable como se proyecta desde lo mínimo. Es un filme curioso, apreciable, no cabe duda. 

miércoles, 1 de diciembre de 2021

García


Ésta es la ópera prima del director colombiano José Luis Rugeles. El actor mexicano Damián Alcázar hace de un "típico" colombiano (entre comillas porque tira a personaje, hay cierta exageración, pero no le falta el habla por dar una mención), es un hombre híper correcto, un tipo casi santo, muy trabajador (como vigilante de una fábrica), pero un poco mediocre quizá, conformista, sus expectativas son muy humildes. A su mujer le promete una finca, a Amalia (Margarita Rosa de Francisco), pero la que le quiere comprar deja mucho que desear, hay mil cosas por arreglar. Amalia por todo esto vive odiando a su marido en secreto -no le dice mucho, pero para seria, siempre observadora- porque no le da la vida que ella quiere, sino una existencia de pobreza. García (Alcázar) adora a su mujer, y en un diálogo le llega a decir que le ha faltado comunicación y mucha más fe en él. Ésta lucha leitmotiv que va por debajo entre el odio de la mujer y el amor ciego del hombre dan para plasmar cierta perversidad en ésta comedia dramática con algunos toques de humor negro. García es un buen hombre y hasta metódico y bien ordenado. Ésta manera de ser le gana un amigo, cuando no tiene amigos, está muy enfrascado en su mujer. Éste amigo es Gómez (Fabio Restrepo), un tipo intenso, un poco loco y violento, pero finalmente noble. Entre Gómez y García habrán unas pequeñas aventuras de buddy movie con personajes opuestos y versando en la masculinidad hoy recriminable por el ubicuo feminismo; machista, del tipo macho man. El ambiente que retrata Rugeles es humilde, austero, campechano, un poquitín vulgar, realista, se percibe auténtico, pero curiosamente -y no es una critica negativa- no es una película de cine social, aun cuando se habla de aspiraciones, carencias y frustraciones, todas de Amalia que centra todo -apunta a disparar- hacia García. En la trama participamos de distintos delitos (con poco se hace mucho), que permiten su buen enredo y movimiento bien distribuido y bien resuelto, tanto como palpitamos suspenso y emoción, aunque es un poco endeble la actuación de los brasileños, que quedan en cierta superficialidad o nivel muy básico. El filme se pone del lado de los humildes sin notarse forzado, planteando una cierta cuota de aspereza, pegando de humano más que de "realista". El filme apoya la bondad, cree en la gente, aun cuando tiene perversidad, como con esa primera imagen de violación, pero lo hace sin ser sensiblero o tonto, con calle como se diría. Éste filme contiene buenas actuaciones y personajes, como de Fabio Restrepo y Margarita que esta fantástica, es una mujer guapa y hace muy bien de señora humilde, maravillosa en sus tacos altos amarillos. Otro personaje -y performance- notable es del supervisor (Victor Hugo Morant) con su historia a cuestas que complementa la idea del matrimonio que maneja con cierto sarcasmo la propuesta.