sábado, 11 de diciembre de 2021

Nitram


Nitram (2021) es una película que se despliega en la temática de la venganza y en la criminalidad, temas que domina el talentoso director australiano Justin Kurzel. Ésta venganza es contra algo gaseoso, la venganza es contra el mundo, contra nuestra vida y nuestras frustraciones y los tantos golpes y humillaciones de la existencia. El filme analiza el por qué de la masacre de Port Arthur, Tasmania, Australia. Al protagonista se le llama despectivamente Nitram (Caleb Landry Jones), es un chico con problemas de adaptación, extraño y quizá un poco loco, pero intenta ser algo decente, pero es el mundo y la gente que lo rodea que con tanto golpe lo empuja hacia abajo medio sin querer; la realidad es así de dura para todos, vivir es complicado y decepcionante muchas veces, hay que lidiar con esto para sobrevivir e intentar ser feliz, pero Nitram es visto como un retardado y cómo a veces se comporta de manera absurda y desequilibrara la caída le llama con fuerza. La historia también es como éste peso recae en especial en la madre (una estupenda Judy Davis), que comete el error de no tolerar ni comprender a su hijo complicado, cree incluso que se burla del dolor ajeno. Nitram es más cercano a su padre (un gordo y carismático Anthony LaPlagia), quien es dócil con él y lo trata con sensibilidad y mucha paciencia, paciencia de santo. No obstante el padre es un hombre muy frágil y hará que Nitram más bien pierda el equilibrio con su debilidad e hiper sensibilidad. Nitram en el fondo tiene buenos sentimientos, necesita rumbo y mentores más sabios. Pero Nitram yace un poco abandonado a su suerte, a sus defectos y a malas interrelaciones personales. No obstante conocerá a una mujer interesante, aunque un poco freak, interpretada por una virtuosa y mayor Essie Davis. Caleb Landry Jones ganó mejor actor en el festival de Cannes 2021 por ésta película y es muy merecido. Nitram en sus manos luce infantil, con continuos exabruptos y reacciones desconcertantes, pero no luce violento. En todo esto entra a tallar una denuncia, la facilidad y hasta la corrupción para conseguir armas para la época en Australia, mediados de los 90s, algo que se dice asoma nuevamente en la actualidad. La desadaptación de Nitram empieza a tomar peor forma cuando descubre las armas, su descontento existencial toma un hobby peligroso. El resto, entonces, es cuestión de tiempo, Kurzel no recrea mucho la masacre (evitando lo más fácil y llamativo), apenas lo mínimo y muy acomodado, porque ya dejó en claro lo que busca razonar, de dónde proviene, cómo llega a suceder, el incidente, todo el cúmulo de errores alrededor de Nitram y además deficiencias de la ley. Vemos como todo golpea a la madre en una toma super sugerente y poderosa, que concentra mucha tristeza silenciosa y puede que hasta culpa. Nitram es también una víctima del mundo. Reducir todo a la locura es no ver el panorama completo, no ir más allá de la superficie, de una parte del problema, mal llevada, incluso se ven médicos negligentes, como gente abusiva, soledad y malos guías. Es un filme notable para pensar en la criminalidad, en argumentar causas sólidas. De paso es atrapante.