miércoles, 29 de diciembre de 2021

Don't Look Up y Silent Night

Son 2 películas apocalípticas, Don´t look up, del americano Adam Mckay, y Silent Night, de la británica Camille Griffin. Silent Night (2021) recién éste último fin de semana navideño estuvo estrenada comercialmente en España y fue recibida por el público español con cierto entusiasmo. Don´t look up (2021) se estrenó igualmente en ésta semana navideña, pero en netflix y a puertas de año nuevo lidera el ranking de las películas internacionalmente más vistas en ésta popular plataforma. 

Silent Night es una propuesta pequeña, no maravillosa, pero decente. En ella un grupo de amigos de infancia se reúnen familiarmente por navidad y empiezan las típicas peleas y sorpresas de toda cena de éstas fechas. Silent Night es una comedia de humor negro pero también una comedia de terror. El elemento de miedo del filme es que afuera de la casa un extraño gas está matando a la humanidad y el gobierno británico ha entregado pastillas para que la gente no sufra, y se suicide. Toda la cena no es nada del otro mundo, es lo que se suele ver, aunque con humor británico, y esencia europea, como con la mujer que pelea por el amigo enfrente del marido, en un tono no tan vulgar pero de subtexto liberal sexual. Los presentes en la cena son todos antipáticos, por más idealistas que se pongan, cunde no lo chusco, pero sí el engreimiento. El filme tiene un mensaje sencillo, pero bueno, sobre el sufrimiento, representando en un niño idealista, que entiende que el sufrimiento no lo puede detener y que hay que enfrentarlo, la muerte no es una opción para él, aun no habiendo futuro. El niño quiere luchar. El resto que representan al mundo son escapistas, no quieren sufrir, buscan la evasión. Éste niño la tiene difícil porque aun es pequeño y depende de sus padres. No obstante aun así intentará triunfar en su pensamiento poco popular. Todo el filme está plagado de idealismo, no todo es interesante, hay cliché, mientras el gobierno es prácticamente una nada para los presentes, seguramente hay una crítica al gobierno británico en su quehacer político de los últimos tiempos, pero lo más valioso es la individualidad de éste jovencito proponiendo pelear y no claudicar, incluso frente a lo que luce irremediable. Léase una lectura que se puede plegar a todo señalamiento del sufrimiento, tan común a la humanidad. 


Don´t look up como base le dice a casi a todo el mundo estúpido, porque no quieren ver, solucionar, razonar, luchar un cometa que va a acabar con el mundo en tan solo 6 meses. Éste filme es una sátira y una película muy frontal, no deja nada a medias, es todo y sin límites, esto le juega en contra, no sólo porque insulta a todo el mundo desde un pedestal -en realidad ecologista, sobre el cambio climático- sino que se extraña mayor intelecto para exponer y pensar algún tema, sobre todo importante. Subestima a la gente, lo dice todo por eso como para bruto y encima menospreciando literalmente, abundan las bromas directas sobre lo estúpida que es mucha gente. Se escuda en que está diciendo la verdad, entonces es correcto y elogiable lo que hace. Lo gracioso es que nadie se siente identificado con la estupidez, en realidad todos creen que son esa minoría que en un momento el hijo de la presidenta salida de la era Trump señala sin dar muchas pistas, como para que los más "astutos" se rían sin verse en el espejo. El filme se ríe de las redes sociales y un gran público con éste, cuando más bien deberían agradecer la oportunidad maravillosa de poder expresarse, aun cuando efectivamente hay de todo y hay que escoger la paja del trigo. Lo virtual efectivamente imita la vida. El filme también ríe bastante de la clase política, de la americana, una curiosidad, cuando siempre han solido salvar al mundo, pero son los residuos de haber vivido la era Trump y alinearse con el resto del mundo. Es verdad que las clases políticas se prestan para la sátira, pero tampoco esto apunta a producir soluciones. El filme es básico en su pedido, en un momento la ambición de mucho dinero destruye una salida fácil. En sí es un filme que puede estar pecando de simplista, igual de facilón como a quienes señala de brutos. El filme es atractivo, porque hay grandes actores, muy populares y talentosos. No lo hacen mal, desde luego, y hay líneas narrativas que no son necesariamente malas, hay alguna comedia franca rescatable, lo de la amante conductora de tv es dar en el clavo. Pero la superioridad, el menosprecio continuo, la historia como para bestias hacen que uno no se ría mucho o nada. McKay se la juega toda es cierto, es osado, tiene personalidad, pero eso tampoco necesariamente significa grandeza. La verdad que quiere movilizar el pensamiento debe tener su tino, debe tener su educación, debe tener cierto respeto. En un momento dicen que expliquen sin matemáticas; más claro, imposible, pero ya se siente todo alardeando (vacío). Si bien no es que uno alabe la filosofía mas oscura (y por lo general torpe en comunicación), pero tampoco el otro extremo. El filme se la pasa renegando de los estúpidos, que incluye cosas valiosas como las redes sociales, aun cuando es verdad la libertad requiere de responsabilidad y madurez y cantidad de gente no la tiene ni la valora. Justo ahí es otro punto, hay que valorar, agradecer, ser un poco humilde, y eso va para todos, hasta para genios y gente muy popular. Hacer algo contra el cambio climático es urgente, pero requiere otro tipo de "arreo", no tan vulgar, porque el trato es chusco, es como imitar el mismo método del que se quiere reír. No es necesario decir estúpido para explicar algo, tampoco la literalidad. Hay mejores formas. Hay chistes que no son graciosos. También, aunque un final más breve y más humilde, mejor final el de Melancholia (2011).