Las leyes de la frontera (2021), del español Daniel Monzón (el director de Celda 211, 2009) nos exhibe a un muchacho de 17 años, apodado El Gafitas (Marcos Ruiz), que entra en una banda de muchachos criminales. Lo hace enamorado, atraído, por Tere (Begoña Vargas). El Gafitas era visto como un bobo, pero es con el acercamiento a ésta banda que el chico se avispa y hasta realiza actos reprobables. El escenario es franco, realista, los muchachos estos hasta roban con navajas y pistolas, ponen en peligro a la gente, venden drogas. Un filme no tiene que ser moral, pero ponerle inocencia o simpatía a un muchacho que se dedica a esto es un poco incongruente. No obstante El Zarco (Chechu Salgado), líder de la banda, y el nuevo inspector de policía dejan ver que El Gafitas en realidad no encaja con esto, no tiene la pasta de tipo duro, pero bien que se deja llevar, justificado por su atracción sexual a Tere -que tiene buenas escenas de éste tipo-. Es un filme que cumple con entretener, aunque no sobresale mucho. El final es soporífero pegándola de sensible, encima extenso. Las persecuciones con disparos se ven simples, pero al menos son decentes. Hay una buena relación cinematográfica entre Tere y Gafitas, mientras Tere es libre como el viento. El Zarco tiene su buena imagen, así mismo Gafitas, cada uno en su rol. Tiene una virtuosa ambientación a 1978 y la música tiene personalidad desde lo nacional que otorga un pequeño plus. Es un filme básico, ya visto, pero lo español le otorga cierta novedad, es hacer la versión patria de algo que le pertenece a todo el mundo, el trance a la adultez, salir de la inocencia, intentar ser "cool" de paso y tener sexo con una chica guapa con personalidad llamativa. Ciertamente le falta más acción; lo de la noche de baile a lo Travolta entre tragos o visitar a las prostitutas tiene su encanto frontal y poco más. No es tan memorable (un mínimo), pero tiene una cuota de entretenimiento.