martes, 24 de julio de 2018

El confidente (Le doulos)


Le doulos (1963), de Jean-Pierre Melville, es cine polar, cine negro francés. Tenemos a Maurice Faugel (Serge Reggiani) como un ladrón y gángster que va a vengarse de alguien que mató a una pareja suya años atrás cuando estuvo en la cárcel. Éste es el punto de partida del filme pero hay mucho más, se trata sobre todo de un soplón con el que jugará la propuesta.

El filme tiene la curiosidad de que prepara escenas a la manera inversa, como con la apertura. Propone un lazo de amistad entre Faugel y Gilbert Varnove (René Lefèvre), los vemos interactuar todo muy cálido y amable, y termina con su asesinato a sangre fría, con el rostro de Varnove sorprendido. Faugel le roba unas joyas y dinero, las esconde. Por más que Varnove había mostrado arrepentimiento y una amistad muy abierta Faugel se deshace de él. Éste filme tiene esa característica, se trata de hombres muy violentos y fríos, clásico del género del que bebe, del cine negro americano, más su toque de distinción francés.

Otra escena magistral en el mismo sentido es la aparición de otro gángster, Silien (Jean-Paul Belmondo), que persigue a Faugel, aunque son amigos, y mata a su pareja, una mujer muy sensual y hermosa (Monique Hennessy). La escena es brutal, muy llamativa como noir. Nuevamente sucede lo que uno no espera, cuando parecía que había una atracción sexual. Silien tiene un amigo en la policía aunque también es perseguido por la ley. Son las extrañas relaciones que mantienen todos, y no se sabe quién es quien hasta el final. El filme manipula mucho las apariencias y ahí yace su maestría como cine negro.

Es un filme complejo, pero muy bien urdido, perfectamente entendible prestando atención. Hasta el último minuto hay sorpresas, todos bajo la ley del crimen, matar, hacerse cargo de los enemigos, defender a los amigos –quien recoge a Faugel herido-, vengar al caído –que incluye a un policía-. En ello entra a colación otro personaje, otro gángster, Nuttheccio (Michel Piccoli), que maneja apuestas y juegos de casino; al mismo tiempo una mujer provocativa pero enamorada (Fabienne Dali), a la orden de los criminales.

Nuttheccio es un personaje importante, pero más pasivo, del que se habla más que todo y sirve para redondear la trama, dentro de una gran planificación y una gran secuencia. Los que más se mueven son Faugel y Silien, cada uno por su cuenta, para converger al final. Silien de manera más audaz, Faugel más emocional, impetuoso. El filme es un enfrentamiento de intelectos, de manera muy novedosa, donde policías y criminales juegan su propia partida, pero los más importantes son los mafiosos.