viernes, 6 de agosto de 2021

74 Festival de Locarno: Nebesa


En un hogar humilde en una zona de refugiados en la actual Serbia un hombre a quien su familia y vecindario tilda de buen hombre de pronto tras un accidente le sale una aureola en la cabeza; lo creen un santo, pero a él esto lo mortifica, y quiere deshacerse de éste señalamiento de santidad. Un tipo "místico" le dice que peque y es cuando, mediante los consejos y presión de su tosca mujer, Stojan (Goran Navojec) empieza a volverse una mala persona. Stojan pasa de un tipo cómico, inocente, y con él la película, a un especie de Tony Soprano en ácido, extremo, a una película ruda, un poco difícil de tragar; luego baja y sube la temperatura. Es un filme con humor negro, pero que pasa a ser una propuesta mucho más extrema y ya sin humor o si se quiere uno muy sarcástico y violento. El filme del serbio Srdjan Dragojevic, sin duda, es un filme curioso y original, especial dentro de lo narrativo, competidor al leopardo de oro 2021. Es un filme que puede verse como tres historias y al mismo tiempo tres partes de un conjunto; la historia puede verse (opcional) que continua en el siguiente pasaje. Es una película donde la trama empieza a poco de que la actual Serbia deja el yugo comunista y entra en un orden cristiano. Pero la gente aun no entiende bien a Dios, ni Dios quizá se deja entender. Es una trama (o 3 relatos) donde suceden tres milagros y éste gen del cine de fantasía abre la puerta a mucho juego terrenal. Es una obra donde la gente, los protagonistas, son perversos, pero alguno se redime aun así. El filme también se deja ver por años, 1993, 2001 y 2026. La bondad yace presente con la niña y mujer de los lentes, quien primero no encaja, luego favorece el sentido que parece negar la religión -incluso al buen sacerdote-, lo complementa.