El director de Los cañones de Navarone (1961) y Cabo de
Miedo (1962), J. Lee Thompson, dirige ésta película de terror con Melissa Sue
Anderson (La familia Ingalls) y Glenn Ford (Gilda, 1946; Los sobornados, 1953).
Es un slasher de culto y se debe en especial por la narrativa de la
mitad hacia adelante, cuando el filme empieza a dar una tras otra vuelta de tuerca,
cambiando el final una y otra vez hasta el último minuto. Pero viene de atrás
colocando perspectivas sobre el culpable, deja pistas, juega con la intriga, el
suspenso y el misterio. No solo eso, plantea la perspectiva psicológica. Es un
filme que intenta variedad de interpretaciones y da además un background
homicida bastante extenso. Ésta propuesta intenta hacer una pequeña crítica
sobre clases sociales e integración social. Empieza muy ligero, de la
mano de 10 jóvenes llamados los destacados 10, que tienen fama de niños ricos
jaraneros y bromistas. Entre ellos se halla Virginia (Melissa Sue Anderson). El
filme tiene muertes geniales, de estilo gore, bastante creativas. El desarrollo
de los asesinatos es pormenorizado, a un punto cada uno extenso. Aunque es un
filme canadiense se percibe británico, como el origen del director. Sue
Anderson luce histriónica, se le exige mucha emotividad, y aunque es bella no
pretende ser sensual ni muestra nada. En sí el filme carece de erotismo, lo
cual le da un toque más serio al asunto, pero vemos carreras de motos, autos
saltando puentes levadizos y bailes modernos de discoteca, que colocan la nota cool.
Hay un aire clásico en el filme también -como el típico bar de pueblo de
terror-, que está muy bien fusionado con lo moderno, porque lo clásico domina
la situación. Glenn Ford como un psiquiatra no es tan contundente, pero deja
creer en él. Es una propuesta muy entretenida, sobre todo a partir de la última
mitad cuando empiezan las revelaciones y éstas no paran hasta el final, mutando,
no solo agregando. El título se resuelve de gran manera avanzado el metraje, genera una de las mejores secuencias del
filme, propicia una orgía macabra.