sábado, 21 de abril de 2018


Para hacer ésta película de 90 minutos de duración el austriaco Johann Lurf requirió de más de 500 filmes y los ordenó de manera cronológica. El título es simplemente el símbolo de una estrella, que es de lo que trata, se aboca a poner fragmentos de cielos estrellados sacados de todo tipo de películas, de aventura, terror, suspenso, religiosas, ciencia ficción, románticas, musicales, experimental, hasta de animación -pero no se nota casi la diferencia con las de ficción-. Lo que no incluye es documentales, lo cual hubiera sido más fácil y quizá poco original. Comienza desde el cine silente, lo cual desconcierta un poco por su precariedad. En cambio cuando aparecen las bandas sonoras empieza también un juego y un disfrute, una cierta identificación. Las bandas sonoras, los sonidos, las voces en off en distintos idiomas dan distinción a cada fragmento. También es importante lo visual, como complemento, fusión, destaque. Vemos diferentes explosiones galácticas, viajes a la velocidad de la luz, estrellas fugaces, el espacio, el firmamento, la galaxia, gas y polvo interestelar, nubes, luz. Aunque el eje temático –la ilustración de las estrellas en la historia del cine, que Lurf ha dicho continuará actualizando- pareciera algo pequeño y sencillo hay sorprendentemente una gran variedad. Está desde lo más simple y utilizado, un fondo negro y minúsculos puntos brillantes, a lo más elaborado y bello visualmente. En uno de los mejores momentos del filme, bien avanzado el metraje, surge el silencio total, la pantalla yace en negro y empieza a verse muy lentamente, de a pocos, pequeños brillos, aparecen las estrellas, es algo místico. El filme nos hace experimentar muchas sensaciones, que incluyen el entretenimiento en un filme muy curioso y cinéfilo. Se oyen a los Rolling Stones, sobresale muy claramente el habla en japonés, hay una voz en off en español, la sombra de Star Wars asoma por doquier –tiene sonidos que parecen repetirse-, en el juego difícil de la adivinanza, pero es más el dejarse llevar por la creatividad de la variedad de un tema tan sencillo, el mirar hacia las estrellas.