sábado, 19 de febrero de 2022

Vértigo


Éste filme es de los más populares y celebrados del séptimo arte. Muchos lo consideran, quizá más antes, el filme numero 1 de todo el cine. Hitchcock fue un director de muchas obras maestras, pero éste filme suele destacársele en particular, adaptación de una novela negra del francés Pierre Boileau. Es una propuesta que puede leerse como relato de terror, pero a media hora de terminar se define como cine negro por la puerta grande, una historia de crimen. Es un thriller psicológico, juega con la locura al tiempo que es una historia de fantasmas, de posesiones e inducción al suicidio. Finalmente todo queda como un plan perfecto, el asesinato perfecto. Es una historia de amor también, muchos la ven como de necrofilia o atraviesa esto sutilmente como perversa fantasía sexual. El protagonista, John Ferguson (el legendario James Stewart), se enamora con pasión, con furia, convencido de haber hallado a su otra mitad. A él no le importa meterse con una mujer casada, ni pareja de alguien de confianza, la necrofilia pues tampoco parece asustarle, lo suyo es obsesivo. Es un filme que puede leerse un poquitín machista, haciendo de una mujer semejante a otra (copiándola), ideal en la mente de John, pero también es su subconsciente que está buscando respuestas y curas, como a su fobia con la altura que va de la mano con la propia locura tras el sentido de culpa y debilidad de no poder haber salvado al objeto de amor absoluto, se trata entonces de una reconstrucción del alma. Es así que todo lleva a recrear el momento clave de la historia. Puede leerse que esto conlleva cierta perversidad, pero también es una investigación trunca la que se está administrando cerrar un detective por naturaleza -frustrado en ese ámbito también-; todo pasa porque John, alias Scottie, halle la luz y su sanación profesional y emocional. Aunque se plantea un accidente, y también un final rápido y de efecto a lo Hitch, se entiende tener a una mala mujer, asunto que va en varias historias, aunque alguna por meterse con criminales habiendo elipsis al respecto; así mismo la mujer española parece haber sido infiel, hay un juego de espejos e historias que parecen completarse bajo varias líneas narrativas, como a su vez el uso del doble, del que no puede despegarse de la imagen preconcebida, quiere decir que hay un destino que no suelta a ésta mujer que interpreta Kim Novak, un objeto de adoración, pero también maldito, aun cuando hay belleza y un aura de sofisticación y actos de bondad y sensibilidad de su parte. No obstante no falta cierta vulgaridad, como deja ver el aspecto en cierta manera de Judy, mientras lo español puede que juegue con el cliché de lujuria. Scottie es un tipo destinado a sufrir también. El crimen parece pagar; paradójicamente el amor se siente como un error y una fatalidad. Es el mal el que hace de las suyas, como buen cuento de terror, aunque no pueden o no suelen faltar las soluciones. La mujer perfecta es la amiga, Marjorie, pero es Madeleine o la española las escogidas y con ellas la tragedia. Es la eterna elección de las pasiones, por lo que uno cree aburrido o fácil, también parte clásica del noir y de la novela en general, la atracción por el pecado. Es un filme romántico, de aire gótico aunque ubicado en lo urbano, frente al imponente puente Golden Gate. Es una obra que arma muy bien el hallazgo y la reconstrucción; y que como crimen perfecto suena algo fantástico, pero finalmente aceptable. Vértigo (1958) tiene una explicación decente, aunque de esas impresionantes. Las caídas lucen brutales, son terror del bueno, y curiosamente desde lo clásico, lo cuidado, lo delicado. Éste filme es una buena historia de terror que se convierte en cine negro, es psicología que gira hacia la practicidad, es entretenimiento de nivel de uno de los más grandes directores que ha dado el séptimo arte.