domingo, 13 de febrero de 2022

Compulsion


Se basa en la novela de no ficción de Meyer Levin escrita en 1956 que es previa a la mega popular y maravillosa A sangre Fría, escrita en 1966, donde Truman Capote popularizaría el tipo de novela, la llevaría a lo más grande. Dirige Richard Fleischer ya en la mejor etapa de su carrera, en toda gloria de cine clásico. Se basa en un crimen real, el de los asesinos Leopold y Loeb, cuando tenían 19 y 18 años respectivamente. Ambos provenían de familias muy ricas y ellos tenían altos intelectos, sobresalían en los estudios universitarios, estudiaban derecho. Loev en el filme es Arthur Straus (Bradford Dillman) y Leopold es Judd Steiner (Dean Stockwell); llevaban en la propuesta otros nombres para evitar demandas. El libro de Levin fue escrito mediante además entrevistas a Leopold, pero tenía de ficción y se cambiaron varias cosas; Leopold se fastidió con el resultado del libro y la película. Leopold fue muy amigo siempre de Loev quien murió apuñalado en la cárcel. En el filme Steiner/Leopold es medio manipulado por la amistad y devoción que le tenía a Straus/Loev. No obstante es Steiner a quien vemos más hablar del super hombre y la superioridad intelectual que proponía Nietzsche, y esto los lleva a poner éstas ideas en práctica y planificar delitos pequeños para luego asesinar a un chico del mismo barrio suyo, un niño de 14 años. En el super hombre de Nietzsche el pensamiento es que éste super hombre yace por encima de la moral de Dios, es el hombre como Dios por sobre la mediocridad. En ello no hay culpa ni misericordia por encima de lo "vulgar". En el relato del filme saltamos de pequeños delitos a ya consumado el crimen -no lo veremos- y van aflorando datos y conversaciones que dan por entendido, informan, sobre el homicidio ya ejecutado y en estado de investigación. En éste trayecto conocemos las personalidades de Straus y Steiner. Straus es un tipo muy egocéntrico y que quiere llamar siempre la atención, se jacta de todo y siempre quiere pretenderse incorregible y trasgresor, el más astuto del grupo. Steiner no salía con mujeres, era solitario, y se da a entender que tenía inclinaciones homosexuales y quizá estaba enamorado de Straus. Bradford Dillman tiene una sonrisa muy pícara, su performance colinda con la superficialidad y el engreimiento notorio, como con su aproximación con su madre. Se ve en repetidas ocasiones que empuja a hacer cosas a Steiner. Dean Stockwell hace de tipo sufrido, siempre golpeado y pensativo, metido en sí mismo (salvo para jactarse de ser muy inteligente), lleno de dudas y miedos, interpreta a alguien como hecho de gelatina. Es un gran dúo y estupenda interacción e imagen la que consigue Fleischer con ellos, sobre todo cuando la primera parte es conocerlos, profundizar en sus mentes, personalidades y emociones (mucho del débil Steiner que del por encima del mundo Straus). La segunda parte es la investigación de su crimen, donde Straus muy frío participa directamente hasta ironizando, mientras Steiner se ve humano con una primera relación con una mujer. El presente filme refuta las ideas de Nietzsche, con su objeto símbolo, unos no tan comunes lentes de medida. La tercera parte es todo Orson Welles, en particular con monólogos gloriosos contra la pena de muerte. No obstante es difícil aun así de tragar, pensando que perder a un hijo (y además en un crimen horrendo) es un tema bastante intratable. Welles hace de un abogado famoso, genio e idealista quien en verdad existió e hizo lo que vemos en el filme. Es una obra llena de emotividad. También trata un poco con la diferencia y lucha de clases, el resentimiento -aparte de lo razonable- y el peor abuso. Loev y Leopold eran ratas, son retratos complicados, el final se afirma en ello, aunque se maneja momentos donde muestran afectos y sensibilidad, y parece Straus un tipo gracioso, relajado, un chico nice, de elevada educación y sofisticación. El odio, sin tampoco exageración, hacia ellos y lo que representan como niños ricos se ve claramente en el amigo periodista, en Sid (Martin Milner), que representa a la clase trabajadora, pero en pos de lo intelectual, una intelectualización si se quiere diáfana y más humilde. Sid también aprenderá a ser más humano -saliendo de lo general-, desde gente muy consciente, como la imperfecta Ruth Evans (Diane Varsi), que ven el mal y el bien en el mundo y no pierden la fe.